martes, 30 de octubre de 2012

No todo elemento es funcional respecto al todo

Aunque Bronislaw Malinowki sostuvo que todo elemento es funcional respecto al todo, queriendo decir con ello que tdo elemento, de alguna manera, ayuda a que determinada cultura permanezca, Robert King Merton, desde la perspectiva sociológica demsotró que puede haber elementos dentro de una cultura que sean disfuncionales respecto al todo; es decir, que sean funcionales para ciertos aspectos de la cultura, como disfuncionales para otros. De hecho, Merton afirmo con ello lo que se llamó funcionalismo relación igualmente socialtivo. Si vemos el asunto desde la perspectiva de actores sociales (individuos o grupos), resulta que lo que puede ser funcional para una persona, ua colectividad o clase social puede ser disfuncional para otra. Por ejemplo, las medidas neoliberales en materia laboral pueden ser funcionales para los intereses de las élites u oligarquías, pero totalmente disfuncionales para los trabajadores asalariados.  De igual manera el mercado puede ser muy funcional para las grandes empresas comerciales, pero puede ser disfuncional para los pequeños y medianos productores o comercializadores. Al revés, la economía centralizada puede resultar muy benéfica (funcional) para la burocracia del Estado, pero dañina para el ejercicio de las libertades económicas de los agentes privados. Si bien Malinowski parecía tener razón, Merton hizo notar que el análisis del primero se había limitado a pequeñas sociedades arcáicas y que una cosa muy diferente sucedía en las modernas sociedades complejas y altamente diversificadas. Las modernas sociedades han demostrado que es inostenible la idea de la funcionalidad radical propuesta por Malinowski, aunque hay que reconocer que fue un excelente punto de partida para el funcionalismo posterior a él. Lo que hoy el sociólogo, analista de la sociedad y la cultura, se debe plantear es precisamente la conclusión a que llegó Merton y que se denominó, funcionalismo relativo. En el análisis funcional el investigador debe plantearse dos momentos de su trabajo; el primer relativo al actor social que lleva a cabo una acción, de acuerdo a determinadas motivaciones e intencionales y ver si el resultado es funcional respecto a esas motivaciones, intenciones o fines perseguidos y, en un segundo momento ver como su acción ha afectado a otros positiva o negativamente (si les es funcional o disfuncional) esa acción a ellos. Son dos momentos que no hay que confundir, que deben estar claramente diferenciados, para evitar confusiones. por ejemplo la idea de que las élites económicas de la sociedad acaparen riquezas para que estas posteriormente se derramen hacia abajo beneficiando a las mayorías de la población,  nunca ha sucedido en la realidad, sólo ha sido un discurso legitimador del afán desmedido de lucro y acaparamiento de la riqueza. Un discurso muy funcional para las oligarquías (burguesía diría Carlos Marx), pero muy disfuncional patra la mayoría de la gente que sigue esperando a que esas riquezas acumuladas y acaparadas, caigan hacia abajo y los beneficien.
el acapamiento ha sido muy funcional para unos cuantos, pero disfuncional para la mayoría. Por lo tanto, no es de extrañar el descontento y la rebeldía de aquellos que sienten que no se les ha dado lo que les corresponde. Si siguieramos una hipótesis de cortemaexista, podríamos decir que lo que ha sido funcional en el corto y mediano plazo podría no serlo a largo  plazo si las condiciones se vuelven cada vez más inequitativas e injustas y acaban produiendo una rebelión social. Aun para los ricos, su afán incontrolado de lucro y acaparamiento,podría resultar fatalmente disfuncional. Sirva esto como ejemplo de que también la determinación de lo que es o no funcional se da en un marco histórico deteminado y en circunstancias o situaciones específicas. En el ejemplo propuesto, el afán de lucro puede no ser, y de hecho no lo es, funcional para todos en la sociedad sino sólo para ciertos grupos. Cuando el afán de lucro conduce a la conducta anómica de la innovación, esté afan se vuelve disfuncional ya que promueve a la delincuencia, desde el ratero de carteras hasta el delincuente de cuello blanco. El análisis funcional o sistémico funcional, no es atemporal y no puede hacerse en términos meramente teóricos y abstractos, sino de cara a la sociedad concreta localizable en el tiempo y el espacio.
Su valor depende en gran medida de que se investigue dentro la realidad  social y sobre ella misma. El estudio y la observación de campo son fundamentales y por lo tanto, no pueden dejarse de lado.

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