viernes, 23 de diciembre de 2011

El compromiso del sociólogo, una decisión personal

Si el sociólogo debe o no comprometerse con tal o cual causa política, económica y social, en qué grado y en qué medida, ha sido tema a discutir desde el nacimiento de la sociología como ciencia. Y conforme ha venido pasando el tiempo, debido a las circunstancias que nos plantea la vida real en cada país, región o ciudad en que vive el sociólogo, las posturas frente a esta discusión han variado. Pero lo que parece venir quedando claro es que la decisión sobre si se deben o no asumir compromisos  de tipo sociopolítico o si se debe mantener una posición más académica y científica, es una decisión de carácter personal y no gremial o institucional. Es una decisión que atañe al sociólogo como persona y como profesional. No es algo que un colegio, asociación profesional, o agrupación pueda o deba decidir. Es una decisión que en conciencia debe ser tomada por el sociólogo para resolver esa situación dialéctica entre la racionalidad y cientificidad por un lado, y las emociones y sentimientos producidos por el contacto sensible con la ralidad, por el otro lado. Conflicto nada fácil de resolver y que sin embargo debe ser solucionado por cada sociólogo en lo más íntimo de su conciencia, de acuerdo a su moral, sus intereses personales y profesionales, sus expectativas y, sin duda, sus experiencias de vida. Así que cada sociólogo debe hacerse responsable de su decisión y nadie más. Lo que si se le puede exigir desde fuera, es coherencia en sus actitudes y comportamientos  de acuerdo a su postura asumida. No se puede, por ejemplo, decir que se está del lado de los pobres y marginados apoyando políticas públicas que benefician a los más ricos. No se puede decir que se está a favor de la paz, la justicia y la dignidad, apoyando el uso indiscriminado e impune de la fuerza pública policiaca; no sepuede decir que se está a favor de los trabajadores y su derecho al empleo y salrio adecudos para una vida digna, apoyando medidas neoliberlales que favorecen descaradamente al capital. Y así podríamos citar muchos ejemplos mas.
Desde nuestro particular punto de vista, a la luz de la lacerante realidad política, económica y sociocultural que vivimos, la sociología como saber científico y el sociólogo como profesional de la misma deben comprometerse por averiguar, analizar, reflexionar, las cusas de los problemas que hoy vivimos, y con la proposición de laternativas de solución a los mismos. Usando las teorías, métodos y técnicas de investigación a su alcance, debe proponerse ir al fondo de las causas originarias de dichos problemas y no quedarse en el nivel del estudio de los efectos que muchas veces se les confunde con las causas mismas. Menos aun limitarse a la denuncia y la condena pública. Por ejemplo, es muy probable que la delincuencia organizada, el tráfico de drogas, hombres, mercancías ilegales, armas, no sea sino los síntomas de una enfermedad más profunda y menos evidente de nuestro modo actual de vida. Igual cosa se puede decir de la violencia en el hogar, el trabajo o la escuela cuyas cusas reales no se ven a simple vista. La sociología en tanto ciencia social debe estudiar esos efectos para poder mirar sus causas y proponer soluciones, o por lo menos explicaciones válidas que posibiliten generar respuestas para resolver esos problemas.

jueves, 22 de diciembre de 2011

El oficio del sociólogo en la sociedad contemporánea mexicana

A diferencia de los que sucede en los Estados Unidos, la sociología en México y en muchos países de América Latina ha tenido un desarrollo mucho menos grande de lo que habría de haberse dado. Uno de los factores que ha contribuído negativamente, es la identificación entre sociología, marxismo y revuelta social. Se ha creído erróneamente que ser sociólogo es sinónimo de rebeldía, rebelión, actitud destructiva y algunas cosas más por el estilo. Lo que es del todo lejano a la verdad. Si ha habido sociólogos que se han comprometido con causas reformistas y revolucionarias, pero no todos han caído en esa posición. Pero el problema ha sido menos de actitud personal que de el enfrentamiento con realidades lacerantes que conmueven los sentimientos y emociones del profesional de la sociología y que lo llevan a asumir un determinado compromiso con una causa social. No es posible pensar el oficio del sociólogo sin el contacto con la sociedad, sus problemas, necesidades y carencias, y tampoco es posible pedirle al sociólogo una posición, fría, distante, neutra, frente a los graves problemas que se viven hoy en día. El sociólogo, por serlo no deja de ser un ser humano, por el contrario, tal vez se vuelve más humano, más sensible, más perceptivo en su contacto cotidiano con la realidad social. Y eso no sólo es lo esperable, sino lo deseable, pese a la lucha interna que muchas veces produce ese contacto, entre lo que dicta la ciencia y la razón y lo que demanda el alma y corazón del sociólogo. Parte del oficio del sociólogo es luchar entre esos dos polos para poder llevar a cabo una labor fructífera bienhechora, ya sea en el campo de la docencia, o la investigación, o la colaboración con una asociación filantrópica o un movimiento social, una ONG o una oficina gubernamental dedicada a los servicios sociales y comunitarios. Incluso en su trabajo en una empresa privada.
Otro factor ha sido sin duda el desconocimiento de todos los campos y áreas en que el sociólogo puede colaborar  profesionalmente. En México y países latinoamericanos el ejercicio ha quedado restringido a la docencia a nivel medio superior y superior, a  una escasa investigación, el trabajo en la administración pública o en organizaciones públicas y sociales asistenciales. El campo de la iniciativa privada, el trabajo en empresas o la formación de las mismas está prácticamente olvidado. No ha habido un acercamiento entre el empresariado y el sociólogo que les permita a ambos beneficiarse mutuamente. Hay desconfianza e incomprensión producto de muchos prejuicios de ambas partes. No se sabe en qué se pueden beneficiar unos y otros y esto ha ido en detrimento de los sociólogos que en muchos casos y pese a los posgrados sufren desempleo o subempleo, y salarios insuficientes para un profesionista.  Así que gran parte del reto del sociólogo contemporáneo gira entorno a lograr mantener una pensamiento crítico reflexivo sobre lo social y a la vez, incertarse favorablemente en el mercado laboral.  En una sociedad donde la crítica es mal vista, donde se lee y piensa poco, donde la innovación es vista más como un peligro que como un beneficio, la labor del sociólogo es bastante difícil y peligrosa. Y sin embargo, no queda más remedio de remar a cotracorriente tratando de abrir espacios de análisis, reflexión, crítica, innovación y creatividad en beneficio de esa sociedad que se niega a ver las virtudes de asumir una posición progresista, como es el caso mexicano. 

martes, 20 de diciembre de 2011

Lenguaje e incertidumbre, el aporte de la teoría de la gestalt al análisis sstémico.

En la participación anterior nos referíamos al problema de la inceertidumbre que planteó el sociólogo alemán Niklas Luhmann. Y decíamos que dicha incertidumbre era producto de que, en el proceso de comunicación entre dos personas, dado que cada una es diferente de la otra y tiene diversas experiencias de vida, educación, cultura, no se entendiera correctamente lo que se comunicaba y diera lugar a una mala interpretación de la misma, generando así respuestas inadecuadas y aun inesperadas. La teoría de la Gestalt nos aporta elementos para entender en mayor profundidad este problema. Esta teoría psicológica nos plantea que las palabras constituyen el el filtro cultural a través del cual nos relacionamos con el mundo real. Gracias al lenguaje, en la medida en que lo aprendemos, aprendemos también a percibir la realidad, a nombrarla, clasificarla e interpretarla. Cuando carecemos de un vocabulario, amplio y complejo somos incapaces de percibir el mundo o lo hacemos de una manera incorrecta. Así que como dice el filósofo Wittgestein, los "limites de mi lenguaje constituyen los límites de mi mundo." El lenguaje pues, limita o amplia mis posibilidades de percepción, y con ello mis capacidades de dar nombre a las cosas, de clasificarlas e interpretarlas correctamente, pero también, en el otro extremo, dificulta y a veces impide, mi capacidad de transmitir mis ideas, pensamientos y mi experiencia. Según la teoría de la gestalt parece que somos capaces de percibir más y mejor en la medida en que ampliamos nuestro vocabulario, y consecuente somos también más capaces de transmitir  nuestras ideas y pensamientos cuando poseemos un lenguaje más extenso.  De ahí entonces, que uno de los factores que aumenta la incertidumbre en la comunicación, como en la acción social, es la riqueza y variedad de nuestro lenguaje o su pobreza y limitaciopnes.  Y eso varía de persona a persona, de actor a actor. Las relaciones sociales por lo tanto, podrán ser más o menos armónicas, más o menos fluídas, o más o menos profundas y significativas, dependiendo del lenguaje que poseen y utilizan los actores.   Una de las maneras de reducir la incertidumbre será pues la existencia de un lenguaje amplio y sofisticado, que permita matizar y precisar, siempre y cuando, dicho lenguaje sea compartido por los actores que se comunican en una relación social. La dispartidad en la posesión y uso del lenguaje será fuente de incertidumbre y agente potencial de conflicto por una comunicación inadecuada que se preste a malos entendidos, a incomprensión. Se requiere de los actores sociales la posesión de un lenguaje más o menos común y análogo. Solo así se puede reducir la incertidumbre.

martes, 13 de diciembre de 2011

Incertidumbre y conflicto social

Niklas Luhmann desarrolló la idea de la incertidumre que se da en la comunicación, que sabemos fue para él el núcleo central de su teoría de los sistemas sociales. Es una idea especialmente importante debido a que la existencia de la incertidumbre en la comunicación y en la acción (individual, colectiva) social puede ser fuente de conflictos sociales. Luhmann nos dice que la incertdumbre puede ser de tres tipos en el proceso de comunicación: cuando alguien comunica a otro una idea (o dirige una acción) y el receptor no la recibe o hace caso omiso de ella; cuando se recibe la comunicación, pero no se entiende su sentido e intención y; cuando habiendo sido recibida y entendida, recibe una respuesta inapropiada, que no es la que se esperaba por quién inició la comunicación. Entonces las posibilidades de desacuerdo y conflicto crecen peligrosamente. Estoes algo que podemos observar fácilmente en la vida cotidiana, y que puede darse a nivel interpersonal, pero también a nivel macrosocial, entre el gobierno y la ciudadanía por ejemplo. En donde o el pueblo no se hace escuchar,o se le malentiende o se le da por parte de las autoruidades una respuesta inapropiada. Igual cosa puede suceder en sentido inverso, en donde las comunicaciónes o acciones públicas pueden ser desatendidas por la sociedad (o sectores de ella), o pueden ser mal entendidas o incluos rechazadas por la vía de protestas y revueltas. De ahí que para el análsis funcional sea muy importante considerar el tema de la incertidumbre en relación a las acciones y las comunicaciones. Por así decirlo el "éxito" de una acción o comunicación (obtener un saldo liquido de consecuencias funcionales positivo, favorable), dependerá de una reducción de la incertiduble que  subyace en toda relación social y en toda acción comunicativa. Eso nos lleva al problema de llevar a cabo de la mejor manera posible una acción o una comunicación, no basta las buenas intenciones, ni las buenas formas por sí mismas, sino una elaboración previa que permita que tales acciones y comunicaciones cumplan efectivamente su propósito. Y en ese rejuego, la consideración del receptor a quien se interpela, y sus características,  es muy importante. Entre mejor se conozca al otro mejor, más posiblidades que la acción o comunicación sea bien recibida, comprendida y adecuadamente respondida.Luhmann trata pues un tema nodal para una teoría de los sistema sociales y un asunto fundamental para entender la génesis del conflicto social. Con la ayuda de la psicología se pueden determinar muchas de las motivaciones, intenciones, emociones y sentimientos, que mueven a un individuo o colectividad a actuar en un determinado sentido, más allá de las declaraciones explicitas sobre los fines perseguidos o metas a alcanzar, que no siempre son las reales ni las únicas. En una acción o comunicación social pueden haber agendas ocultas que nunca se explicitan, las llamadas segundas intenciones.
Cuando entonces hablamos de acciones sociales o comunicaciones estamos hablando de acciones complejas que no son tan facilemte comprensibles, especialmente cuando se trata de asuntos de carácter polítco y económico. De ahí que muchas veces las acciones o comunicciones fracasen en sus fines o metas. Consecuentemente, el análisis social desde una perspectiva sistémico funcional debe estudiar con cuidado el tema de la incertibumbre.   

viernes, 2 de diciembre de 2011

Problemas sociales y paradigmas teórico metodológicos

A lo largo del tiempo hemos venido trabajando en este blog el enfoque estrucural funcionalista, especialmente los aportes de Talcott Parsons, Robert K. Merton, B. Malinowski hasta la propuesta del sociólogo alemán Niklas Luhmann, pues pese a su nivel de abstracción y generalidad, pensamos es muy útil para la evaluación de acciones sociales emprendidas por individuos, colectividades y organizaciones. Sin embrago es menester aclara aquí, que no pretendemos sostener que este enfoque teórico metodológico es el único o el mejor. La realidad social es tan variada y compleja que por más completo que sea un paradigma teórico explicativo no alcanza a incluir ni a dar cuenta de todos esos hechos y fenómenos sociales, políticos y económicos o legales que se dan en la sociedad. De ahí que sostengamos que un mismo problema social, pera ser entendido a cabalidad requiera el concurso de científicos sociales de muy diversas áreas así como de diversos enfoques teórico metodológicos, en diferentes fases de la investigación. Sería un acto de pedantería y soberbia intelectual, sería una postura anticientífica,  pretender que un problema social puede ser abarcado en su totalidad, entendido y solucionado por un sólo enfoque teórico. Más bien de lo que se trata es que delimitado un problema y determinado que es lo que queremos saber de ese problema, utilicemos las armas teóricas y metodológicas que nos permitan aproximarnos al mismo de manera eficaz. Y que cuando sea necesario se recurran a otras posturas (teorías) que puedan dar nuevas luces sobre lo que se está etudiando. Que puedan ayudar a un entendimiento mas extenso y profundo de ese problema en cuestión. El trabajo inerdisciplinario y multidisciplinario es más bien lo que se debe llevar a cabo en la práctica. Y si  esto no fuera posible, limitar el enfoque a aquellos aspectos del problema sobre los que si podemos dar cuenta con un buen grado de objetividad y veracidad, desde nuestro campo profesional y nuestra postura teórico metodológica.
Esto, finalmente nos lleva a sostener que no creemos que las ciencias sociales en general, y la sociología en particular, estén en crisis debido a la existencia de varios paradigmas teóricos dentro de la misma ciencia, sino  más bien a defender la idea de que tal variedad de enfoques y perspectivas constituyen una riqueza de las ciencias sociales, que nos dan distintas luces, enfoques y encuadres de un problema o dificultad. Y si bien sabemos que luego es muy difícil ponerse de acuerdo con quienes sostienen diferentes visiones, si valoramos lo que cada teoría o paradigma nos puede aportar, sin demérito de lo otros enfoques también pueden aportar, seguramente alcanzaremos un conocimiento más preciso de la problemática que investigamos. La critica constructiva juega en esto un papel muy importante. Y desde esa psotura afirmamos que lo más importante no es que esquema teórico logra imponerse y prevalecer sobre los demás, sino que enfoque nos ayuda mejor a entender lo verdaderamente importante que es el problema que se investiga.  Así, sostenemos que el enfoque estructural funcionalista con el que hemos veido trabajando es un paradigma teórico metodológico válido para cierto tipo de problemas y asuntos, pero no para todos. No toda problemática se resuelve afirmando si tal o cual elemento es funcional, disfuncional o afuncional para una parte o el todo social. Aunque a partir de la obtención del saldo de consecuencias funcionales, aparezcan otras nuevas preguntas cuya solución implique el uso de otros enfoques para comprender a fondo y con la mayor exactitud esa problemática. 

El estudio de las acciones cotidianas institucionalizadas

A estas alturas es bueno recordar que en el esquema que hemos venido desarrollando, la acción debe ser considerada como una acción de carácter social, es decir, que está referida a otos actores individuales o colectivos. Lo que se debe considerar junto con el hecho de que se trate de una acción racional, con sentido e intencionada, es decir, que busca alcanzar alguna meta, cumplir un propósito, y con ello obtener algun tipo de beneficio.determinado. También se trata de acciones que de tanto repetirse, pueden institucionalizarse, es decir, volverse parte de la cotidianidad, perdurar por mucho tiempo y ser reiteradas por muchas personas que las llevan a cabo una y otra vez. No se trata de acciones al azar, ni de acciones producto de patlologías o caprichos, ni acciones extraordinarias que se salen de lo común y aceptado. Estas últimas también deben ser restudiadas por el sociólogo, pero entendiendo que se trata de casos fuera de la norma y la costumbre y que, por lo tanto, difícilmente se repetiran, ya que obedecen a condiciones o situaciones extraordinarias.
Cuando una acción individual o grupal se lleva a cabo con arreglo a un fin previsto, con una intencionalidad manifiesta, tomando en cuenta a otros actores de quien se espera alguna respuesta y mediante un procedimiento aceptado por la sociedad (legal y legítimo), entonces podemos hablar de una acción social. Y esas son las aciones que le interesan al sociólogo, pues son las que por su carácter institucional afirman y reafirman a la sociedad y las relaciones sociales que se dan en su seno. El estudio de la sociedad no puede ser fructífero si se estudia lo extrordinario, lo poco común, lo inesperado, lo excepcional o extravagante, por el contrario, la sociedad requiere el estudio y la investigación de lo que permanece durante mucho tiempo de manera más o menos estable pues esas acciones o actos expresan la manera de ser de una sociedad y su cultura correspondiente. Esto es lo que llamamos lo cotidiano, los hábitos, las costumbres, las tradiciones, lo rutinario, que se vuelve por eso familiar, y hasta "natural", lo que, dicho sea de paso, no significa bueno o conveniente y menos virtuoso. Hay sociedades en las que ciertas acciones, pese a haberse vuelto cotidianas, pueden resultar dsañinas a la propia sociedad y sus miembros, e ir en contra de la paz, el binestar y la estabilidad de la misma. De ahí entonces, que el estudio de lo cotidiano, de lo institucionalizado no significa necesariamente una actitud conservadora que avale como positivo lo que sucede en el seno de la sociedad. Puede que de los resultados de la investigación, se llegue a la conclusión de que hay cosas que modificar o cambiar para el bien de la propia sociedad y sus componentes y se asuman posturas reformistas o abiertmente revolucionarias.  Dependerá del asunto y de lo arraigada que este una costumbre o hábito y del crarácter mismo de la sociedad (liberal o conservadora, abierta o cerrada), lo fácil o difícil que pueda resultar intentar un cambio.  Pero como se puede ver, el estudio de las acciones sociales habituales, por su peso específico y sus consecuencias es ineludible para el sociólogo.
 

martes, 29 de noviembre de 2011

El sociólogo y la sensibilidad

Umn esquema racional y abstracto como el que hemos venido manejando requiere paradójicamente de una gran sensiblidad de parte del sociólogo. Si  bin requiere de rigor científico en su aplicación, no es menos cierto que la sensibilidad es importante para distinguir y para observar detalladamente, y ver problemas justo donde otros no ven nada. No es tarea fácil, pero si indispensable. La sensibilidad del sociólogo se aplica no sólo a la elección del tema de investigación (que lo conmueve), sino que está vigente a lo largo de todo el proceso de recopilación de datos, de su ordenación, de su estudio y análisis, así como en la elaboración de resultados y conclusiones. Y esto debe ser así, porque a fin de cuentas, lo que se está estudiando es al ser humano, su vida, los eventos en los que participa, las relaciones sociales que establece, los hechos y fenómenos que, a veces fuera de su control, lo influyen y determinan no siempre de la mejor manera ni tampoco para su bien. De ahí entonces, que el sociólogo sea capaz de ver más allá de eventos con frialdad y lejanía, para ver el drama humano en que se ve envuelta la persona o un grupo de ellas. Todo ello sin peder devista que su trabajo como profesional de las ciencias sociales tiene límites que no debe brincar so pena de perder objetividad científica y apego a la verdad. Si se salta las trancas, como se dice popularmente, puede que no ayude a quienes sufren algún problema grave  y puede también que su trabajo científico se demerite, perdiendo su carácter científico y, por lo tanto, volviéndose inservible para quienes debieran beneficiarse de sus estudios. Por el tipo de asuntos y temas que trata el sociólogo, puede ser que la tentación a ir más allá del ámbito científico sea muy grande, casí irrefrenable, pero si cae en la misma, entonces la información valiosa que podría aportar se perdería irremediablemente. En todo caso, el sociólogo debe elegir entre el compromiso científico o el político. Ciencia y política no se llevan muy bien, pues la primera se compromete con la verdad cualquiera que esta sea, en tanto que la política se relaciona con la adquisición del poder y su mantenimiento, con la negociación, con el trato y los acuerdos, que muchas veces significan sacrificar la verdad (negándola, ocultándola, tergiversándola) en aras de un interés grupal o partidista. Así que el tema  de la sensibilidad del sociólogo debe ser tratado con mucho cuidado pues es un asunto muy delicado y frágil, que cada sociólogo(a) debe resolver en lo íntimo de sí mismo. Asumir un compromiso con la ciencia o con determinada causa social o política, son elecciones prácticas de vida que cada profesional debe ir haciendo a  lo largo de su carrera profesional y sobre las cuales debe hacerse plenamente responsable, espcialmente cuando aparecen frente a nosotros las consecuencias de nuestras elecciones. La sesnsiblilidad puede se entonces un arma de dos filos, nos ayuda a captar con más profundidad la realidad o una problemática, pero también puede hacer que nos dejemos llevar irracionalmente por emociones y sentimientos que nos hagan perder toda objetividad.    

domingo, 13 de noviembre de 2011

Subsistema biológico, lo natural y lo artificial

Talcott Parsons hubico en el subsistema biológico al organismo neurofisiológico y las cuestiones relacionadas con la eonomía dado que ésta es la ciencia social encargada de estudiar, analizar y proponer alternativas para usar los recursos materiales escasos de la mejor manera posible. Ya en una participación anterior proponíamos la separación de lo económico (financiero) del subsistema biológico, pues lo economico se relacoiona  con lo material tiene sus propios procesos independientes de las condiciones materiales que se rigen por pautas biológicas propias. Al organismo neurofosiológico, sumabamos lo ambiental tal como se concibe actualmente desde una perspectiva ecológica. Ahora debiéramos separar lo biológico ambiental del mundo de los objetos artificiales, es decir, el medio ambiente natural del cual somos parte integrante del medio ambiente artificial material  humanizado, es decir, la naturaleza transformada por el hombre y para el propio hombre, o dicho en otras palabras, el mundo de los objetos y las cosas, de los bienes muebles e inmuebles, de la infraestructura, de las herramientas e instrumentos creados  por el propio para la satisfacción de las necesidades humanas de todo tipo. Así el sistema biológico debiera ser concebido de manera mucho más amplia abarcando esos dos aspectos del mundo material, lo meramente biológico que existe y vive con independencia ala mano humana y, por el otro lado, el mundo transformado ya por el hombre que es el ámbito de las cosas artificiales. Y es menester decir que ambos mundos, el natural y el artificial están en estrecha relación a través de los procesos productivos industriales y artesanales, mediante los cuales lo natural se transforma en lo artificial. De hecho adelantamos la hipótesis de que cada vez que se construye algo, se resta a la naturaleza y se suma a la artificialidad, lo cual podemos ver con la tala de bosques y selvas, con la expansión de las zonas urbanas que abarcan cada vez más territorios y le quitan terreno a la naturaleza intocada por el ser humano. Proceso que se ha acelerado y profundizado de manera drámaticamente los últimos 200 años aproximadamente y que merece de un estudio sitémico para hacernos una idea de sus consecuencias positivas y negativas para el propio ser humano, a corto y largo plazo. Y aquí nos enfrentamos al nada fácil problema de encontrar el punto de equilibrio entre la conservación de la natutaleza y su transformación para la satisfacción de las necesidades humanas (individuales y colectivas), ya que de seguir las pautas de depredación y producción industrial de lo artificial corremos el riesgo de poner en peligro la sobrevivencia de miles de especies animales y vegetales así como la propiamente humana.
Entonces, para fines analíticos proponemos e introducimos esta división que tentativamente mantenemos dentro del subsistema biológico. 

domingo, 30 de octubre de 2011

Objetividad y subjetividad en sociología

El compromiso de la sociología como ciencia social es ser objetiva, lógica, racional, apegada a los hechos más alla de emociones, sentimentalismos o juicios morales. Estamos de acuerdo con ello, sin embargo se debe considerar que como la sociología estudia a la sociedad desde dentro, es decir, el sociólogo investigador es parte de la sociedad que él estudia, es prácticamente imposible eludir los factores sentimentales, emocionales, afectivos e ideológicos. Y consecuentemente, es muy difícil ser imparcial fente a los hechos o fenómenos que se estudian, que son esencialmente humanos, sobre todo cuando ellos se relacionan con las grandes desigualdades sociales, la pobreza, la marginación, la enfermedad, la delincuencia o la corrupción, por poner sólo unos ejemplos. Así, la objetividad, la imparcialidad e incluso la fría neutralidad, deben ser más una aspiración que se busca cumplir mediante los métodos, las técnicas y los instrumentos de investigación, a sabiendas de su imperfección, y de que eventualmente se puede hacer un uso poco honorable y recto de los mismos. El uso de los métodos y las técnicas así como de las herramientas, por precisas y sofisticadas que sean, no pueden eventualmente evitar que se cuelen en la investigación nuestos afectos o rencores; simpatías o antipatías. En verdad que sólo toca al sociólogo mantener el control  de sus aspector emocionales y sentimentales mediante una honorabilidad y moralidad conscientemente asumidas y ejercidas en su trabajo cotidiano. El sociólogo debe aprender que muchas veces los resultados de su investigación pueden llegar a ser contrarios a sus intereses y preferencias y que, a pesar de ello, debe repetar tales resultados si realmente aspira a a hacer un aporte valioso y significativo en su ámbito profesional y a la sociedad. No se le pide al sociólogo que sea totalmente neutral y objetivo, pues es pedir no sólo un imposible sino que también es poco saludable. El sociólogo no es una maquina, es un ser viviente, no es un estudioso de la materia inamnimada, sino de seres de carne y hueso, que piensan y sienten, tal como él. Por ello no es posible la neutralidad y la objetividad absolutas. El sociólogo ve la realidad, la observa, la mide, desde un lugar determinado en la edificio social, en un momento histórico determinado y en una situación específica. Y es a partir de su cúmulo de conocimientos, de su experiencia de vida personal y profesional, que saca conclusiones y consecuencias de lo que observa y analiza. Por lo tanto, el reto es más bien poner la objetividad  y la subjetividad en el lugar que les corresponde. Mucho de lo que hoy sabemos sobre el hombre en sociedad, sobre las relacione sociales, sobre la acción, no se hubiera estudiado si tales hechos o fenómenos no hubiesen despertado la curiosidad del sociólogo, si no le hubiesen conmovido, si no hubiesen despertado algún tipo de reacción emocional en él. Tampoco el socióologo podría hacer algún tipo de propuesta política o social, si no mediara un interés legítimo por el bienestar de una comunidad, grupo o la sociedad.
El estudio de lo social nunca ha sido, es o será neutral so pena de caer en la indiferencia y la insensibilidad, en cuyo caso los aportes del sociólogo serían poco o nada útiles y valiosos. Si los aportes de los padres de la sociología fueron valiosos, se debió a su compromiso por mejorar la sociedad en que les toco vivir, o cambiarla para construir algo mejor, son los casos de por ejemplo, Carlos Marx, o Augusto Comte, Emile Durkheim, Spencer, Max Weber y muchos más. No fueron ajenos a los problemas y dificultades de su tiempo y sosciedad. Hoy debiéramos seguir su ejemplo aportando saberes y experiencias para crear un mundo mejor para todos.

jueves, 27 de octubre de 2011

Acción social, contexto histórico y moralidad

El esuqma de Tlacott Parsons sobre el que hemos venido trabajando se ubica a un nivel teórico muy abstracto y general. Por lo tanto, para su aplicación práctica, se requiere necesariamente considerar aspectos que no están incluídos en el esquema mismo, nos referimos a las condiciones económicas políticas, sociales y culturales en un momento histórico dado. No se puede pretender que el esquema funcione de manera analítica y explicativa, sin esa contextualización en las condiciones reales de existencia de u actor social sea este, persona, comunidad, grupo, clase social, etc. Tampoco se puede pretender que funcione como esquema para diseñar y ejecutar acciones sociales sin esa consideración a la situación específica real en que vive y acciona el actor. Esa es la ventaja y, paradójicamente la desventaja de un esquema abstracto como el quie Parsons proporcionó.  Ventaja en el sentido de ser de aplicación general, desventaja si no se toma en cuenta el contexto real en el que se inscribe la acción.
Pero por otra parte, también hay que considerar la moralidad de la acción, tema en el que hasta donde sabemos Parsons no incursionó. Moral que debe see estudiada, como lo propuso Emile Durkheim, en términos de los valores en que se sustenta una determinado curso de acción, no en cuanto a si esos valores son buenos o malos, justos o injustos, adecuados o inadecuados desde un punto de vista ético y axiológico. La cuestión es si esos valores que dirigen la acción son los pertinentes en función de los fines que se persiguen, porque como bien sabemos,  no todo fin justifica todos los medios. O bien puede ser, como sucede muchas veces, que una acción puede resultar funcional (positiva) a corto plazo y sin embargo considerada a mediano o largo plazo disfuncional en términos del fin perseguido. Creo que todos hemos pasado por la experiencia de buscar un benefico inmediato (corto plazo) que a la larga resultó claramente contraproducente y acabó generando más problemas que beneficios. En la elección de ese bien inmediato en lugar de beneficios de mediano o largo plazo indudablemente entran en juego ciertos valores que el sociólogo debe considerar en su análisis o en el diseño e implementación de políticas públicas. Igual cosa se puede plantear en la disyuntiva entre el beneficio personal egoísta y el benefico colectivo de una comunidad. El ganar a costa del detrimento de la comunidad en que se vive u organización en que se trabaja, puede tener consecuencias claramente disfuncionales para el actor. De ahí entonces, que el esquema parsoniano no deba ser reducido a una postura pragmática y utilitaria de valores, ajena a consideraciones que van más allá de los fines inmediatos  egoístas prácticos. La consideración moral de las acciones del actor obedece a dos cuestiones, por un lado la libertad de acción del actor mismo, y por la otra a que casí en todos los casos (excepción de condiciones extremas), existen varias alternativas de acción posibles entre las cuales optar, una de las cuales será elegida  por el actor.Entonces la pregunta es, ¿por qué el actor elige tal curso de acción y no otro?, ¿qué valores estan implícitos en su decisión? Estas son preguntas que pueden y deben ser respondidas a nivel sociológico también en el análisis funcional. En algunos casos nos darán información de primera mano sobre la diferencia entre los valores declarados y los valores que realmente se ponen en práctica por los actores sociales. A veces hay congruencia entre unos y otros, pero muchas veces no.
Concluyendo, un análisis del tipo que nos propone Parsons puede ser muy útil para el sociólogo en la medida en que se tome en cuenta  por un lado, las condiciones históricas específicas en que se enmarca la acción y, por el otro, el esquema valoral( moralidad) que subyace en el momento de tomar tal o cual opción posible para actuar en función de los fines perseguidos.   

El análisis sociológico de la igualdad y la desigualdad

El análisis sociológico de la igualdad y la desigualdad implica, popr lo dicho en la participación anterior, no tomar partido en favor de una u otra postura, sino más bien el estudio y análisis de casos en que los principios de igualdad y desigualdad funcionan adecuadamente, o fracasan en experiencias de vida real. No se trata de hacer juicios morales sobre la bondad o maldad de uno u otro elemento, sino más bien, determinar en que casos reales en la vida social, económica, política y cultural, cada uno ha funcionado positivamente o ha acabado siendo disfuncional a los fines y metas que persigue una persona, una colectividad, una organización o la sociedad en su conjunto. Pra tal efecto se requiere necesariamente utilizar todas las armas teórico metodológicas y las técnicas de investigación con que cuenta la sociología como ciencia social. En este sentido, nos parece de especial importancia la experiencia directa de campo. Si bien se requiere una sólida formación teórica, finalmente lo que más datos útiles aportará será la mirada atenta de la realidad, de la conducta  observable de personas, grupos, comunidades vivas.
Iguadad y desigualdad deben ser entendidos entonces como "hechos sociales" extenos al individuo investigador, como "realidades" que se imponen más allá de gustos y preferencias, o creencias teológicas y filosóficas.
Dereminar en que casos funcionan en la vida práctica y real esos principios de igualdad y desigualdad nos parece especialmente importante si lo que se busca es acumular conocimientos y experiencias que sirvan de base para el diseño de políticas públicas, programas de desarrollo comunitario y vecinal, proyectos de intervención comunitaria o la acción planificada de ong´s y grupos de apoyo. La pregunta de base para el sociólogo es, ¿en qué debemos y podemos considerarnos iguales y en qué podemos y debemos considerarnos diferentes? Todo esto con la mira puesta en logra una sociedad menos injusta y más equitativa, también, por qué no decirlo, más sana. Debemos bajar de los principios meramente filosóficos a la experiencia de vida; de las reflexiones teóricas y lógicas a las situaciones concretas en que esos principios se tratan de aplicar con tal o cual interés y finalidad de por medio. Y entonces, obtener el saldo de consecuencias funcionales - disfuncionales. Pues en todo acto o hecho humano hay consecuencias de ambos tipos que deben ser consideradas por el sociólogo. Habrá casos en que el principio de igualdad sea aplicabe y se obtengan resultados positivos, como es el asunto de los derechos humanos fundamentales, pero habrá otros en que las diferencias deban ser consideradas para bien del ser humano, por ejemplo, no se puede juzgar bajo los mismos parámetros jurídicos a u un niño que a un adulto, o a un enfermo mental de una persona psiquicamente sana. Entonces la desigualdad que distingue esas diferencias debe aplicarse en beneficio de las personas o grupos implicados en el caso. Como se verá, no se trata de hacer juicios morales o de asumir posturas filosóficas determinadas, sino de obtener información práctica y objetiva de la vida social real.    

lunes, 24 de octubre de 2011

Sociología, igualdad y desigualdad

Estamos muy acostumbrados a ver el lado negativo de la igualdad y la desigualdad. Igualdad significa hacer que todos pensemos, gstemos y vistamos de la misma forma, que actuemos como seres reciclados, como copias unos de los otros; desigualdad significa la imposibilidad del mínimo acuerdo porque todos somos diferentes y no hay posibilidad alguna de comunicación y, en consecuencia, es imposible toda acción para acordar y para hacer común algo. Ni una cosa ni la otra son verdades y menos absolutas. El socíologó como buen observador de los hechos sociales y la naturalea humana, no puede menos que caer en cuenta que igualdad y desigualdad tienen su lugar adecuado y que a ambas se les puede considerar positivamente. Baste recordar que en la base de la existencia como seres mortales, como especie animal, esta una cierta condición de igualdad que nos empareja, todos tenemos un cuerpo que tiene en el caso los mismos elementos constituyentes, los mismos, órganos, glandulas, músculos; todos pasamos por un mismo ciclo de vida (nacemos, crecemos, maduramos, envejecemos)y vivimos en promedio más o menos el mismo tiempo. Sobre esa base muy general encontramos luego las diferencias de sexo -algunos prefieren usar la palabra género-, que divide a la humanidad en dos grandes grupos, hombres y mujeres. Y todos los hombres entre sí, y todas las mujeres entre sí también, comparten una serie de características comúnes a su condición masculina o femenina.  En un escalón superior encontramos las diferencias de personalidad, de carácter o temperamento, que nos distinguen de los demás, nos hacen individuos, personas, seres únicos, irepetibles, nos dicen teólogos y filósosfos. Si observamos, se trata entonces de una especie de pirámide que va de lo común a todos, de lo general que nos distingue como especie animal viviente, a  lo particular, en donde nos distinguimos claramente unos de otros. Visto así, encontramos que hay un sustrato o base de igualdad sobre el que se construyen las difrerencias y particularidades de cada quien. Sociologicamente entonces igualdad y desigualdad son dos caras de una misma moneda, o si se quiere, dos aspectos de la naturaleza humana que es una e indivisible. Dos aspectos que se combinan en todo momento, lugar o tiempo y en cada miembro de la especie. Y por lo tanto, dos aspectos a considerar en el estudio e investigación del comportamiento humano. Dependiendo la situación y las circunstancias puede parecer que prevalece o una u otra, pero a nuestro parecer, ambas coexisten, se mezclan, se interelacionan, pues una sin la otra no pueden existir. De allí entonces que el sociólogo debe prestar atención a ambos y a la manera en que se relacionan y se condicionan. Si un día aspiramos a construir una sociedad más justa tendremos que considerar ambos elementos vistos nodalmente, es decir, integral y simultáneamente. porque lo justo no es necesariamente la igualación de todo, como tampoco lo contrario, la desigualdad total.
Hay aspectos en los que la igualdad debe prevalecer, como por ejemplo, cuando se trata del acceso a la seguridad social, la alimentación, el cuidado y la protección de la salud o la seguridad pública; pero también hay aspectos en que la desigualdad debe protegerse y hasta fomentarse, por ejemplo, cuando se trata del desarrollo vocacional y profesional. A cada persona se le debe dar el espacio (igualdad de condiciones de base) para que defina sus metas en la vida y tenga la oportunidad de alcanzarlas con su determinación, esfuerzo, capacidad y habilidades. Para lo cual, es oportuno decirlo aquí, muchas veces necesitará de la colaboración y el apoyo de otros seres humanos. Así que la igualdad y la desigualdad se mezclan en la misma forma en que lo individual y colectivo; cada uno necesita de su contrario (opuesto).  Cuando esa unidad dialéctica se rompe, y uno de los elementos toma un papel preponderante y hegemónico, la armonía se rompe y la sociedad enferma y se degrada. Ni el individualismo ciego y egoísta encerrado en sí mismo que se olvida que somos seres gregarios por naturaleza, ni el colectivismo que tiende a anular al individuo en aras de supuestos y discutibles bienes superiores.  

martes, 18 de octubre de 2011

Subsistema biológico ambiental y la economía

Si bien la economía se refiere a la administración de los bienes  y recursos materiales con los que el hombre satisface sus necesidades de todo tipo, empezando por las básicas, como la alimentación, la protección (de la naturaleza y otros seres humanos), etc. y por eo Parsosns la incluyó dentro del subsistem abiológico, dado el desarrollo de la economía y su autonomización de  lo material, habría que preguntarse, si lo económico debiera o no considerarse un subsistema de la acción aparte. Cierto es que la economía no ha dejado de estar íntimamente relacionada con lo material, con los recursos y bienes naturales y artificiales que usamos para satisfacer las  necesidades básicas, pero también es verdad que ahora se relaciona estrechamente con la satisfacción de deseos y caprichos que se colocan muy por encima de lo estrictamente material y elemental para la vida, en tanto organismos vivos. Los procesos económicos han alcanzado un gran desarrollo y una independencia frente a lo material muy grande. Los mecanismos financieros, la especulación, el afán de lucro y el egoísmo inherente a ellos, colocan a la economía en un status aparte de lo biológico ambiental. De ahí que, nos preguntemos si lo económico, desde la perspectiva que en este blog proponemos, fundamentada sobre todo en le pensamiento de Talcott Parsons  no deba constituir un subsistea aparte. Máxime si consideramos que al referirnos a una acción individual y social determinada, habríamos de considerar como diferentes a los recursos materiales propiamente dichos del dinero Se puede tener lo uno, pero tal vez no lo otro. y poseer objetos materiales no significa tener recurso financieros y viceversa. Entonces, desde nuestra opinión, abría que considerarlos como cosas diferentes, pero estrechamente relacionadas en la misma lógica parsoniana.  Así que en un agregado más de nuestra parte y sujeta a las críticas y comentarios de ustedes, amables lectores, propondríamos la creación de este nuevo subsistema de la acción en los términos de Talcott Parsons, cuyo contenido serían los procesos económicos, tal cual hoy los conocemos en le mundo moderno, altamente inmateriales e intangibles, alejados de lo físico y orgánico.
     

sábado, 15 de octubre de 2011

La acción social y la estructura social

Uno de los problemas de la teoría estructural funcionalista parsoniana fue su desconección de la estructura social. Gran parte de las posibilidades de análisis e investigación del esquema se perdieron debido a que Parsons en su obra no hizo alusión a la conexión fructifera que debía haber entre el sistema de la acción y las estructuras económicas, políticas, sociales y culturales que sirven de contexto. Al hablar de los subsistemas como contextos, noencotramos referencia directa alguna a clases, estratos, estamentos o culquier otro concepto que permitiese dar cuenta de que la acción, se da desde cierto lugar y cierto pael que se ocupa en la estructura social, lo cual es un problema grave, dado que partimos de que se estudiará la acción intencionada y racional con arreglo a un fin perseguido. Fin que de entrada se vuelve incomprensible si no se determina como el actor está colocado en el edificio social. Así que si se quiere aplicar este esquema de la acción que nos porpone Parsons, es necesario establecer la relación entre acción y estructura social, como un prerrequisito indispensable para el análisis y la evaluación del saldo de consecuencias funcionales, usando la terminología de Roberrt K.Merton. Sólo así pa propuesta de análisis estructural funcional puede dar resultados valiosos y útiles. El estudio sin la consideración de las estructuras sociales que preexisten a la acción de individuos, grupos o colectividades no irá más allá de una curiosidad sin mayor valor científico y práctico, dado que los hombres actuamos y nos movemos adentro de esas estructuras reales y concretas. Así que al hablar de los contextos de la acción habran de considerarse elementos tales como la cultura de la clase o grupo (contexto cultural); la normatividad legal y moral (contexto normativo); las relaciones sociales que se establecen desde una posición (status) y un papel (rol) (contexto social); ciertas condiciones materiales de existencia y acceso a recursos económicos (contexto biológico ambiental) además de la intecionalidad del actor que se define a partir de los cuatro contextos antes mencionados y, las características de personalidad y carácter del actor mismo en tanto individuo (o colectividad). Dado que elesquema propone que toda acción es nodal, es decir, se da en todos los subsistemas simultáneamente, elestudio del contexto dentro del cual se da la acción, debe por igual ser considerado de manera integral. Éste es  uno de los postulados más importantes que se desprende de la obra parsoniana a la que nos hemos venido refiriendo en estos trabajos: Una consideración de la acción como nodal, y del contexto como integral, inseperable en la realidad. Podemos decir que una acción sólo puede ser exitosa en términos de sus fines perseguidos cuando al llevarse a cabo ésta, concurren y se armonizan simultáneamente los 5 subsistemas de la acción y cuando el contexto ofrece esas mismas condiciones de armonía y simultaneidad, vale decir, de adecuación en función de la acción planteada por un actor. Incluso en elcaso extremo de una revúelta o rebelión, en función a la misma, deben de existir las condiciones contextuales adecuadas (disfuncionalidad del entorno) para que la acción rebelde tenga éxito.  En el caso de una enfemedad, sólo cuando aparecen una serie de síntomas coherentes entre sí (cuadro clínico), se puede diagnosticar adecuadamente la enfermedad y darle el tratamiento pertinente que sane al enfermo. La armonía entre los signos o síntomas pemiten la curación. Cuando no la hay, el diagnóstico se dificulta y con ello el tratamiento se vuelve incierto y las psoibilidades de sanación se reducen dramáticamente. Debe haber pues una correlación entre el contexto y la acción intencionada del actor.  

viernes, 14 de octubre de 2011

Cmpromisos del sociólogo, entre la objetividad y la subjetividad

El compromiso del sociólogo en cuanto científico social es con la verdad, no con la verdad eterna y absoluta que es el tema de la teología y la religión, sino con la verdad terrenal, temporal y situacional. Su compromiso es ser lo más objetivo posible respectoa lo que observa y sin embargo debe considerar la subjetividad, la parcialidad y la limitación de su punto de vista en tanto ser humano y en cuanto estudia actos llevados a cabo por otros seres humanos. Así que es imposible evitar la subjetividad y los problemas que vienen con ella. Tampoco puede anular sus sentimientos y emociones, pero bien usados deben servirle para impulsarlo a llevar a cabo el mejor trabajo posible de invetigación, a ser riguroso en sus observaciones, mediciones y las conclusiones a que llegue, a pesar deque no sean de su agrado. Lo que no puede ni debe es caer en cualquiera de los dos extemos, el de la objetividad que lo convierta en un ser insensible y frio, ajeno a las penas, el dolor y el sufrimiento humano, o al gozo y la satisfacción o; al de la subjetividad y caer en el sentimentalismo y la sensiblería que no permiten hacer juicios apegados minimamente a los canones del trabajo cintífico. En realidad, el sociólogo  debe trabajar con ambas cosas, la subjetividad y la objetividad, bien manejadas pueden dar frutos muy positivos en la investigación, de los que se puedan derivar propuestas utiles para la comunidad y la sociedad. El sociólogo no debe olvidar esos ideales originarios que dieron pie a la constitución de la sociología como ciencia social  y que Auguste Comté, Emile Durkheim o el conde Saint Simon antes que ellos, expresó: el ordenamineto de la sociedad y la mejora de ésta en la medida de lo humanamente posible y dentro de lo que las circunstancias permiten. Como ciencia social, la sociología tiene que ser positiva en los dos sentidos en que se usa esa palabra, en el de ser una verdadera ciencia que deja atrás prejuicios y nociones de sentido común, y en el sentido de buscar el bien de la sociedad. Puede ser que en estos tiempos de relatividad extrema esos valores y fines hayan perdido sentidompara muchos, pero no puede sucederle eso al sociólogo. Aun en profundas y prolongadas crisis por las que hoy atraviesa una sociedad como la mexicana o el mundo árabe, o Chile, etc., el compromiso del sociólogo es ser fiel a los resultados de sus observaciones y mediciones, y a través de ellos, sacar las conclusiones que permitan proponer caminos alternativos de solución a los problemas de la sociedad, de grupos y comunidades. Es cierto que no es fácil ser científico social y a la vez actor en épocas de dificultades, pero ahí es donde el sociólogo debe de mostrar el temple,la madurez, su capacidad y habilidad, su sensibilidad ante el mundo que le rodea, al cual debe tratar de describir, conocer, eventualmente explicar. Lo que no es poca cosa. Pero además también puede llegara a aportar su grano de arena en la solución de los problemas que ha observado. El público lego, reclma del científico social con frecuencia racapitulaciones de lo que está sucediendo y de las alternativas de solución posibles, y aunque muchas veces no es posible lo segundo, eso debe ser una impulso para tratar de encontrar alguna vía de solución, a sabiendas de que toda propuesta en ese sentido debe estar sujeta a la prueba ne la realidad, a la corrección y al perfeccionamiento.  Tal es el comrpromiso del sociólogo.

jueves, 6 de octubre de 2011

Acción y contexto V

Toda acción, como decía Parsons y mencionabamos en la cuarta parte de nuestra propuesta, es nodal, es decir se da en los 5 contextosmencionados anteriormente. Ahora podemos decir que toda acción desde la perspectiva sistémica, se da simultaneamente en los 5 subsistemas de la acción: el cultural, el normativo, el social, el psíquico y el biológico. También podemos afirmar que toda acción es dinámica y es dirigida hacia el exterior, fundamentalmente hacia otros actores sociales con los que se interactúa, sean estos reales (presentes) o imaginarios. (evocados por la imaginación, el recuerdo). Esta acción puede ser racional o irracional, y es dirigida a determinados fines que se prtenden lograr, es decir, es intencional. Uno no se dirige a otras personas al azar ni tampoco sin una intención o finalidad predeterminadas. Ycomo decíamos anteriormente, la acción se da en los 5 subsistemas (planos); es decir, a partir de un cierto esquema cultural, de acuerdo a ciertas normas preestablecidas, que prescriben el cómo debemos dirigirnos a otros,  desde cierto lugar  y papel que jugamos en la sociedad, con determinadas intenciones, y dentro de un determinado ambiente material (organismo neurofisiológico), que es el sistema biológico..Vista así la acción, esta nos permite un esquema teórico metodológico que nos permite una evaluación sobre el porqué tal o cual acción ha sido éxitosa o ha fallado parcial o totalmente. Podemos sacar, como decía Robert King Merton, "un saldo líquido de consecuencias funcionales."  Una acción puede ser fallida, si hay algún impedimento, obstáculo o limitación, en alguno de los subsistemas de la acción. Alguiwen puede querer dedicarse a sanar enfermos, pero si carece de la cultura y educación médica no podrá logra ese fin por bien intencionado que sea; o podrá querer romper un record de velocidad en una prueba de 100 metros planos, pero si su edad es avanzada, o ha sufrido una lesión en las piernas tampoco podrá lograr su meta. De allí que antes de emprende una acción debe considerarse si se cuentan con los requisitos y recursos que cada subsistema requiere, para que el propósito se alcance. Muchas acciones intencionadas fracasan no sólo porque las finalidades pereguidas no están claras, o las decisiones estratégicas de cómo lograrlas son incorrectas, sino también porque los recursos que se requieren en cada subsistema de la acción, son insuficientes o inexistentes. De ahí que cuando el caso así lo amerita, hay que considerar que cada subsistema de la acción este listo y preparado para la persecución del objetivo planteado. No se puede ser velocista, si el cuerpo no está previamente entrenado, si no se pertenece a una federación o club deportivo, si no se conoce el deporte en el que se desea participar y las reglas que lo rigen, sino se han establecido las relaciones sociales pertinentes con los camaradas y los entrenadores. Y claro está, si no se tiene la intención real, la convicción de lograrlo. En el caso del velocista, como cualquier otro, podemos ver como los subsistemas actúan a la par, coordinadamente entre sí, para el logro de un propósito deteminado. Y este esquema es válido no sólo para el caso de peronas en los individualidad, sino también de organizaciones de todo tipo, sean fabricas, comercios, prestadores de sevicios, etc.
En la siguiente participación veremos los pasos que el sociólogo investigador debe seguir de acierdo al esquema planeado.   

jueves, 25 de agosto de 2011

Arqueología, sociología psicología ambiental y social

Si generalmente se relaciona la arqueología clásica con otras ramas de la antropología y con la historia, como uno de sus auxiliares, la nueva arqueología llamada industrial, contemporánea o del presente, debe relacionarse con la sociología, la psicología social y la psicología ambiental. Pues la arqueología al estudiar los objetos que ha creado el ser humano en el pasado reciente y que usa actualmente, y que sirven de mediadores en las relaciones sociales, necesariamente se relaciona con estas ciencias sociales que estudian también al hombre contemporáneo. La psicología ambiental estudia el cómo los hombres utilizan los espacios, los modifican y transforman al tiempo que son influídos por esos espacios. Muchas veces a estos espacios se les dan usos que no estaban contemplados, y menos aun previstos por arquitectos o diseñadores y los psicólogos de esta novedosa especialidad, quieren saber sobre las razones y motivos que llevaron a un cambio de uso a veces radical. El arqueólogo también trata de darse cuenta de esos cambios de uso y como ellos afectan al ser humano y su cultura. Un buen ejemplo es sin duda el uso que muchas familias acabaron dándole a carros de ferrocarril abandonados en patios, para convertirlos en sus viviendas. Otros carros, por ejemplo de correos, acabaron convertidos en museos para los niños, como e el caso de un vagón estacionado en el Museo de los Ferrocarriles Mexicanso en la ciudad de Puebla. En San luis Potosí un cabús ha acabado siendo parte de una cafetería, tal como sucede con un avión frente al aereopuerto internacional de la ciudad de México.
En el caso de la psicología social, los objetos arqueológicos influyen determinantemente en las sensaciones que percibimos como seres humanos, y las reacciones que esas sensaciones nos provocan, así como algunas veces un espacio nos puede producir tranquilidad, relajamiento y hasta confort, también puede ser intimidante y provocarnos miedo y hasta pánico. Hay quienes no han podido asomarse a ver la ciudad desde la cima de la Torre Latinoaméricana, debido a la altura. Así que muchas de nuetras actitudes, comportamientos y motivaciones, también estan fuertemente influidas por los espacios, los edificios, los objetos con los que convivimos eventual o permanentemente. Una experiencia en un espacio, o con un edificio o cosa, bien puden cambiar la manera de pensar de una persona, incluso cambiar sus afectos.
Finalmente, en la medida en que somos seres con un cuerpo, los objetos también muchas veces influyen facilitando o dificultando las relaciones que establecemos con los demás. Una primera sita de dos personas que desean conocerse, puede necontrar el ambiente adecuado en una pequeña cafetería, un elegante restaurante puede ser el lugar adecuado para una reunión de negocios, etc. Es decir las relaciones sociales, tema de la sociología, encuentran en el mundo material artificial producido por el hombre las condiciones adecuadas para poderse llevar a cabo.
La posesión de ciertos bienes materiales, pueden ser un factor determinante para distinguir a unos sers humanos de otros, para generar la cooperación y el acuerdo o, caso contrario, la lucha de clases. Los marxista estudiaron eso muy bien al hablar de las relaciones sociales de producción.
Como se puede ver entonces, la arqueología contemporánea se constiyuye en una importante ciencia auxiliar de la sociología, la psicología ambiental y social, aunque como ciencia de la cultura, en sua specto material, es una ciencia social con valor en sí misma, así como con fines que le son propios y la distinguen de las demás ciencias sociales y humanas.

viernes, 12 de agosto de 2011

Relaciones sociales, perspectiva arqueológica

En el estudio de las relaciones sociales confluyen una serie de ciencias sociales, la sociología, la psicología general, la psicología social y la psicología ambiental, también la antropología, la comunicación y la lingüística, así como la arqueología. Todo ello debido a que las relaciones sociales es un fenómeno complejo que requiere para un estudio serio y profundo de la participación de todas estas ciencias sociales, y algunas más según el asunto que nos ocupe (derecho, economía, etc.) Lo que en este momento nos interesa resaltar es la triada conformada por sociología, psicología ambiental y arqueología (contemporánea o del presente), debido a que toda relación social, además de requerir de varios seres humanos relacionandose entre sí, también necesita de una serie de elementos materiales que facilitan y apoyan, o dificultan y obstaculizan una relación social. Elementos frente a los cuales, los seres humanos reaccionan en el plano psicosocial. Esto es, la gente asume ciertas actitudes, se comporta de "x" o "y" manera, y utiliza los objetos con determinados fines y a partir de motivaciones implicitas o explicitas. Así que en las relaciones sociales, el uso de los objetos, el "que", el "cómo" y el "para qué" no es algo irrelevante. Desafortunadamente es un conjunto de temas a los que no se les ha prestado mucha atención. Desde una perspectiva arqueológica, el estudio de las cosas, de los objetos construídos por el propio hombre, nos puede dar muchas luces sobre el cómo eran y son las relaciones humanas cotidianas, y de cómo esos objetos adquieren valor y significado para los seres humanos que se relacionan, al condicionar de alguna manera esas relaciones.

lunes, 25 de julio de 2011

Sociología y Arqueología Industrial

Hasta hace no mucho tiempo, se pensba que el fin exclusivo de la arqueología era el estudio de las cosas viejas, de los vestigios que podían encontrarse en las zonas rurales o urabanas, pertenecientes a sociedades prehistóricas o sencillamente muy antiguas. La finalidad de esta ciencia era, y sigue siendo, estudiar las viejas producciones humanas, para a través de ellas, tratar de comprender el pensamiento, los valores y la cultura de quienes fabricaron dichos objetos. Es decir, se reducía el estudio arqueológico de las sociedades primitivas, lo cual por cierto sigue haciendo pero ya no solamente eso. Ahora su campo se ha extendido al pasado reciente y al tiempo contemporáneo. Es decir, a las modernas sociedades occidentales. En este caso se trata de estudiar los objetos materiales que nuestra sociedades producen, para entender nuestra propia cultura, nuestra propia civilización. A esta nieva rama de la arqueología se le ha llamado arqueología industrial. Otros la llaman arqueología del presente o arqueología contemporánea. Sus oríegenes se remontan a Francia, a finales del siglo XVIII, en que se crea el primer museo técnico del mundo, el Conservatoire des Arts et Métiers, en el que se guardaban herramientas, utencilios, instrumentos y maquinas, gracias al desarrollo del concepto de Patrimonio Industrial. No será sino hasta fines de la II Guera Mundial en que se configure y empiece a desarrollar todo un movimiento académico y popular enfocado a la conservación de las construcciones industriales. Michael Rix llamará en 1955 a investigar y preservar los vestigios de la industraialización, en tanto que Kenneth Hudson definirá esta nueva área de la arqueología, como "El descubrimiento, catalogación, y el estudio de los restos físicos del pasado industrial, para conocer a través de ellos aspectos significativos de las condiciones el trabajo, de los procesos técnicos y los procesos productivos." Será a partir de entonces en que se desarrolle eta nueva especialidad arqueológica en Gran Bretaña, Europa continental extendiendose también a los Estados Unidos. Paralelamente, la Arqueología Industrial expandió también su territorio, no sólo a lo específicamente industrial, sino a todas las cosas u objetos que usamos cotidianamente en la vida diaria. Y es justamente en esa expansión que abarca el estudio y la investigación de los objetos de uso cotidiano donde la arqueología industrial conecta con la sociología, si entendemos a esta ciencia social, como el estudio de las relacione sociales ( que como sabemos pueden ser de muy diversa índole). Y si consideramos que gran parte de los objetos que usamos son productos industriales, producidos en grandes cantidades para consumo masivo. El objeto o cosa entonces influye en gran manera en el cómo las relaciones sociales se llevan a cabo, determinandolas en gran medida. Y tal cosa no sucede sólo en el proceso de fabricación, sino también, en su uso diario En estes entido, el objeto no sólo es parte del contexto en que se da una relación social, sino una parte integrante de la misma. Muchos papeles no pueden ser ejercidos ni funciones cumplidas sin recurrir al uso y manipulación de las coas materiales, sean instrumentos, herramientas, maquinaria, productos semielaborados o elaborados ya para el consumo. Esto se puede ver muy claramente en los procesos de comunicación (célular, televisión, computadora) y transporte (automóvil, omnibus tren metropolitano, avión), en la alimentación (vajillas, cubiertos), en la aplicación de la medicina (instrumental quirúrjico), por poner sólo unos ejemplos. De tal forma, que el sociólogo para entender a la sociedad y a los procesos y relaciones que se dan en ella, no puede prescindir de los objetos materiales que median o intermedian esos procesos y relaciones.
En el campo educativo, poco se podría entender sobre el cómo era la educación de nuestro tiempo, sin poner atención al salón de clases, al pizarrón, el gis, el escritorio, a las bancas y su acomodación e incluso la decoración del mismo; a los patios de juego o la canchas deportivas. Pues es justamente en la aula, en el auditorio, en la cancha deportiva, en donde se materializa y concretiza la idea de educación que una sociedad ha creado y se ha dado a sí misma. Así pues, sociología y arqueología industrial se necesitan una a la otra, se alimentan una a la otra, para una mayor y mejor comprensión d la sociedad y la cultura, plenamente localizadas en el espacio temporal y físico.
Vease también: http://pedrosotom.blogdiario.com el Omnbus Amarillo para otros escritos de Arqueología del Transporte.

sábado, 23 de julio de 2011

Acción y contexto IV

Habiendo ya desdoblado el contexto, en dos, lo interno y lo externo, como propusimos en la particpación aterior, adquirimos más herramientas para poder hacer una evaluación más exacta de la acción humana, sea individual o de carácter colectivo. Lo interno y lo externo influyen en la conducta humana simultáneamente; no es primero uno y después el otro, sino ambos al mismo tiempo. Y el investigador debe considerarlo así, según nuestra opinión. Recuerdese que Parsosn nos propone que toda acción es nodal, es decir se inscribe en los 5 contextos de la misma. Así en una acción cualquiera, sguiendo la jerarquía parsoniana, la cultura de la sociedad y la personal (y grupal) determinarán mucho de la manera de conducirse de un individuo o grupo; en el siguiente nivel la normatividad (leyes de la sociedad) así como las normas de comportamiento que impone la sociedad desde "afuera", en la forma de leyes y reglamentos, decretos, etc. se cominarán de alguna manera con las normas que una persona o coelctividad se dan a si misma para regir, guiar o limitar su conducta. En el tercer nivel encontramos las relaciones sociales que es necesario establecer con los otros seres humanos para poder lcanzar nuestros fines y metas, relaciones que se dan en el marco de una determinada estructura, más o menos sólida que preexiste a nuestra existencia propia y nos dice como establecer las relaciones con los demás, en función de los objetivos pereguidos y en función de nuestra posición y papel que ocupamos dentro de esa misma estructura social. La estructura social facilita y posibilita cierto tipo de relaciones sociales y limita y obstaculiza otras y con eso hay que sabe jugar. Desde la parte interna, es decir, personal debemos tener tanto un conocimiento de como funcionan las relaciones sociales en el exterior a nosotros mismos y una cierta aptitud y capacidad para llevar a cabo esas relaciones lo más satisfactoriamente posibles.
En el siguiente nivel, el psíquico, que es el que Parsons le concedía la función primordial de la toma de decisiones de toda índole, ya fueran personales o sociales (que incluyen lo económico, político, cultural, etc.) es el campo de las decisiones, pero también el de las motivaciones e intenciones individuales o coelctivas. Por un lado están aquí la personalidad, carácter y temperamento del individuo y por el otro la idiosincracia de la sociedad. Aquí en cajan perfectamente los conceptos de autorreferencia autopoiésis (autoconstrucción) a que se refeía Luhmann.
Finalmente en la base, encontramos lo biológico y lo ambiental. Lo biológico en relación a nuesto organismo como seres vivientes, el organismo neurofisiológico al que se refería Parsons, y; por otra parte, lo ambiental, es decir el medio ambiente natural o artificial que circunda a los individuos y colectividades. Es el campo o terreno en que los estudios de antropología física y la arqueología y la psicología ambiental son muy fructíferos.
Toda acción se da en todos estos niveles, sea económica, política, científica, tecnológica, afectiva o de cualquier otro tipo posible. La determinan y la condicionan en gran medida, limitando o ampliando las posibilidades de acción, sus alcances, su sentido. Aquí se da el problema de la contingencia luhmaniano también.
Este es el primer asunto, sobre el que en esta visión sistémica se pueden llevar a cabo estudios, investigaciones y evaluaciones prácticas y utiles. El siguiente nivel sera el de la acción nodal que trataremos en la siguiente participación.

Estudiar la
Un primer nivel de

jueves, 14 de julio de 2011

Propuesta propia, Acción y Contexto II

Continuado nuestra propuesta, y con el tema del contexto, después del contexto social, seguiría según el esquema jerárquico, el contexto psíquico que tiene que ver con la cuestión mental, la personalidad, el carácter y el temperamento del individuo y sus equivalentes grupales y colectivos. Partimos del heho de que así como cada individuo tiene su propia idiosincracia, los grupos y comunidades también lo tienen, de tal manera que mucha veces la acción de un individuo o colectividad se ve constreñida o liberada precisamente por esa idiosincracia. Entendido así el contexto psíquico el individuo toma decisiones y ejerce su voluntad de actuar dentro de los límites que impone la psique de la colectividad. Como en los casos anteriores, hay un adentro y un afuera contextuales. El individuo actúa desde su propia personalidad, carácter y temperamento y lo hace en el marco de esos mismos elementos considerados para la comunidad dentro de la cual el individuo actúa.
Finalmente, en la parte má baja de la jerarquía propuesta por Parsons y que nosotros hemos seguido aquí, encontramos el conetxto biológico, que desdoblado da lugar a considerar por una parte el organismo neurofisiológico, el cuerpo con sus funciones, capacidades y limitaciones y; por otra, el medio ambiente exteno al individuo. El primero se corresponde a lo interno, el segundo al externo. En el medio ambiente consideramos no solo a la naturaleza en cuanto tal, sino el mundo material como ha sido modificado por el hombre en su actividad creativa productora de cosas y objetos muebles e inmuebles, entre los que se incluyen instrumentos, herramientas, maquinaria, edificios, infraestructura, objetos de arte, etc. Mundo de cosas que es resultante de la capacidad humana de crear, inventar, modificar, adecuar; de fabricar, contruir y edificar.
Dado que vivimos en sociedad, este es uno de los temas, que sin abandonar la perspectiva que nos propone observar la acción como nodal, nos permite estudiar al hombre, su cultura sus relaciones sociales y acciones volitivas, mediadas por las poisbilidades y limitaciones que nos otorgan nuestros cuerpos en sus diferentes etapas de desarrollo de un lado, y el otro, las posibilidades y limitaciones que nos impone el medio ambiente externo, sea la gran metrópoli, el pueblo o el campo con toda sus elemental naturalidad. Es decir, mediadas por los objetos naturales y artificiales producidos por el propio hombre, que es por cierto, el tema de la arqueología.

martes, 28 de junio de 2011

Propuesta propia, Acción y Contexto I

Habiendo hecho ya un recapitulación sobre los elementos que conforman la teoría de sistemas aplicada al campo de la sociología, a partir de esta participación iniciaremos nuestra aportación a la misma, teniendo como fundamento el esquema de Talcott Parsons y agregando aportes de Niklas Luhmann y otros autores a que ya nos hemos referido. Por supuesto la parte más importante de esta segunda fase es nuestra propia aportación personal, que no pretende sino poner un grano de arena más en el desarrollo del enfoque sistémico aplicadoa la sociología en términos teóricos y prácticos.
Puies bien, como lo propone Talcott Parsons nuestro esquema inicia con el concepto de acción levada a cabo por inidividuos y colectividades (organizaciones). El tipo de acción que nos interesa es la acción racional dirigida al logro de ciertas metas previamente establecidas de manera igualmente racional. Nps interesa destacar que dicha acción, además de ser racional es institucionalizada, es decir, establecida plenamente en el seno de la sociedad y la cultura, y seguida por un amplio sector de la sociedad. De esta manera las acciones extraordinarias, individuales, efímeras, que no tienen trascendencia social y cultural no son consideradas.
Como sostiene Parsons también, partimos del hecho de que las acciones que podemos y debemos estudiar son acciones que se dan en el marco de los contextos simultáneamente, el contexto cultural, el contexto normativo, el contexto social, elcontexto psíquico y el contexto biológico ambiental. Todos ellos conforman el entorno de la acción, es decir el marco dentro del cual una acción humana se realiza. Cómo Parsons también consideramos una jerarquización de los contextos que van del cultural al biológico. Pero a diferecia de el distinguimos que el contexto puede ser estudiado desde el punto de vista interno del individuo y externo del mundo social. En el contexto cultural distinguimos entre la cultura del individuo o grupo y la cultura general de la sociedad. Si bien la cultura personal se da en el marco de la cultura general de la sociedad, puede varias respecto a la última, la general, debido a factores siodemográficos, económicos, geográficos, políticos y educativos. Factores todos ellos que determinan la pertenencia del individuo a un determinada clase social y, por lo tanto, una visión de la vida y la sociedad muy distinta de quinenes pertenecen a otra clases sociales. En este caso hablamos de los cultural en términos del nivel de educación formal e informal, desarrollo intelectual y moral, es decir, de todo el aparato simbólico interno (del individuo) y externo (sociedad).
En el nivel inmediato inferior, separado del contexto propiamente social, encontramos el contexto normativo en el que las normas establecidas por la cultura cobran concreción en normas jurídicas, leyes, reglamentos que guáin la acción. Es el campo de la moral y los valores, entre los que también podemos distinguir los de carácter individual o inteno, y los de caraácter social externo. Puede haber o no armonía entre unos y otros y, una vez más ésto depende de la condición social. económica, política y cultural del individuo, vale decir de su lugar en la estructura social. También dependerá de las intenciones y fines que persigue quien o quienes emprenden una determinada acción, que pueden o no estar de acuerdo con las normas generales de convivencia de la sociedad.
En el siguiente nivel, encontramos lo social propiamente dicho, que hemos reducido a las relaciones sociales, y en donde lo individual se define en las características psicosociales del individuo (o grupo) que determinan la capacidad o falta de la misma para relacionarse con la sociedad. Lo propio de este nivel son las relaciones sociales que etán determinadas tanto por la capacidad de establecer y mantener relaciones, así como por los "papeles" o roles que son el lugar desde donde se tratan de establecer y llevar a cabo las relaciones. Partimos del hecho de que cada individuo puede ejecutar prácticamente de manera simultánea varios papeles, por ejemplo hijo, esposo, padre, sobrino, empleado, directivo, subalterno, empresario, empleado, etc.
Como es de suponerse, la práctica de tan distintos papeles puede resultar una tarea muy compleja y a veces hasta contradictoria y, por lo mismo, conflictiva. La complejidad de la ejecución de los mismos, puede ser muy tensionante y puede dar lugar a patologías.
En las relaciones sociales se concretizan la cultura y la normatividad de la sociedad, por ello las relaciones sociales no se pueden aislar sin el estudio de los dos niveles superiores aludidos anteriormente. En la siguiente aportaciónn continuaremos con los dos últimos niveles inferiores, el contexto psíquico y el contexto biólogico que se refiere a lo material.

jueves, 2 de junio de 2011

Ludwig Von Bertalanffy, teórico de sistemas.

Antes de pasar de lleno a nuestra propuesta conviene hacer una breve parada para reflexionar sobre algunas ideas expresadas por Ludwig Von Bertalanffy, uno de los principales teóricos e impulsores de la Teoría de Sistemas, y de su aplicación a las diferentes ciencias, tanto a las "duras" como a las sociales. Von Bertalanffy sostiene que las ciencias sociales son las ciencias de los sistemas sociales. Afirma que "La teoría sociológica presente consiste en gran medida en intentos por definir el sistema sociocultural y en discutir el funcionalismo, es decir, la consideración de los fenómenos sociales con respecto al todo al que sirven." (Von Bertalanffy, 1968, p. 205) Se trata ni más ni menos de la propuesta de Bronislaw Malinowski a la que ya nos hemos referido en una aprticipación anterior. Estos intentos, dice Von Bertalanffy han funcionado ya que ha permitido lograr una mayor comprensión de la sociedad (entendida como sistema) y acceder a predicciones sobre el comportamiento de la misma. "El análisis de sistemas ...da respuestas definidas y recomendaciones prácticas." (Von Bertalanffy, 1968, p. 206) Esto es algo especialmente importante para nuestro trabajo en este espacio, el uso práctico de la teoría sociológica (con enfoque sistémico) para encontrar respuestas a diversos problemas sociales y proponer alternativas útiles de solución a dichos problemas. Esto es posible porque la Teoría de Sistemas no se limita en su alcance a lo material, físico, químico o biológico, sino que es aplicable también a entes no matriales, simbólicos y heterogéneos en alto grado, como es la sociedad misma. Aplicado a una empresa fabríl, el análisis de sistemas estudia tanto a los seres humanos como a las instalaciones, los instrumentos, herramientas, maquinaria, materias primas, insumos, productos, procesos fabriles, organización, etc. Es decir, hay una investigación integral que ve todos los elementos que convergen en la actividad de la empresa y la manera en que estas se relacionan y se condicionan mutuamente. Así Von Bertalanffy toma partido en favor de la hipótesis de Malinowski que sostiene que cada elemento de una cultura es funcional respecto al todo cultural. Lo cual nos parece válido si estudiamos pequeñas comunidades, una organización o empresa, no así en el caso de las grandes y complejas sociedades modernas de nuestro tiempo.
Von Bertalanffy se manifiesta también en favor de la concepción organísmica en sociología, dado que, a decir de él, se entiende claramente su carácter metafórico. Una empresa, una organización, la sociedad o la cultura, pueden ser entendidas como organismos, tal como lo sostenía Spengler. Y aquí hay que subrayar el carácter metafórico de la comparación que se hace entre un ser biológico y un ente social, se trata de entidades cualitativamente diferentes.
Finalmente, Von Bertalanffy se inclinó en favor del enfoque sistémico en oposición a los esquemas que querían estudiar al ser humano de manera aislada y como si se tratara de robots, o de autómatas, Von Bertalanffy pensaba que el ser humano era un sistema activo de personalidad, en el que la creatividad jugaba un papel muy importante. Tan importante que atribuyó a la falta de creatividad la decadencia de la sociedad occidental, la cual sostuvo, es un hecho consumado. Las ideas de que el hombre es un sistema activo de personalidad y la necesidad de ser creativos en lugar de receptores pasivos, serán muy importantyes en nuestra propuesta.

martes, 17 de mayo de 2011

Recapitulación II

Continuando con la recapitulación de lo hasta ahora dicho, y ya habiendo dejado en claro el concepto de sistema que manejamos, debemos dcir que para todo análisis de la acción individual o colectiva, hay que considerar, por un lado el entorno en que ésta se da, lo que nos lleva a las circunstancias históricas, al tiempo, al lugar en que ésta se realiza. Por el otro el considerar que toda acción, como lo propone Parsons se da en los cuatro subsistemas de la acción simultáneamente, no unos primeeo y otros después. A continuación habrán de considerarse las metas o fines que persigue la acción, pues a partir de esos objetivos a lograr que se definen estartégicas, procedimientos y acciones prácticas. En estos tres últimos elementos es donde procede un análisis funcional, tal como lo propone Robert King Meron; es decir, lo que tratamos de obtener como resultado de la investigación es lo que el llamó, el saldo líquido de consecuencias funcionales. Esto es así, porque, en casí toda acción humana encaminada en fin, puede suceder que se obtengan consecuencias postivas (respecto a los fines perseguidos) o negativas (contrarias al logro del fin perseguido). Y el saldo nos permite determinar si a fin de cuentas una acción emprendida, nos ha traído más beneficios que perjuicios, en términos de lo que se esperaba lograr con la misma. De resultar negativo el saldo, evidentemente hay que planearse redefinir la estratégia, readecuar los procedimientos o emprender nuevas acciones diferentes a las anteriores. Todo ello significa que el análisis sistémico sea por definición conservador o lo contrario. Es el saldo, al que nos hemos referido, el que a final de cuentas nos da la aputa para reafirmar y repetir una acción, procedimiento o estratégia o modificarlas, y en caso más radical, desecharlas y buscar alternativas totalmente diferentes y radicales. Ludwig Von Bertalanffy, considerado el "padre" de la teoría de sistemas, al referirse a los sistemas sociales toca el caso de las empresas u organizaciones y dice: "El análisis de sistemas, p. ej. de una empresa de negocios incluye hombres, maquinas, edificios, entrada de materia prima, salida de productos, valores monetarios, buena voluntad y otros imponderables ..." (Von Bertalanffy, 1992, p.206) A los que agregaríamos la filosofía, visión, metas y objetivos de la empresa. Es decir, el análisis sistémico ve a una organización, como un todo, considerando en ese todo a sus partes y la relación entre ellas; también ve las metas y fines de esa organización, y con la ayuda del análisis funcional, puede determinar si la empresa está o no cumpliendo con lo que se propuso y determiar por qué causas eventualmente no logro alcanzar las metas. El análisis sistémico busca dar, como dice Von Bertalanffy, "respuestas definidas y recomendaciones prácticas." (Von Bertalanffy, 1992, p. 206).
Como podrá verse el análisis funcional es pertinente y coherente con una visión analítica sistémica. Y como también hemos podido ver, busca dar respuestas analíticas prácticas y útiles.
Ahora bien, como todo enfoque científico, teórico metodológico, tanto el análisis funcional como el sistémico, son suceptibles de mejora y perfeccionamiento, y es generador de nuevos puntos de vista. En futuras participaciones, partiendo de la base establecida, haremos algunas sugerencias y propondremos algunas ideas con el fin de generar un esquema teórico metodológico útil y usable en el campo de las ciencias sociales a nivel práctico, con el fin de dar elementos válidos para la resolución de diversos problemas que nos pantea la realidad.

martes, 5 de abril de 2011

El estudio sociológico de las emociones y los sentimientos

En su afán por lograr la máxima objetividad posible en el estudio de los grandes procesos sociales, políticos y económicos, la sociología, en general, ha dejado de lado al estudio del individuo. Solamente los sociólogos cualitativos han "bajado" hasta él para tratar de averiguar a través de su testimonio o de la observación detallada de su conducta, custiones de índole sociológica. Dado que lo principal han sido los procesos, estructuras y sistemas sociales, que afectan en algun sentido al individuo, no se han tomado mucho en cuenta, cuestiones que sí han sido abordadas por los psicólogos, como son las cuestiones afectivas, sentimentales y emocionales. De todas ellas faltan estudios e investigaciones sociológicas que nos digan, por ejemplo, el peso que lo irracional tiene en la toma de decisiones, ó quizás que tanto han influído los sentimientos, las emociones, en la toma de decisiones que afectarán a grandes masas de individuos. No lo sabemos, y debieramos tener algunas pistas al respecto por lo menos, ya que el asunto cobra especial importancia en la política y en la guerra, en las cuestiones mercadológicas y muchas áreas más de la vida social. Lo cierto es que muchas decisiones no son solamente racionales, sino que se ven influídas, por custiones tales como el odio, la frustración, el desprecio, ó por la amistad, la simpatía, el amor. Motivo por el cual, al tratar de explicarlas uno se topa con pared, la pared de lo irracional, y acaba uno no pudiendo decir mucho del asunto en cuestión. Estudiar toda la parte emotiva, sentimental y afectiva del ser humano es todavía una tarea pendiente para la sociología contemporánea. Hay que buecar crítica y creativamente métodos y técnicas que nos permitan tener acceso a esa parte del ser humano. Por ejemplo en la situación que ahora vive México, de violencia desbordada e incontrolable, por parte de todos los bandos en pugna, hace falta un estudio que vaya más allá de las descripciones y explicaciones racionalistas, para ir al trasfondo de las emociones y sentimientos que llevan a alguien a matar con crueldad inaudita a otro ser humano. ¿Qué hay en la cultura y en la mente de los mexicanos que nos ha llevado a tanta violencia, a tanta brutalidad, a sobrepasar todos los límites morales? La razón se queda corta, es insuficiente para explicar tales niveles y grados de violencia. Hay que buscar en las profundidades de la mente y de la cultura humana para tratar de sacar a la luz los móviles de tanta agresividad, de tan desmedida violencia, así como de tanta pasividad y conformismo ciudadano. Tal vez sólo así podamos encontrar los caminos que nos lleven de regreso a una sociedad estable y pacífica en la medida de lo posible, que seguramente será menos que lo deseable. Tal vez sólo así encontremos las rutas para alcanzar construir una sociedad mas equitativa y justa y aceptablemente armoniosa. Gran tarea la que se nos pone enfrente como profesionales de la sociología y las ciencias sociales y humanas. Pero lejos de eludirla hay que enfrentarla, con imaginación y creatividad y compromiso social. En este sentido, la psicología, la psiquiatria, la antropología, las psicologías social y política, la poesía y la literatura, seguramente muchos datos nos pueden aportar. Pero la observación, el punto de vista, debe ser sociológico.

martes, 15 de marzo de 2011

Recapitulación I

Y ya que hemos hablado de reducción de complejidad, y ciertamente las teorías de Parsons y Luhmann son bastante complejas en sus planeamientos, intentare hacer una primera recapitulación resaltando los elementos más importantes para entender la perspectiva que a partir de ambos autores, estoy tratando de construir, con el fin de que tenga alguna utilidad práctica en el campo de la sociología y la que he denominado ingeniería social.
Entendemos por sistema a un conjunto de elementos interdependientes de tal manera que si uno o varios, son afectados en algún sentido, el sistema se verá afectado de laguna manenra. Un sistema tiene como una de sus finalidades básicas su sobrevivencia a lo largo del tiempo.
Un sistema se puede estar conformado en mayor o menor medida por subsistemas, que pueden ser considerados como sistemas en sí mismos. Parsons menciona los subsistemas biológico, psíquico, social y cultural, como componentes del sistema de la acción social. El elemento más básico e indivisble del sistema es para Parsons el individuo, en tanto que para Luhmann la comunicación. A mi parecer el elemento básico es el individuo así como el proceso básico es la comunicación, en todas sus formas y posibilidades.
Se puede hablar de sistemas desde prácticamente todas las especialidades científicas, desde la biología, la física o la química hasta la psicología o la sociología.
Para los fines de este trabajo, los sistemas que me interesan son los dos últimos, especialmente el social. A éste último atribuyo la siguientes características: es un sistema complejo, es autorreferente, es autopoiético (se autoconstruye), tiende a su conservación, vive en constante relación con el entorno (otros sistemas), y es abierto. Un sistema social o psíquico, dada su complejidad no es el todo armónico, dentro de él y respecto al entorno existe el conflicto. Relacionarse e intercambiar con el entorno y mantener más o menos en armonía sus elementos internos es una de sus tareas fundamentales para sobrevivir. Y agreguemos aquí que para sobrevivir, los sistemas, a partir de la auto-observación pueden decidir tanto simplificarse como volverse más complejos.
Siguiendo a Parsons sostengo que los sistema sociales y psíquicos son sistemas dinámicos de acción y esa acción cualquiera que sea su sentido y meta, es nodal, es decir implica la participación simultánea de lo subsistemas y elementos que lo componen. Así, como decía Parsons, la acción se lleva a cabo simultáneamente en el sistema biológico, psíquico, social y cultural. Y si alguno falla, toda la acción falla en conjunto (principio de interdependencia). La acción es, pues, un elemento indispensable para la evaluación de los sistemas, se trate de un individuo o una colectividad organizada. Un elemento que puede dificultar la acción y hasta hacerla fracasar es la contingencia, en el sentido que Luhmann le da, es decir de aquello que está fuera de control del sistema y que depende de las circunstancias. Entre sistema y entorno, y entre elementos del propio sistema la contingencia tiene un papel relevante que puede hacer "ruido", a la comunicación y las interrelaciones y a la cohesión del sistema mismo. La contingencia tiene mucho que ver con la entropía.
Así que en el estudio de los sistemas, especialmente los de acción social y psíquicos hay dos temas especialmente importantes: el de las metas que persigue el sistema, el de sus estratégias y procedimientos por un lado y, por el otro, el tema de la sobrevivencia del sistema en sí mismo, que es otro asunto analíticamente aparte y que se relaciona con el concepto de neguentropía. Ambos merecen mucha atención del investigador. Uno es pues el problema de los metas y fines perseguidos y de los medios y procedimientos para alcanzar dichos temas, y otro direrente es el del mantenimiento del sistema en buenas condiciones para operar y trascender en el tiempo y espacio. Ambos temas se relacionan estrechamente, pero son diferentes. Tres conceptos son muy importantes, autorreferencia, autopoiésis, auto-observación, un cuarto es el de autoconservación o automantenimiento.

Reducción de complejidad

Una idea especialmente importante, aportada por Luhmann es el de reducción de complejidad. La reducción e complejidad se da principalmente en la relación entre sistema y entorno, así como en la comunicación entre elementos del sistema mismo. Un sistema es, desde el punto de vista de Luhmann "complejidad organizada", pero por complejo que sea un sistema, nunca lo es tanto como el entorno, es decir, lo externo al sistema mismo. De ahí que en la relación entre sistema y entorno tenga que haber, de alguna manera, una reducción de complejidad que permita crear modelos descriptivos del entorno. Para llevar esa tarea, dice Luhmann hay que recurrir a una selectividad que elija unos elementos y descarte otros. Es imposible que se de una correspondencia uno a uno entre el sistema y su entorno, pues ello supondría la desaparición del sistema mismo. Pero si puede haber un entendimiento parcial, en el cual se distinguen aquellos elementos que si tienen correspondencia con elementos del entorno. Ello ayuda a determinar las fronteras entre sistema y entorno. Luhmannn sostiene que la organización interna de cada sistema se debe a esa relacionalidad selectiva al que nos referimos hace sólo un momento.
Luhmann también establece que el problema de la relación sistema entorno, desde el punto de vista de la reducción de complejidad, es un asunto de grado, que ayuda a la interpretación de los límites entre uno y otro, y que ayuda a la estabilización de las fronteras. Dado que los sistemas son autorreferenciales y autopoiéticos, son ellos quienes hacen la reducción de complejidad una estrategia. Junto con su construcción interna, la determinación de los límites del sistema es la tarea más importante del sistema. Es una tarea por cierto constante, dinámica. Hay que estar constantemente ajustando los límites, tanto como hay que adaptarse a la propia complejidad. Tienen que llevara acabo esas tareas porque, "Tienen que afrontar improbabilidades e insuficiencias internas y desarrollar disposiciones construídas expresamente para reducir conductas divergentes; sólo así es posible la existencia de estructuras dominantes. Los sistemas complejos, por lo tanto, están constreñidos a la autoadaptación en un doble sentido: la adaptación propia y la adaptación a la propia compeljidad." (Luhmann, 1991, p.53) Llevada a buen término, la reducción de complejidad reduce la contingencia (lo variable, lo inesperado).
Llevado al nivel de las relaciones humanas, al caso de la comunicación entre dos personas, éstas se ven en la necesidad de un constante trabajo de reducción de complejidad de lo que dice el alterego, para poder entenderlo y, poder responder adecuadamente, siempre desde una perspectiva autorreferencial. El otro de igual manera realizará la misma tarea. Es pues una tarea de autoadaptación y de adaptación al otro. Visto así, quien se dedique a trabajos en los que las relaciones humanas son vitales, como el caso de negociaciones, terapias, enseñanza, la consultoría, debe ser capaz de entender el proceso de reducción de complejidad (reducir las cosas a un nivel en que sea posible el entendimiento), para adaptarse y responder adecuadamente.
Y aquí resalta la cuestión de las insuficiencias internas que pueden obstruir una respuesta adecuada, por incapacidad, ineptitud, etc. y la capacidad de desarrollar disposiciones pertinentes, lo que supone creatividad y capacidad de reacción en el momento, para, como decía Luhmann reducir la probabilidad de conductas divergentes, que dañen el proceso de comunicación que se estén llevando a cabo. Esto también es importante a nivel de relaciones comerciales o internacionales, entre diferentes naciones.

lunes, 7 de febrero de 2011

El aporte de Malinowski

A Bronislaw Malinowski se le atribuye ser el padre del funcionalismoa absoluto, de aplicación tanto en la antropología como en sociología. Malinowski también fue importante porque fue el primer antropólogo que hizo estudios de campo y fue también el iniciador del método de encuestra antropológica sobre la comunidad estudiada. Sus investigaciones lo llevaron a la conclusión de que cada sociedad se caracteriza y distingue de las demás por una cultura original y singular. Lo que constituye esa originalidad es que en cada cultura hay una mezcla o combinación particular de sus elementos y partes constiuyentes, el lugar que cada elemento tiene en la sociedad y la manera en que se vincula con los demás. Esto era lo que le daba sentido a cada elemento. Por tal motivo, Malinowski se oponía a los evolucionistas, que cerían erroneamente que se podía estudiar cada parte constituyente de la sociedad y la cultur aisladamente
Malinowski sostenía que cada cultura formaba un conjunto coherente, unificado e integrado, cuya comprensión y explicación debía ser buscada por el antropólogo y el sociólogo.
Desde esta perspectiva, Malinowski sostenía que el antropólogo debía proceder en sus estudios preguntándose sobre el por qué de la existencia de cada elemento y sobre la contribución que este aportaba al conjunto cultural, haciéndolo necesario. Para tal finalidad, el estudioso debía empezar por indgar a que necesidades individuales o colectivas respondía dicho elemento o parte. Malinowski sostenía que todo elemento existe porque respondía a una necesidad humana.
"El análisis funcional de la cultura arranca del principio de que, en todos los tipos de civilización, cada costumbre, cada objeto material, cada idea y cada creencia, desempeña una función vital, tiene una tarea que llevar a cabo, constituye una parte indispensable de una totalidad orgánica." (Malinowski cit. por Rocher, 9a. ed. 1985, 334). Tal vez debido a que Malinowski estudió comunidades arcáicas de dimensiones muy pequeñas y simples, fue incapaz de darse cuenta de que en las sociedades moderna occidentales, que son muy complejas en su naturaleza y que tienen una división social muy sofisticada, era y es imposible que cada uno de los elementos o partes fuera un contribuyente al conjunto de la sociedad y la cultura. Robert King Merton lo hizo notar muho tiempo después al señalar que lo importante en el análisis funcional no era la contribución al todo sino las consecuencias para las estructuras más amplias en que dichos elementos operan. Merton sostuvo entonces que lo que podría ser funcional para unos pudiera ser disfuncional para otros. Merton desecha así la pretención de Malinowski de la unidad funcional de la sociedad y la idea de que las sociedades tienen un alto grado de integración y unidad. El grado de unidad e integración de la sociedad o un sistema social sería entonces un tema relevante para los estudiosos de los sistemas sociales y/o la sociedad, tanto desde la perspectiva sistémica como funcional. En Malinowski se encuentra ya, como sostiene el sociólogo canadiense Guy Rocher, "la idea de que la sociedad forma una especie de sistema coherente y ordenado." (Rocher, 9a. ed. 1985, p. 335)
Para los fines de nuestro trabajo destacamos dos ideas centrales: que la sociedad y la cultura son conjuntos organizados, o más bien dicho, más o menos organizados de tal manera que sus partes deban ser estudiadas en relación al todo del cual forman parte y; la idea trascendental de que la realidad debe ser observada directamente sobre el terreno y contemplada tal como es. La investigación bibliográfica sin duda es importante y valiosa, pero sólo debe ser un apoyo a la investigación de campo. Este es un punto nodal en el trabajo que venimos haciendo en este blog.
La construcción de un esquema teórico no tiene más finalidad que servir de herramienta al trabajo de campo orientándolo, para hacer la observación fructífera, las conclusiones del análisis valiosas y las propuestas que de ellas se desprendan sean practicables y útiles a la sociedad.