viernes, 10 de diciembre de 2010

sistema y filosofía de la historia

En esta ocación nos ocuparemos de un tema especial: la realción entre el enfoque sistémico, la historia y la filosofía de la historia. El punto de partida es la consideración del sistema como algo dinámico, que se adapta, cambia, se transforma, se modifica, al paso del tiempo, gracias a la constante relación sistema-entorno. En participaciones anteriores hemos dicho que los sistemas se caracaterizan por ser autorreferenciales (se refieren a sí mismos) y autopoiéticos (se construyen a sí mismos), y esos dos factores determinan el constante intercambio con el entorno (lo que está fuera del sistema, lo que no es sistema), infuyendose mutuamente. Se trata de un intercambio, por así decirlo, interesado. A esa relación constante con el entorno la llamamos counicación, y afirmamos que la influencia mutua entre sistema y entorno es multicausal, de tal manera que no es posible reducir la explicación de la influencia de uno sobre otro elemento, sistema y entorno, a un solo factor monocausal -lo que si podemos es ponderar la influencia diferenciada de cada factor. Con este supuesto, decimos entonces, que no sepuede hablar de un determinismo "x" que nos indique de manera unívoca el sentido y la direccción que sigue un sistema psíquico o social. Sino que al hablar de la relación del sistema con el entorno decimos que puede darse un abanico amplio de posibilidades tanto de dirección como de sentido. Esto es debido a dos elementos importantes a considerar, el azar y la contingencia, o como establecería Luhman, doble contingencia. Ante la presencia de el azar y la contingencia, y ante la autorreferencia y la autopoiésis, no es posible determinar de manera que sentido y que dirección habrá que tomar un sistema. Afirmaciones como la marxiana en el sentido de un cambio dieléctico que llevaría a la humanidad de regreso al comunismo de manera ineludible, pero en una etapa evolutiva superior con respecto al comunismo primitivo, son en la óptica sistémica, a nuestro entender, insostenibles. La contingencia y el azar, pueden en gran medida influir en que el sistema tome una nueva dirección. Por tal motivo, desde el punto de vista sistémico sólo podría hablarse de las "leyes" del devenir histórico de los sistemas psíquicos o sociales, de manera muy general y limitada, valga decir, insuficiente para establecer alguna forma de determinismo. Acaso tal cosa pudiera ser sólo posible para los sistemas cerrados, pero en el caso de los sistemas psíquicos y sociales, y otros sistemas inteligentes, capaces de reaccionar ante el entorno, a los cuales llamamos sistemas abiertos, tal pretención resulta insostenible, de manera muy especial en los sistemas sociales, donde la relación con el medio externo, el entorno, es muy compleja y variante.
El enfoque sistémico, en nuestra opinión, ofrece pués, toda una nueva perspectiva para la reflexión en filosofía de la historia. Una filosofía de la historia abierta a la posibilidad de varios escenarios alternativos, de un futuro indeterminado, que ciertamente para los espíritus conservadores y rígidos puede resultar en verdad intimidante. Igualmente ofrece un reto interesante para quién quiera hacer una historia de lo sistemas y su devenir, ya que desde la perspectiva que hemos venido proponiendo, en ese devenir de los sistemas caben tanto el orden como el desorden, tanto la armonía como el conflicto. Lo que por cierto nos lleva a plantear finalmente cuál es el tipo de investigación histórica pertinente, aquella que pone su atención en los eventos únicos e irrepetibles, o aquella otra que fija la mirada en la continuidad, en lo regular y cotidiano.
Un estudio histórico de los sistemas requiere a nuestro entender de ambos para poder dar cuenta más precisamente de lo que sucede en un sistema a lo largo del tiempo.

sistema y filosofía de la historia

Partiendo de la idea del sistema como un sistema abierto, y dinámico, podemos afirmar que desde la óptica sistemica, no se puede entender a la historia, sino como cambio, transformación, modificación o adecuación. Visto desde esta perspectiva, el sistema tiene las mismas cualidades que la historia, incluído el conceptos de azar y contingencia, que hacen posible que los sitemas no tengan en realidad un fin determinado, salvo uno muy general y de largo plazo. Pero desde nuestro punto de vista, no podrían ser deterministas, en el sentido de una filosofía de la historia marxista. Los elementos de azar, contingencia (doble contingencia) y entorno, dejan la puerta abierta a cambios de rumbo y de sentido en los sistemas, ya sea, sistemas individuales (psíquicos), como sociales. Esto nos plantea el asunto de que desde la óptica sistémica, no se puede hablar de una filosofía de la historia determinista, sino por el contrario, abierta a un futuro con múltiples posibilidades entre las cuales pueden caber las previsibles y las impredecibles.

Es ese proceso contínuo de relación sistema-entorno será éste el que definirá la dirección y el sentido a los que eventualmente se dirigirá un sistema psíquico o social; hay que recordar que la relación sistema-entorno es bidireccional y es también multicausal, y por lo tanto abierta a la incidencia de una pluralidad de factores que modifiquen la relación sistema-entorno de alguna manera. La comunicación aquí es un proceso vital determinante, ya que la relación sistema-entorno es ni más ni menos comunicación. Aunque los sistemas son autorreferenciales y autopoiéticos, esos dos elementos constitutivos del sistema no implican necesariamente rigidez en gardo tal que impida modificaciones, por decirlo así, sobre el camino, sobre el devenir del sistema. Dada la necesidad de una adaptación contínua con respecto al entorno, la autopoiésis puede en nuestro juicio tomar senderos diferentes, así como la autorreferencia también pude modificarse en un momento dado.

En resúmen, la historia del sistema puede dar cuenta y platicarnos esos cambios sistémicos producidos en la relación con sus entorno; y también puede tratar de explicarlos de manera razonable y verosimil. La filosfía de la historia sistémica, por su lado, bien puede tratar de decirnos los cómos y los paraqués de dichos cambios, o sea, cuáles han sido las "leyes" que han guiado el proceso histórico de los sitemas y cuál su dirección, que desde nuestro punto de vista son muy generales y suceptibles de cambio.

Ver la filosofía de la historia desde el punto de vista sistémico es ver una filosofía de la historia no determinista a nuestro juicio.

martes, 9 de noviembre de 2010

Sociedad y Comunicación

Continuando con lo dicho en la participación anterior, aclaremos que si para Luhmann la unidad básica del sistema es la comunicación, esto es debido a que, "La sociedad es el concepto social más amplio, incluye todo lo social, y por consiguiente, no conoce ningún entorno social. Si se agregan factores sociales, si surgen interlocutores o tema de comunicación novedosos, la sociedad crece, pues estos factores arraigan en la sociedad, no pueden ser externalizados, ni tratarse como una cosa de un entorno, ya que todo lo que es comunicación es sociedad... la sociedad es el sistema social autopoiético por exclenecia. Hace comunicación y todo lo que haga comunicación es sociedad." (Luhmann, 1991, p. 408). Luhmann sostiene entonces, que la comunicación no puede ser tratada de la manera tradicional en que se venía haciendo, es decir, a partir de hombres que se comunican entre sí. Para Luhmann esto es una ilusión. Es cierto, dice él, que la comunicación supone la participación de miles o millones de personas, pero a ninguna de ellas se le puede imputar la "unidad de operación de la comunicación." (Luhmann y De Georgi, 1993, p. 15).
La comunicación es social y por ello se aitua por encima de los individuos ys sus estados psíquicos. Así que por tal motivo, los seres humanos se hacen dependientes del sistema de emergente de comunicación que es la sociedad. Siendo pues la comunicación un sistema social, esta ofrece a los individuos oportunidades reales de selección, entre las cuales el individuo elige la que más convenga a sus intereses, motivaciones, estados de ánimo, etc. "La comunicación condensa posibilidades, determina lo que es factible evolutivamente, establece formas preestructuradas que significarían el punto de partida restringido de toda exxperiencia subjetiva humana." (Luhmann y De Georgi, 1993, p. 16). Lo que nos lleva a la siguiente afirmación: la comunicación individual es posible , si previamente existe un sistema de comunicación. Un ego y su alter se pueden comunicar gracias a que existe previamente y por encima de ellos ese sistema de comunicación, al cual pueden recurrir cuando y cómo quieran.
En ese sentido, el lenguaje es un reductor de complejidad, es decir, ayuda a hacer inteligible el mundo, la realidad. Dado que en la sociedad los individuos van y vienen y a ninguno de ellos se le puede atribuir el origen o el control del sistema social de comunicación, se da por sentado que el individuo es parte del entorno y no del sistema. Éste exitió previamente, existe en el prsente y seguirra existiendo en el futuro. Y los individuos se pueden servir de él para satisfaceer sus propias necesidades de comunicación particulares.
Así las cosas, a nuestro parecer los puntos de vista de Parsons y Luhmann no se cotraponen ya que ven distintas cosas. Sí para el primero lo importante es la acción, es lógico que atribuya al actor (individuo) el papel central; si para el segundo se igualan sociedad y comunicación, resulta entendible que el individuo tenga el carácter de elemento del entorno y que la comunicación ocupe su lugar como elemento central de la sociedad. Lo que la postura de Luhmann parece omitir es el asunto de cómo el individuo o ciertos grupos, al usar los elemento de la comunicación los modifican, dándoles, por ejemplo, un nuevo significado o un nuevo sentido específico para ese individuo o colectividad. Lo que deja en evidencia que hay un acceso y un uso diferenciado de la comunicación, de tal manera que no se puede evitar caer en la conclusión que el sistema de comunicación no puede ser cerrado como afirma Luhmann sino que como todo otro sistema, es abierto y en relación con el entorno, o sea, en este caso con los individuos que conforman a la propia sociedad. Cada generación humana tiene un acceso y hace un uso diferenciado del sistema de comunicación, por lo tanto es capaz de modificarlo en alguna medida y en determinado sentido, de la misma manera que el actuar (la acción), humano lo hace en otros campos como la economía, la política o la cultura. Y dada esta situación, no se puede pensar en la comunicación como un sistema absoluto, cerrado y abstracto. Totalemente integrado y coherente. Cada sociedad concreta y específica, en cada momento de la historia, ha modificado el ssitema de comunicación de acuerdo a sus necesidades, problema o aspiraciones, y lo hace a través de los individuos, comunidades o grupos que la conforman.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Comunicación y conflicto

Si Talcott Parsons se planteó que la unidad básica del sistema era el individuo, para Niklas Luhmann esta unidad esta la comunicación. Luhmann sostenía que los individuos no eran parte del sistema sino de su entorno. Pero si consideramos con detalle las ideas de autorreferencia, referencia y autopoiésis, estos conceptos no pueden aplicarse a entidades abstractas como la comunicación, sino a sujetos que son inteligentes y pueden actuar libre y voluntariamente. La comunicación es en todo caso, una herramienta, un instrumento, o como dice el propio Luhmann, un código genertalizado a través de los medios de comunicación, que tiene por función la transmisión de complejidad reducida, del que se sirve el ser humano para precisamente comunicarse. Por tal motivo, la comunicación tiene un papel central en la sociedad, pero no puede ser su unidad básica. Ahora bien, la comunicación entre un alter y un ego, implica una doble contingencia en la medida en que tanto el ego como su alter ego, llevan a cabo, al recibir o enviar mensajes, selecciones con el fin de hacer más claras las ideas a transmitir o para entender de la mejor manera posible las que se reciben. Si en la transferencia de información hay un acuerdo entre el ego y su alter, econtramos acuerdo y obediencia; si por el contrario, encontramos desacuerdo, entonces surge la posibilidad de la amenaza o el uso de la fuerza por parte del detentador del poder. Esto sucede porque tanto el ego como el alter ego se comunican a partir de la autorreferencia. Porque hay un alter y un ego, y porque hay autorreferencia, es por lo que es posible la existencia de la doble contingencia. La contingencia surge de la posibilidad de que tanto el ego como el alter elijan cada uno su sentido y su acción. Y eso implica riesgo. En este sentido el riesgo extremo es la incomunicación. Y la comunicación da lugar, como decíamos líneas arriba, a la amenza o al uso de la fuerza, o sencillamente a la ruptura de la relación ego - alter ego.
Por otra parte, hay reducción de complejidad en el sentido de que la comunicación busca simplificar para hacer comprensible lo que se comunica. Se parte de la idea de que para un sistema el entorno es siempre más complejo y para comprenderlo hay que reducir su complejidad. "La complejidad es ... aquella información que le hace falta al sistema para poder aprehender y describir con justeza a su entorno (complejidad del entorno) y a sí mismo (complejidad del sistema)." (Luhmann, 1991, p. 49) Dicho en palabras sencillas, para que un actor pueda conocer y comprender a su entonro, y actuar sobre él, necesita de la reducción de complejidad fundamentada en la autorreferencia, lo que puede dar lugar a la contingencia y, esta última al riesgo. La relación del actor con el entorno, o del sistema con el entorno implica siempre riesgo. Una de las formas que asume dicho riesgo es que el actor se cree una imagen no muy clara del entorno y que en consecuencia su acción sea un tanto errática frente a él, dando así lugar a los problemas y conflictos. Cabe decir que un fenómeno similar puede suceder al interior del actor, éste puede no comprender su propia complejidad, creando una imagen poco nítida de sí mismo, lo que será también fuente de problemas y dificultades. La incomprensión de la propia complejidad puede dar lugar a relaciones conflictivas dentro del sistema pero también con el entorno circundante.
En esta perspectiva, puede ponese como ejemplo de los problemas a que puede dar lugar esta concepción de la comunicación la teoría de León Festinger lamada de la "disonancia cognitiva" que se refiere a la necesidad de tener un conocimiento congruente, o más bien dicho, conocimientos que no sean disonantes entre sí. "Se dice que existe 'disonancia' entre dos elementos cognitivos (X e Y), si no-X se sigue de Y ... si X e Y no están relacionados, son ajenos entre si." (Deutsch y Krauss 2a. ed. 1985, p. 71). La disonancia a la que se refiere Festinger, puede ser entonces un caso en el que la doble contingencia se puede convertir en riesgo de una relación poco clara y conflictiva. Y así como Luhmann habla de la necesidad de reducir la complejidad, Festinger nos habla de reducción de la disonancia, en ambos casos para hacer eficiente la comunicación y evitar su contrario y el conflicto.

domingo, 10 de octubre de 2010

Inteligencia y sensibilidad en los sistemas sociales y psíquicos

De lo dicho en nuestra participación anterior, resulta que ya se trate de sistemas psíquicos o sociales, el sistema para operar necesita de inteligencia. Esta permite tanto la autorreferencia y la referencia a otros, como la autopoiesis entendida como autoconstrucción y autorganización. Establecer un rumbo para el sistema y saber que partes del mismo hay que reproducir y que nuevas partes han de ser integradas, no es un proceso al azar, sino un acto inteligente entendido como un acto consciente, racional e intencionado. Así, los sistemas son además de dinámicos, también inteligentes. Eso permite su sobrevivencia pues hay identidad y hay también diferenciación, dos procesos que en la relación con el entorno se construyen y reconstruyen continuamente. El sistema actúa desde quien es y desde las metas que por tal o cual se plantea alcanzar. También se requiere del sistema de sensibilidad para consigo mismo y el entorno. La asensibilidad perite captar los cambios internos y externos, para luego del análisis proponerse alternativas de acción. La sesibilidad actúa de manera equivalente en los sistemas psíquicos que en los sociales. Dos personas interactuando son sensibles a los cambios del otro manifestados en lo que se dice, en el cómo se dice, en los tonos y volúmen de la voz, en los gestos y las demás formas de comunicación no verbal. Y gracias a esa sensibilidad para captar el humor, el estado de ánimo, se puede plantear cambios actitudinales y conductuales inteligentes en función de la autorreferencia a sí mismo. Se puede preguntar si desea continuar con la interacción en los mismos términos o modificándolos, ó si desea terminarla temporal o permanentemente. Situaciones equivalentes a este ejemplo suceden en los sistemas sociales, políticos y económicos.
Lo importante es darse ahora cuenta que los sistemas no son producto de la casualidad, como tampoco lo son su reproducción y evolución. Inteligencia y sensibilidad son componentes indispensables para su existencia, sobrevivencia, adaptación y modificación.

Autopoiesis, autorreferencia y sentido.

Luhmann también desarrollo otro importante concepto complementario a la autorreferencia, nos refermimos a la autopoiesis, es decir, la autoconstrucción que lleva a cabo todo sistema. Autorreferencia y autopoiesis ayudan a la autoevolución del sistema. La autorreferencia nos señala que, " hay sistemas que tiene la capacidad de entablar relaciones consigo mismos y de diferenciar estas relaciones frente a las de su entorno." (Luhmann, 1991, p.36) En tanto que autopoiesis hace referencia a la autoconstrucción y la autorganización del sistema en sí mismo.
En los sistemas sociales y psíquicos, que para Luhmann son lo mismo (en la medida en que son sistemas), la autopoiesis se da en términos de la construcción de sentido. Y ese sentido, como sostiene Weber estaría dado por los fines a conseguir o alcanzar. Definidos estos, el sistema determinará cuales son las "unidades de sentido" (Luhmann, 1991, p. 56) que habría que reproducir siempre de nuevo y cuales no. Esta tarea se logra gracias a la autobservación. El sistema se mira a sí mismo, se vuelve observante y observado. "La autobservación es la introducción de la diferencia entre sistema y entorno en el sistema que se constituye a través de esta diferencia." (Luhmann, 1991, p. 58) Esta diferencia es a la vez, "momento operativo" de la autorganización ya que en la reproducción de determinados elementos, debe asegurarse que dicha reproducción sea como parte del sistema y no como externa a él.
Ahora bien, no se trata solamente de diferenciar el sistema del entorno, sino de establecer las formas de intercambio entre uno y otro. Vale decir que en la medida en que un sistema es consciente de sí mismo y de su sentido, no sólo se logra diferenciar más claramente del entorno, no sólo logra establecer relaciones con el entorno, sino que es capaz de tomar e incorporar del entorno aquellos elementos que le son necesarios parala formación y transformación de sus estructuras. Las estructuras, dice Luhmann, deben posibilitar la "capacidad de anexión" de esos nuevos elementos. No pueden ser rígidas ni cerradas, ni tan solidificadas que impidan la incorporación de nuevos elementos, así como eventualmente, la eliminación de aquellos que ya no son funcionales al sistema. La autopoiesis es un proceso dinámico que implica, por un lado, la autobservación y por el otro la mirada de la relación sistema-entorno. Ambos son componentes necesarios de la reproducción autopoietica. El otro elemento es el sentido. Cuando las estucturas y los procesos del sistema estan llenos de sentido, las diferencias sistema-entorno, pueden quedar más claras. "El sentido se sitúa en una combinación novedosa de cerradura y apertura hacia el entorno por parte de la constitución del sistema; ó; con otras palabras, en la combinación entre la diferencia sistema/entorno y la construcción autorreferencial del sistema." (Luhmann, 1991, p. 59) . Como se puede ver, el concepto de sentido, es un concepto clave para entender los sitemas, especialmente los psíquicos, los sociales, así como los políticos y económicos, en la medida en que sentido signifique razón de ser y finalidad, dirección y la manera de interpretar algo (el propio sitema ó su entorno).

sábado, 28 de agosto de 2010

Autorreferencia

Max Weber sostenía que una acción era social cuando estaba referida a un tercero real o imaginario, es decir, cuando se refería a los otros. Robert King Merton, se refirió a que muchas veces a acción estaba influida por un grupo de referencia y enntre los teóricos de la comunicación se hablo de la referencia al líder de opinión, como una especie de intermediario que por estar más y mejor informado era capaz de influir sobre los que estaban menos o mal informados.Ninguno de elos alcanzo a percibir ni a desrrollar el concepto de autoreferencia que Luhmann desarrollo posteriormente. Sin quitar el hecho de que efectivamente, en nuestra opinión podemos recibir la influencia de un líder de opinión o un grupo de referencia, cabe decir, que tal influencia queda de alguna manera filtrada por nuestra propia personalidad, características e intereses, y que, a la hora de "filtrar" la información que recibimos, lo hacemos aurorreferencialmente. Nuestra personalidad, intereses, marco conceptual, hará que tales o cuales ideas nos sean aceptables o no, pero también, y esto es muy importante sociologicamente hablando, el cómo interpretaremos los datos que se nos dan. Esa manera de interpretar la información posibilitará el acuerdo o el desacuerdo, la paz pero también el conflicto. De ahí entonces que como Luhmann nos propone, las relaciones dentro de un sistema no tienen necesariamente que ser armónicas y si pueden llegar a ser conflictivas. Al llegar a este punto, resulta entonces, que la idea del sistema como una totalidad armónica se viene abajo, y el conflicto se convierte en uno de sus principales y más dinámicos elementos. La idea de Robert K.Merton de las funciones y disfunciones, y de las funciones manifiestas y latentes, abonan en el mismo sentido sei se les inclute en una perspectiva sistémica. Meron dió el paso del funcionalismo absoluto de sus predecesores al funcionalismo relativo, y al relativizarlo, dió la pauta para considerar que la sociedad desde la perspectiva sistémica debe incluir dentro de su funcionamiento normal y cotidiano el conflicto. El conflicto a todos niveles, dese la base, es decir, desde las relaciones de pareja, en la familia, en la oficina, entre sindicatos y empresa,entre vendedores y cosumidores, entre clases sociales y entre fracciones de las mismas, como bien han señalado los marxistas. Ahora bien, el conflicto no es posible sin el concepto previo de auorreferencia. Luhmann dice que al observar a un sujeto, se puede percibir que el observado se refiere a sí mismo, a su intención de ser y permanecer identico a sí mismo, así como a diferenciarse de su entorno. Y aun si el sujeto desea cambiar, lo hace de igualmanera referencia a sí mismo. No cambia al azar, ni caprichosamente, ni sin sentido. Por su biografía, sus experiencias de vida y/0 sus intereses presentes, planea, aunque sea de manera muy general, el cambio que desea para sí mismo.
Así, como sostiene Luhmann, el concepto de autorreferencia, queda en el centro mismo de la teoría de sistemas. "Los sistemas sociales son indudablemente objetos autorreferenciales. Sólo es posible observarlos y describirlos como sistemas si se toma en cuenta el hecho de que en cada operación se refieren también así si mismos." (Luhmann, p.435) Esto sucede tanto en los sistemas sociales como en los psíquicos.
Más adlante nos referiremos a los distintos tipos de autorreferencia que Luhmann propone.

viernes, 25 de junio de 2010

De talcott Parsons a Niklas Luhmann II

Volviendo al concepto de sistema, Luhmann nos dice que el sistema es más bien una perspectiva analítica , un esquema de observación abstracto, que posibilitala comprensión y análisis de las interacciones existentes en la realidad, es decir, el sistema nos sirve para una constatación empírica de la realidad social. Los sistemas son producto de la observación y la interpretación respecto al funcionamiento de las sociedades modeenas, agrega Luhmann. El sistema es tanto esquema fundamental para la observación, así como resultado de la observación ý el análisis mismo de la realidad. La teoría de sistemas de Luhmann se fundamente en la diferenciación funcional entre el sistema y el entorno, que es un proceso dinámico, cambiante y contingente, y por lo tanto muy compejo. Luhmann considera dentro de su ámbito analítico el cambio y la evolución. Y en ello se diferencía calramente de Talcott Parsons quién pone mayor énfasis en las estructuras etáticas, y en la preservación del orden y la estabilidad, en otras palabras, en el mantenimiento de la sociedad. En el esquema pasoniano la contingencia no es tomada en cuenta. En cabio para Luhmann es un elemento fundamental de su postura. Las contingencias (dobles contingencias) "...generan un orden emergente condicionado ... a ese orden emergente lo llamaremos sistema social." (Luhmann y De Georgi, 1993, p. 12). Las estructuras y las funciones también están sujetas a las contingencias que se manifiestan en las relaciones sociales. En una relación social, las posibilidades individuales se manifiestan de manera contingente, lo que de para una persona es de una manera, para la otra puede ser difrente, y cada uno actúa desde esa manera de concebir la situación, o sea, actúa autorreferencialmente. Como las opciones son múltiples para cada individuo, las posibilidades de la realción se multiplican en gran medida. Y consecuentemente alteran constantemente al sistema social, haciéndolo dificil de observar, analizar y medir. El sistema se está transformando constantemente, es una consideración muy importante de Luhmann que Parsons no valoró en la misma medida, por su atención a la consevación y estabilidad del sistema y la regularidad de sus pautas de funcionamiento.

martes, 22 de junio de 2010

De Talcott Parsons a Niklas Luhmann I

Niclas Luhmann se introdujoe en la sociología a partir de loes estudios que cursó en Harvard con Talcott Parsons. Ambos se interesaron en llevar a cabo un análisis de la sociedad, desde la perspectiva de la Teoría de Sistemas. Para llevar adelante el proyecto, Luhmann integró al análisis estructural funcional parsonaino la Teoría Genral de los Sistemas y su idea del pensamiento complejo. Con estos elementos Luhmann pudo desarrollar su modelo analítico con un elevado nivel de abstracción y un gran alcance, que también destacó por su alto grado de originalidad. Luhmann realiza su trabajo intelectual, justo en el momento histórico en que la "gran teoría" está desacreditada y es fuertemente criticada e incluso negada. De hecho reconoce que Parsons es el último autor que intenta construir una gran teoría general y omnicomprensiva de la sociedad.
Niklas Luhmann inicia su trabajo criticando a talcott Parsons en dos asuntos generales; a) Qué Parsons no diferenció adeuadamente la sociedad del sistema social y; b) Que los libros que su maestro de Harvard escribió sobre la sociedad no tenían fundamento teórico. Adicionalmente le criticaría el énfasis que Parsons le dió al concepto de acción y al funcionalismo. También le criticó que le diera primacía a la estructura sobre el sistema y la función, yque se le diera prioridad al sistema simbólico sobre la contingencia.
En su propuesta, Luhmann da la primacía al concepto de función sobre el de estructura con lo que transforma el concepto de etructura en algo mucho más dinámico y contingente, y no como lo veía Parsons como algo más bien estático. siendo las funciones y la estructura contingentes, es decir, siendo cosas o eventos que pueden o no suceder, Luhmann deja abierta la puerta para que la diferencia y la modalidad se den, dicho en otras palabras, para que la complejidad y el dinamismo se den en el sistema. Así una primera gran diferencia entre Parsons y Luhmann es el carácter dinámico que éste último otorga al sistema, la estructura y la función.
Luhmann define los sistemas diciendo: "Se puede hablar de sistema cuando se tiene ante los ojos características tales que, si se suprimieran, pomdrían en cuestión el carácter de objeto de dicho sistema. veces también se llama sistema al conjunto de dichas características." (Luhmann, 1991, p. 25)
Luhmann distingue cuatro tipos diferentes de sistemas básicos, a saber: maquinas, organismos, los sistemas psíquicos y los sistemas sociales, cada uno de los cuales tiene su propia naturaleza y especificidad. A Luhmann los que le interesan son los sistemas sociales. La sociedad es un sistema social total y omnicomprensivo, dentro del cual existen subsistemas, cada uno de los cuales actualiza al sistema social desde su perpectiva particular. Estos subsistemas pueden ser interacciones, organizaciones o sociedades. cada uno de estso subsistemas puede ser estudiado como sistema en sí mismo. Lo que permite un análisis más fructifero de los sistemas es su relación y diferenciación respecto al entorno.
Los sistemas se constituyen y se mantienen mediante la creación y la conservación de la diferencia con el entorno y utilizan sus límites para regular dicha diferencia. Así que el problema central a estudiar es precisamente como se da ese proceso de diferenciación del sistema respecto a su entorno (lo externo a él que lo rodea). El entorno es la condición previa de la identidad del sistema y, "... es relevante para la conservación del sistema, para el restablecimiento de energía e información." (Luhmann, 1991, p. 188) Por lo tanto, el punto de partida de las investigaciones teóricas, sostiene Luhmann, es la diferencia más que la identidad.

Bibliografía

Luhmann, Niklas. SISTEMAS SOCIALES LINEAMIENTOS PARA UNA TEORIA GENERAL. México, Alianza Editoriaal/Universidad Iberoamericana, 1991

Luhmann, Nikas y De Georgi, Raffaele. TEORIA DE LA SOCIEDAD. México, Unioversidad de Guadalajara/Universidad Iberoameericana/ITESO, 1993.

domingo, 6 de junio de 2010

Ingeniería social y psicoanálisis

El pasado viernes, tuve la oportunidada de asistir a la conferencia sobre psicoanálisis y pedagogía que dictó la Dra. Ana Ruth Najles, psicoanalista lacaniana argentina, en la UNAM. En su exposición, la Dra Najles definió el psicoanalisis lacaniano y lo diferencióa de otras escuelas de psicoterapia. Ella dijo que la finalidad del psicoanálisis era lograr que el individuo se liberará de sus fantasmas, para poder ser más plenamente el mismo, en tanto que las demás psicoterapias lo que buscaban era integrar y adaptar al individuo a la sociedad. En este segundo caso, aunque la Dra. Najles no lo manifestó explicitamente, queda la impresión de que la idea de fondo de eas psicoterapias es que el individuo está mal y la sociedad está bien, y que lo que hay que hacer es ayudar a la persona a que se adapte. El problema de un enfoque así es que parte de una idea bastante fanasiosa e inocente de que la sociedad es perfecta y buena, olvidando la serie de conflictos que de todo tipo que subyacen en ella. Si esto último es verdad, entonces en verdad que la psicoterapia no sólo no ayudará al cliente, sino que lo sumirá en mayores conflictos, porque los conceptos de salud, normalidad y deber ser, quedan asentados en arenas movedizas, sin algo que les de sustento firme y seguro. La distinción que hizo la Dra Najles resulta entonces muy relevante para el trabajo no sólo de terapia individual sino también en los casos de tepapia grupal y de intervención comunitaria. Sigueindo la postura de la Dra. Nejles, desde una perspectiva psicosocial y de ingeniería social, como la que hemos venido exponiendo en los trabajos de este blog, hay que pensar que si el psicanálisis tiene por fin hacer consciente los fantasmas que a un inididuo o coelectividad pueden tener, que les impiden un desarrollo armónico y un crecimiento, para luego liberarse de ellos, está en el camino correcto. Pretender que una comunidad o grupo se adapte a los canones de la sociedad, renunciando a sus propias características,valores y principios puede ser un suicidio. De ahí entonces, que un psicoanálisis aplicado a cuestiones de ingeniería social, debe buscar ayudar la búsqueda de soluciones a la problemática de un grupo u organización, partiendo de la base de la eliminación de los fantasmas y reafirmando la idenidad propia de esa colectividad. De tal forma que a final del proceso terapéutico y/o de los proyectos de intervención social, la comunidad consciente de sí misma, de su identidad, de sus características, sea capaz de relacionarse positivamente con el resto de la sociedad. No a partir de su adecuación y sumisión al ente social, sino desde una actitud consciente, pensante, libre, responsable y propositiva.

jueves, 3 de junio de 2010

Pautas variables de eleccción

Para terminar con la propuesta teórico metodológica de Talcott Parsosn que hemos venido trabajando, tocaremo a continuación uno de los aspectos más controvertidos y polémicosde su pensamiento. Se trata de las pautas variables de elección. Ellas tiene la función de analizar dicotómicamente las elecciones de acción que un actor puede llevar a cabo para hacer frente a una situación determinada, dado que las elecciones indican la orientación de un actor hacia esa situación. Talcott Parsons nos dice que la finalidad del estudio de las pautas varaibles es distinguir los hábitos de elección dentro del sistema personalidad (ó psíquico), de tal maera que dichas pautas están vinculadas estrechamente por la toma de decisiones, la elaboración de proyectos y políticas, así como con el alcance de metas. En el caso del subsistema cultural, se refiere a las pautas normativas que este subsistema promueve en la sociedad. Parsons distingue 5 pares de elecciones posibles:
a) Afectividad - Neutralidad afectiva. El actor se involuctra emocionalmente en la situación, ó por el contrario, decide mantenerse "frio", es decir, a una buena distancia afectiva. Predominando entonces el elemento de la racionalidad y la lógica.
b) Especificidad - Difusividad. El actor se orienta hacia una parte de la situación ó hacia la totalidad de la misma.
c) Universalismo - Particularismo. El actor juzga un hecho ó fenómeno en términos de un modelo universal ó general, ó desde la perspectiva de lo único y particular del mismo.
d) Adscripción- Adquisición. El actor debe distinguir entre la posibilidad de que determinadas características de un suceso o evento sean inherentes al mismo, ó por el contrario, que sean adquiridas de alguna forma.
e) Sí mismo - Colectividad. En este última dicotomía Parsons se refiere al dilema entre seguir nuestro propio interés particular u optar por el interés de todo un grupo o colectividad. En este caso, uno se puede preguntar sobre si el sistema cultural promueve el egoísmo o la solidaridad, o si se privilegia al individuo o al grupo.
Estas pautas nos ayudan entonces al análisis de la acción social emprendida por un actor determinado.
A estas cinco dicotomías podrían agregarse por lo menos un par más. Una de ellas tendría que ver con distinguir si la acción es creativa y propositiva, y ofrece un nuevo proyecto a partir de una intención diferente ó si, por el contrario es estereotipada, y sólo se ejerce como respuesta a un estímulo externo, de manera reiterativa de acuerdo a la costumbre o la tradición.
Y en el último caso, se trataría de distinguir si la conducta es proactiva, intencional y voluntaria o si la acción es una respuesta apática y lenta, frente a la situación que se enfrenta.

domingo, 16 de mayo de 2010

Sensibilidad en la intervención en una comunidad

Uno de los primeros principios a considerar al momento de llevara acabo un trabajo de intervención en una comunidad cualquiera, es tomar en cuenta aquellos aspectos que son de especialmente importantes para la misma. A veces se comete el error de quererse guiar unicamente por los datos obtenidos por la investigación de campo, sin tomar en cuanta la opinión de los miembros de la comunidad. Eso es un grave error. La gente estará mucho más dispuesta a colaborar cuando los ingenieros sociales, son sensibles a sus demandas, necesidades y comentarios pues son ellos los que viven una situación que se trata de cambiar para bien. Así, el ingeniero social y su equipo debe tomar en cuenta esas opiniones y comentarios, aunque estos le parezcan ilógicos y en nada relacionados con el asunto que los ocupa. Es pues una cuestión de sensibilidad, una sensibilidad más que necesaria si de lo que se trata es de intervenir realmente en favor de una comunidad, de beneficiarla, de cambiar sus situación.
Entre las cosas que se descubren en el trabajo de ayudar a la gente, es que de hecho hay que empezar a trabajar con aquello que la gente considera más importante, no lo que los investigadores e ingenieros consideran lo más relevante. Cuando se satisface, en la medida de lo posible, aquello que es relevante para los miembros de la comunidad, se abren las puertas para hacer cambios sucesivos. Cuando,por el contrario, no se ve ni se escucha a la comunidad, por justas y correctas que sean las propuestas de los ingenieros, por buenas que sean, la gente no las apoyarán ni tampoco colaborarán con el grupo de intervención. Entonces, una parte sustantiva del trabajo de investigación diagnóstica, es captar adecuadamente el carácter de una comunidad
su manera de ser, por así decirlo, de tal manera que se sepa con quién se ha de trabajar. Después habrá de investigarse cuales son sus deseos y necesidades, cuales son sus puntos de vista respecto a esos deseos y neceisdades; la manera en que visualizan la solución de los problemas y como conciben la participación de un grupo de intervención, sus alcances y posibilidades. Todos estos son elementos fundamentales para que el trabajo pueda realizarse y pueda ser llevado a buen término. La idea central es que la ayuda y las soluciones no se imponen sino que se concensan entre todos los interesados y se llegan a acuerdos que permitan trabajar lo más eciente y eficazmente posible. Y esto vale así se trate de una comunidad rural ó suburbana, ó una comunidad marginada, un grupo religioso ó una organización formal de cualquier tipo. La sensibilidad social debe ir de la mano de la investigación y el estudio, tanto como de las propuestas que se lleven a cabo.

domingo, 11 de abril de 2010

Ingeniería social

La sciología, como ciencia social nació con la clara y abierta intención de colaborar con la humanidad a establecer el orden y el progreso en la sociedad, así lo propuso uno de sus fundadores, Augusto Comte, al que nos hemos referido ya anteriormente. Para poder cumplir con esta noble tarea, la sociología, como otras ciencias, como la física, la química o la psicología y la ciencia política, necesita trasladar los frutos que produce a través de sus investigaciones, en alguna forma de tecnología social aplicable a los problemas que nos propone la realidad social. A esta tecnología social se le ha llamado, trabajo social, ingeniería social, sociología clínica y también tecnología social. Sin importar el nombre, de lo que se ha tratado es de llevar a cabo planes y proyectos, que permitan incidir sobre la realidad para transformarla en algun sentido que se considera benéfico y positivo para la sociedad. Ciertamente, si no hubiera ese propósito de transformación de la realidad, la sociología perdería mucho de su valor y de su sentido.Sería puro conocimiento enciclopédico y elitismo intelectual, cuyo valor no demeritamos, pero que resulta insuficiente.
En este espacio hemos defendido el valor vigencia y de esa propuesta incial de los primeros sociólogos. Puede que haya que cambiar las metas y los propósitos en su contenido para adecuarlos a los tiempos presentes, pero no se pueden dejar de lado las nobles intenciones de construir una mejor sociedad, especialmente cuando vemos en le mundo de hoy tanta pobreza, marginación, carencias, sufrimiento y dolor e injusticia, tanto individual como grupal. Mal haría la sociología en negar una de sus razónes fundamentales de existencia. Por ello, además del estudio y la investigación científica que son lo propios de toda ciencia, la sociología debe también poder traducirse en alguna forma útil y práctica de ingeniería social. ¿Por qué ingeniería social? porque es propio de la labor de los ingenieros concretar una idea, pensamiento, plan o proyecto, en la realidad con el fin de resolver problemas y satisfacer necesidades humanas ; porque es parte de la labor ingenieríl, la aplicación de la inventiva y del ingenio sumados al método cientíco. El sociólogo, como ingeniero social debe ocuparse de investigar no sólo la realidad circundante, sino también de buscar nuevos métodos y técnicas que permitan una acción efectiva y productiva sobre la realidad social, en ese sentido el sociólogo también debe ser un inventor capaz. Un inventor que sabe que siempre trabajará con un conjunto de datos inexactos, incompletos y a veces contradictorios y que pese a ello debera tomar decisiones importantes eligiendo las opciones más satisfactorias posibles de entre lo que se tiene a la mano para elegir. Ahora bien, el sociólogo, como ingeniero social, no debe trabajar alejado de aquellos a quienes pretende beneficiar con su labor, muy por el contrario, el sociólogo debe estar en contacto permanente con el grupo o comunidad u organización para la que trabaja, oir sus opiniones, tomar en cuenta sus pensamientos e ideas, compartir experiencias, incluso someter a la comunidad las altenativas posibles de acción, para elegir la mejor posible, las más viable, oportuna y/o económica; la más factible.
Si se entiende por ingeniería, cualquier acto de planificación, proyecto, evaluación, asesoramiento, dictámen, directiva, supervisión, administración o gestión, con el fin de salvaguardar la vida, la propiedad, el bienestar público, el medio ambiente, etc. no vemos motivo alguno que impida hablar de la necesidad de llevar a cabo una ingeniería social fundamentada en los saberes y experiencia de la ciencia sociológica y las demás ciencias sociales, para el beneficio de la sociedad y de sus miembros.
Para terminar, digamos que no es nuestra pretención hacer del sociólogo un experto en todo, sino unicamente reconocer que el campo de la sociología se debe expandir a tal grado y de tal manera, que incluya dentro de su campo de acción esa área práctica y fértil de la ingeniería social, como aquí ha sido definida. En términos académicos se trata no sólo de crear investigadores hábiles y capaces, sino también, profesionistas expertos en el diseño, planeación, administración y gestión de políticas y programas de índole social que coadyuven al desarrollo comunitario y social, a nuestro parecer, de manera incluyente, participativa, democrática y sustentable.

Funcionalismo relativo

Uno de los aportes más importantes de Robert King Merton al funcionalismo fue la relativización del mismo, al reconocer que lo que puede ser funcional para unos puede ser disfuncional para otros, y al reconocer también que en la vida real, una acción determinada, puede resultar en parte funcional y en parte disfuncional; que pueden obtenerse los resultados esperados manifiestos, pero que también pueden darse resultados inesperados (latentes). Con estos postulados, Merton dió al traste con la idea de Malinowski de que toda institución de alguna manera era funcional respecto al todo cultural, y con la idea de Parsons de que toda acción era funcional respecto al conjunto del sistema social; o que toda institución contribuye a la estabilidad de la estructura social según prpusi Radcliffe Brown. Ni lo uno ni lo otro, el sociólogo habría de investigar para quienes una acción es funcional y en que medida lo es, y para quines esa misma acción resulta lo contrario, osea, disfuncional.
Al proponer Merton este análisis funcional de carácter relativista, a nuestro juicio, Robert K. Merton abrió las puertas para una investigación sociológica mas fructifera, pero sobre todo más apegada a la realidad social. Y con ello, más capás de dar resultados útiles para poner en práctica ciertos programas que pudiesen tener un efecto real en la sociedad. Merton da un enfoque teórico metodológico mediante el cual resulta posible el estudio de las contradicciones y conflictos sociales, cosa que ni con Malinowski, ni con Radcliffe Brown o Talcott Parsons era posible hacer debido a su punto de vista, según el cual, instituciones y estructuras sociales siempre debían contribuir al equilibrio y mantenimiento del sistema social y/o la cultura.
Otra manera de realativizar el funcionalismo es tener en cuenta que toda acción social se rfiera a un actor social en un tiempo, lugar y circunstancia determinados; las acciones cociales y los actores no son ahistóricos, no estan ni afuera de, ni por sobre la historia. Todo actor y toda acción emprendida por él debe ser visto en el marco o contexto del tiempo, el espacio y las circunstancias, generalmente ajenas a su control, tanto como de sus intenciones y motivaciones.
que si están bajo su dominio. En ese sentido, el análisis funcional debe tomar en cuanta los aportes de la psicología, la psicología social, la ciencia política, la economia, la historia y las demás ciencias que estudian al hombre, para poder entender al actor, sus acciones y sus consecuencias.

martes, 30 de marzo de 2010

El análisis funcional

A partir de todo lo dicho en las participaciones anteriores, podemos codificar los pasos a seguir para llevara cabo un análisis funcional, desde las posturas teórico metodológicas de Talcott Parsons y Robert K. Merton. En primer lugar presentamos una consideraciones previas que hay que tomar en cuenta para llevar a cabo la investigación. Posteriormente presentamos los pasos a seguir para realizar el análisis propiamente dicho. Advertimos que el trabajo de sintesis de las propuestas de los dos autores considerados es propio, por lo que asumimos la responsabilidad respecto al mismo.

Consideraciones previas:
1) Toda acción es nodal, es decir, opera en los cuatro subsistemas de la acción
simultáneamente y se da en el contexto (marco de referencia), cuyos elementos son equivalentes a los subsistemas.
2) La acción considerada para su investigación es racional, con sentido y referida a terceros para ser considerada social.
3) El actor puede ser un individuo o colectividad.
4) Lo que se busca es obtener es el saldo líquido de consecuencias funcionales, partiendo del supuesto de que la acción social en el marco de una sociedad compleja puede traer consecuencias funcionales, disfuncionales o afuncionales. Las primeras traen consigo adaptación, ajuste, integración; la segundas inadaptación, desajuste y llaman a la reforma o cambio radical; finalmente, las terceras, resultan ajenas a la acción y las metas perseguidas, n afectan en ningún sentido.

El análisis funcional debe seguir los siguientes pasos:
a) Ientificar al actor, que puede ser una persona o una colectividad.
b) Identificar una necesidad que el actor trata de satisfacer.
c) Indentificar los procedimientos y métodos de que se sirve el actor para tratar de satisfacer su necesidad: procesos típicos e institucionalizados; mecanismos sustitutivos o compensatorios etc.
d) Identificación de los elementos psíquicos que intervienen en el proceso de satisfación de la necesidad: actitudes, motivaciones, intenciones, estratégia;
e) Describe le contexto social: sistema de roles/status y la estructura de estratificación (o clase sociales, estamentos, etc,
f) Identifica la estructura normativa que prevalece en la sociedad; tanto las normas escritas como las no escritas; las que están claramente codificadas como las que no, pero tienen el poder de imponerse sobre los individuos y grupos.
g) Identifica la cultura en que se inscribe la acción del actor, su grado de desarrollo, sus rasgos característicos, sus principios, valores, etc.
h) Determina los redursos materiales con que cuenta el actor para tratar de satisfacer sus necesidades.

Teniendo en cuenta esos elementos señalados, se lleva a cabo la investigación y el análisis, es decir, se trata de obtener el saldo líquido de consecuencias funcionales. Recuérdese que el actor es el punto de referencia y partida del estudio. Es respecto a él que se dice que la acción realizada es funcional o disfuncional, es decir, favorable o contraria a los intereses del actor. Si contribuye o no a su satisfacción. En este mismo sentido, es importante que el investigador averigüe si además de las consecuencias esperadas,positivas o negativas, hay consecuencias inesperadas igualmente favorables o desfavorables.

La idea del análisis es también averiguar en qué la acción del actor falló, en que subsistema hubo limitaciones o fallos u omisiones y la meta no se cumplió, conforma a lo planeado.
Sólo así el actor podrá, en caso necesario, establecer una acción correctiva o alternativa que le permita alcanzar la finalidad deseada.

Como se puede observar el análisis funcional puede ser epecialmente valioso si se trata de evaluar la ejecución de políticas publicas, programas sociales o proyectos empresariales y personales.

lunes, 29 de marzo de 2010

Robert King Merton, funciones y disfunciones

"Algunos analistas funcionales han supuesto gratuitamente que todas las estructuras sociales existentes desempeñan funciones sociales indispensables. Esto es pura fe, misticismo si se quiere, y no el producto final de una investigción continuada y sistemática."
Robert King Merton

El sociólogo norteamericano Robert King Merton, aportó al análisis funcionalista una serie de elementos que nos son útiles para la evaluación de una acción social como la hemos definido en participaciones anteriores, en base a las propuestas de Max Weber y Talcott Parsons, es decir, como una acción racional y con sentido que responde a determinadas motivaciones como pueden ser las necesidades (individuales o colectivas) y/0 la acción de terceros.
Merton nos habla en primer lugar de un saldo líquido de consecuencias funcionales, o sea, el saldo resultante de evaluar una acción, de observar si ha sido funcional o disfuncional. Pues en una sociedad compleja y sofisticada como en la que vivimos actualmente, una acción puede traer consecuencias funcionales (positivas, benéficas), como disfuncionales (negativas), es decir, contrarias a los propósitos e intenciones del actor y que, consecuentemente, no contribuyen a la adaptación y el ajuste. Este último caso es le punto de partida para el estudio de la dinámica y el cambio social seareformista o revolucionario.
También puede suceder que siendo las consecuencias positivas, es decir, funcionales, para el actor (individual o colectivo), estás sean a la vez disfuncionales para terceros, para otros actores o grupos de ellos. Esto implica un nuevo tipo de análisis que considera no sólo al actor que lleva a cabo una acción, sino también a a quellos que por su situación y posición social, sufren las consecuencias de la acción en cualquier sentido.
Merton tambien desarrollo la idea de consecuencias manifiestas y latentes. Las primeras son las consecuencias, intencionales, esperadas y deseadas, en tanto que las segundas son inesperadas o, no declaradas, no intencionales u ocultas. Las primeras contribuyen, dice Merton, al ajuste o adaptación del sistema; las segundas pueden o no contribuir a dicho ajuste, pues de entrada no son reconocidas. Estudiar éstas últimas, dice Merton, es más fructifero, más prometedor para el trabajo sociológico. "En resumen, se sugiere que las aportaciones intelectuales distintivas del sociólogo, se encuentran primordialmente en el estudio de las consecuencias inesperadas (entre las que se encuentran las funciones latentes) de prácticas sociales, así como en el estudio de las consecuencias previstas (entre las que se encuentran las funciones manifiestas)." (Merton, 1995, p. 142). Al estudiar la acción social de un determinado actor, el investigaror debe atender tanto a las consecuencias funcionales y disfuncionales que su conducta provoca y además debe fijar la altención a las funciones deliberadas y manifiestas, como aquellas que permanecen ocultas o latentes y que pueden acabra siendo tanto o más importantes que las declaradas. Esto e especialmente importante en el análisis político, pero también aplicable a otros asuntos y temas de estudio. La experiencia nos enseña que en las sociedades complejas como las actuales, las acciones de los actores pueden tener consecuencias tanto positivas como negativas, esperadas como inesperadas, y el investigador debe dar cuenta de ellas en su trabajo, especialmente si de él derivará algún tipo de propuesta que pretenda alterar el estado de cosas vigente. Es importante hacer notar que un actor puede calcular previamente que su acción tendrá determinadas consecuencias positivas o negativas, como también puede tomar en cuenta la posibilidad de que existan consecuencias inesperadas tanto de orden positivo como negativo como resultantes de su conducta. Para que tal cosa sea posible, el invetigador, en principio, debe tener claras las intenciones y motivaciones que mueven al actor a seguir determinada línea de conducta. Sólo conociéndolas podrá hacer una evaluación adecuada de la, o las acciones tomadas por el actor, es decir, obtener el saldo líquido de consecuencias funcionales.
En este sentido, el análisis funcional se muestra especialmente valioso para evaluar la acción de las entidades y organizaciones públicas y de los actores individuales, y puede servir de base para hacer diagnósticos que permitan diseñar planes y programas de acción, tanto para actores individuales, como para empresas y organismos públicos.
La intención de éste blog es aportar elementos teórico metodológicos para una sociología propositiva respecto alos problemas sociales, económicos, políticos y culturales. Por ello hemos tratado de presentar los elementos que el funcionalismo puede aportar en ese sentido. No se pretende que el funcionalismo sea la única o la mejor opción, pero si reconocer que tal enfoque aporta elementos digos de consideración, si de lo que se trata es de pasar del mero conocimiento de la realidad a su transformación activa, premeditada e intencional. De alguna manera en la mente del sociólogo, debe haber una filosofía de la historia, o dicho de otra manera, un proyecto de sociedad hacia la cual tender. El análisis funcional no aporta esos ingredientes, pero deben estar ahí presentes, en la mente del investigador. En terminos funcionalistas, son un prerequisito funcional y moral del mismo.

domingo, 21 de marzo de 2010

Imperativos funcionales y acción social

Talcott Parsons argumentó que toda acción social era nodal y se llevaba a cabo en el contexto de los cuatro subsistemas de la acción y se realizaba en los cuatro subsistemas simultáneamente. Por consiguiente, la acción debía cumplir con las cuatro funciones propias de cada subsistema de la acción. Estas son: Estabilidad Normativa correspondiente al subsistema cultural; Integración, en el subsistema social; Prosecución de Objetivos que es lo propio del subsistema personalidad y psíquico y; adaptación que corresponde al subsistema biológico.
a) Estabilidad normativa. Esta función del sisetma cultural tiene por finalidad asegurar que los valores y principios de la sociedad sean conocidos por los miembros de la sociedad; que los valores motiven a los actores a actuar de acuerdo a dichos valores y que, por tanto, al actuar, dichos valores y principios se reproduzcan y perpetúen. Para parsons la estabilidad normativa es tan importante que sostiene que aun en los procesos de cambio social, el cambio requiere de cierta estabilidad que adquiere la forma de orden en el cambio. Esta función, por lo tanto, es la direccion intelectual y moral de la sociedad.
b) Función Integración. Esta función consiste en asegurar la coordinación necesaria entre las unidades y partes del sistema de la acción, sobre todo en lo que corresponde a su contribución a la organización y al funcionamiento del conjunto del sistema social. Es en el subsistema social en donde se materializan de alguna manera los valores y principios del subsistema cultural en las relaciones sociales. También se concretizan dichos principios en normas jurídicas que regulan el comportamiento.
c) Prsosecución de objetivos. Corresponde a esta función la definición y obtención de objetivos para el sistema entero o para sus diferentes unidades constitutivas. Por eso parsons identificó esta función con la política a nivel social y la toma de decisiones a nivel del individuo. Podríamos sintetizar el asunto diciendo que es la función directiva que para poder ser ejercida requiere del marco cultural y la normatividad jurídica.
d) Finalmente, encontramos la función de adaptación que todo sistema debe satisfacer respecto a las exigencias situacionales externas. Aadaptación del sistema al entorno y adaptación también en el sentido de adecuación del entorno a los requerimientos del sistema. De ahí que Parsons considerara que del subsistema biológico se toman los recursos necesarios para poder cumplir con los objetivos trazados por el subsistema psíquico o personalidad.
Parsons llamó a estas cuatro funciones también imperativos funcionales, y sostuvo que toda acción social debe cumplir para ser exitosa con estas cuatro funciones o imperativos funcionales.
Ahora bien, si analizamos con cuidado lo hasta aquí dicho del planteamiento general de Parsons,
podemos darnos cuenta que en la base de su pensamiento subyace la preocupación por el orden en el sistema social. Y para Parsons este orden podía lograrse más bien mediante individuos capaces de autocontrolarse que por el ejercicio del poder. Por eso es tan importante que Parsosn haya jerarquizado los cuatro subsistemas y haya puesto en el nivel más alto a la cultura. Esta sería sin duda, el elemento más importante para lograr un orden sin necesidad de recurrir al poder enetendido como uso de la coerción y la fuerza. Mucho mejor individuos adecuadamente educados y socializados que cumplen con los valores y norma sociales por convencimiento propio.
Ls cuatro esenciales arriba presentadas deben ser desempeñadas para que la sociedad exista, se reproduzca y perpetúe. Consecuentemente, toda acción social independientemente de sus fines particulares debería colaborar a la sobrevivencia del sistema social en su conjunto. En eso su postura se acerca a la del antropólogo Bronislaw Malinowski que se reconoce como el representante más notable del funcionalismo absoluto. Malinowski sostenía que todo elemento de una cultura contribuía e alguna manera al todo, que todo elemento era funcional respecto al todo y por tanto indispensable. Parsons sostiene que toda acción social al cumplir con los prerequisitos funcionales es, también funcional respecto al sistema social en su conjunto. Si en Malinowski es la cultura y en Parsons es el sistema social, en ambos es común la idea de totalidad y de que las partes, unidades y elementos son funcionales, es decir, colaboran a la sobrevivencia y permanencia de ese todo. Al hacer entonces, una evaluación de cualquier acción social, el punto de partida del análisis es esa totalidad social o cultural que sirve como punto de referencia para declarar si algo es funcional o no funcional respecto a esa misma totalidad. Como veremos en nuestra siguiente colaboración, el sociólogo Robert King Merton alumno de Parsons y crítico del mismo y de Malinowski nos planea otra forma de ver las cosas, que nos parece más fructifera para evaluar una acción social determinada. Merton es reconocido como el representante del funcionalismo relativo.

lunes, 8 de marzo de 2010

La acción social, las motivaciones y la estructura social

En nuestra participación anterior, señalabamos al principio, que Talcott Parsons consideró la acción social como un proceso mental de carácter activo y no como una simple respuesta mental estereotipada a los estímulos externos que recibe el actor, tal como la plantea la teoría conductista. También señalabamos que la acción social incluía aspectos subjetivos, es decir personales, como objetivos, o sea, externos. Nos refereriremos a continuación a os primeros, a lo subjetivos. Talcott Parsons al desarrollar eeta parte de su esquema estructural funcionalista, acabó reconociendo que la acción social tenía como uno de sus ingredientes fundamentales la motivación, y que dicha motivación podía ser de carácter explicito y manifiesto, o de naturaleza inonsciente, en el sentido freudiano del término. Por tal motivo, cayó en la cuenta de que el análisis de la acción social y de sus motivaciones necesitaba del apoyo de la psicología, o para ser aun más específicos, del psicoanálisis. Parsons colocó entonces en un lugar central el tema de las motivaciones que conducen a la gente, a los actores, a actuar de determinados forma y sentido. Lo cual es un asunto crucial, a la hora de pasar de la simple descripción de la acción, a su debida interpretación. ¿Qué factores nos motivan a actuar en tal o cual sentido? ¿qué factores son manifiestos y cuales son latentes, ocultos a la simple obervación externa? son preguntas totalmente válidas a las que el esquema parsoniano trató de responder en su planteamiento teórico metodológico, reconociendo que lo individual se relaciona estrechamente con la estructura social. "En general, puede decirse que el análisis psicológico está dirigido a la explicación de actos, ideas y actitudes concretas de los individuos" (Parsons en Ruitenbeek, 1978, p. 89) dice Parsons, y esos actos e ideas se dan en el marco de la estructura social. A la sociología le interesa el estudio del, "...equilibrio de fuerzas motivacionales involucradas en el mantenimiento y en la alteración de la estructura de un sistema social." (Parsons en Ruitenbeek, 1978, p. 89). Parsons destaca que las motivaciones que mueven a los individuos tienen una importancia estratégica en la estructura del sistema social y a la inversa, que la estructura también influye en las motivaciones de los actores. Por eso el análisis de las motivaciones debe adaptarse a las necesidades técnicas del análisis sociológico en función de los problemas planetados en términos sociológicos. Parsons señala correctamente que el sociólogo debe hacer frente a los problemas motivacionales si quiere analizar en profundidad que es lo que mueve a los actores a la acción social y, agregaríamos nosotros, si quiere evaluar adecuadamente los resultados de la acción social llevada a cabo. Lo que pertinentemente, denominó Robert King Merton el saldo líquido de conseuencias funcionales, a sabiendas de que toda acción tiene aspectos tanto positivos como negativos, es decir, funcionales o disfuncionales.

sábado, 6 de marzo de 2010

La acción social

Parsons consideró la acción social como un proceso mental de carácter activo y creativo, no como simple respuesta mecánica y estereotipada como proponía la teoría conductista. Parsons consideraba que la acción incluía necesariamente aspectos subjetivos y objetivos. Los primeros se referían a las elecciones individuales de los actores, los segundos a las fuerzas y condiciones que tienden a limitar o condicionar las elecciones individuales.
La acción suponía tres elementos a considerar: voluntarismo, acto de unidad y la verstehen (análisis de la acción desde un punto de vista subjetivo, es decir, desde la perspectiva del actor).
El voluntarismo, hace referencia, según Parsons, a las elecciones que puede hacer el actor en las situaciones sociales en que se encuentra; el acto de unidad que a decir de Parsons incluía cuatro elementos; el actor mismo, un fin o meta a alcanzar, una situación determinada que incluye elementos que el actor puede o no controlar (medios y condiciones) y; un conjunto de normas y valores que le sirven al actor para alcanzar los fines perseguidos.
En el desarrollo de su esquema teórico, Talcott Parsons desarrollo 4 tipos de acción: la acción intelectual, que implica modelos cognocitivos de valor e intereses moticacionales; la acción expresiva que combina modelos evluativos e intereses catéticos; la acción moral que implica modelos morales o valorales, e interesess evaluativos y; la acción instrumental en el que se combinan metas futuras a alcanzar, modelos y medios de evaluación para alcanzar dichas metas.
Con los cuatro tipos de la acción, Parsons creo un modelo de tipos de acción fundamentado en la realación del ego (yo) y el alter ego (el otro), que no es sino el modelo de acción que originalmente nos había planteado Max Weber de laa cción racional con sentido referida a terceras personas.
Estas acciones, Parsons las relacionó con 5 elecciones dicotómicas posibles de la acción, que denominó pautas variables, que los actores pueden llevara acabo al enfrentar una situación determinada. Son elecciones universales que determinan la cción del actor frente a una situación dada. La primera de ellas es:
a) Afectividad-neutralidad afectiva, que se refiere a lo que sentimos frente a un fenómeno o hecho social, a la cantidad de emoción o afecto que invertimos o no invertimos en él. Es caso que se le presenta a un médico, terapeuta o maestro por ejemplo: ¿se debe o no involuctar afectivamente con el paciente o cliente,o debe mantenerse en una posición neutra y lejana respecto a este?
b) Especificidad-difusividad. En este caso el actor debe elegir entre orientarse al fenómeno social de manera total, considerandolo en conjunto,o por el contrario, su orientación es solamente hacia parte del fenómeno en cuestión. La pregunta es si, por ejemplo, un paciente debe aceptar el consejo de un sacerdote o ministro de culto para cualquier situación de su existencia o sólo para laas cuestiones de índole religiosa.
c) Universalismo-particularismo. Se refiere en este caso a si el actor debe categorizar un fenomeno o hecho social como algo de carácter general y universal o, por el contrario, de manera específica y particulalar. Es el caso cuando se dice, todos los hombres (o mujeres) son iguales; o por el contrario hacemos una distinción entre un hijo y otro, destacando su singularidad.
d) Adquisición-adscripción. Aquí se nos plantea el problema de atribuir a un hecho o fenómeno ciertas características que le son propias de origen o que fueron adquiridas con posterioridad.
Por ejemplo sería el caso de los talentos innatos y las habilidades y capacidades adquiridas en el proceso educativo.
e) Sí mismo-colectividad. Finalmente, la última dicotomía se refiere a si se elige seguir nuestro interés privado o el interés colectivo, entre ser egoístas o altruistas. ¿Elegimos un empleo por el salario y el prestigio que nos dará o por la posibilidad de servir a los demás que nos brinda?
Con el esquema de pautas variables, Parsons trató de dar un instrumento que pudiera ser utilizado en el subsistema personalidad para diferenciar hábitos de elección, para examinar las diferentes expectativas en el sistema de roles en el subsistema social o para distinguir las diferentes pautas normativas en el subsistema cultural, dato que nos ayudaría a determinar las características de una cultura específica.
La acción se inscribe en los cuatro susbsistemas entendidos como contextos y es molar en el sentido de que se realiza simultánea e integralmente en los cuatro subsistemas de la acción.
Cabe decir finalmente, que Parsons dejó paulatinamente este esquema de la acción voluntarista, delacto de unidad y del análisis individual, en sus trabajos posteriores a 1937, sin embargo su recuperaciónes importante si lo que se quiere es usar el esquema parsoniano con fines prácticos tanto de evaluación de la acción de los actores como en términos de planeación de la acción misma.

martes, 23 de febrero de 2010

Esquema del sistema de la acción social

Por lo que pudimos ver, el esquema parsoniano de la acción social quedó conformado por 5 subsistemas de la acción social. Siguiendo la lógica de la jerarquía cibeernética, de mayor a menor información, en primer lugar estaría el subsistema cultural que contiene los conocimientos, filosofías ideologías, valores y principios morales, o sea, el aparato simbólico que sirve de marco general para la acción, ésta no es posible sin una cultura que la sustente y guíe. Su función es la estabilidad normativa. A él pertenecen las estructuras de socialización. En segundo término estaría el subsistema social en el que se expresaría concretamente la cultura en relaciones e interacción social y en las normas, leyes y reglamentos que establecen el marco jurídico dentro del cual las relaciones y la interacción se establece. Su función es la integración y a él pertenecen las estructuras jurídicas. A continuación vendría el subsistema psíquico o de personalidad, cuya función sería la prosecución de objetivos, o alcance de metas propuestas, mediante las estructuras políticas y que estaría compuesto por la administración pública y las políticas de gobierno. Es decir, al subsistema psíquico correspondería el uso del poder para dirigir al sistema social hacia determinadas metas. A continuación, y de manera provicional, estaría el subsistema de apoyo, cuya función es la renovación de los cuadros en la sociedad. Aunque Parsons se refería al problema de la renovación de los cuadros políticos de manera legal y legítima, esta idea es aplicable prácticamente a toda organización económica, política, cultural o de cualquier otro tipo, como la Iglesia o las Fuerzas Armadas. Analizada la acción desde un punto de vista dinámico, la renovación de los actores es un requisito indispensable para que el sistema en su conjunto funcione y se reproduzca a lo largo del tiempo. Los procesos de reclutamiento, selección y capacitación serían los propios de este subsistema de apoyo.
Finalmente, en la base, encontraríamos al subsistema biológico cuya función es la adapatación y que incluye los medios que el sistema de la acción social y sus miembros utilizan para la prosecución de objetivos. Es el ámbito de la estrucura económica , de la banca, las empresas, el dinero, los redcursos materiales y la ejecución de roles por parte de los individuos.
Como hemos dicho anteriormente, la acción social es molar, es decir se da en los subsistemas de manera simultánea, por lo que un análisis y evaluación requiere investigar la acción en todos los subsistemas planteados en el esquema parsoniano. Por otra parte, la resultante del análisis y el estudio debe conducir a lo que Robert K. Merton llamá el saldo líquido de consecuencias funcionales, que nos dirá si una acción ha resultado funcional (cumplió con su objetivo), o disfuncional (ha resultado negativa, ha fallado, no se ha cumplido con el objetivo, ó ha sido contraproducente), o afuncional, es decir, sus resultados no son ni funcionales ni disfuncionales, son ajenos a la meta a conseguir. Lo importante a destacar por el momento es esa visión integral y global de la acción social y análisis igualmente integral que debe hacerse de la misma para poder comprenderla adecuadamente.

lunes, 8 de febrero de 2010

AMOR Y SOCIOLOGIA

No debe ser motivo de duda que el amor es un hecho social y, por lo tanto, un asunto de la incumbencia de la sociología. Sin embargo, es un tema, que por la dificultad de su abordaje, ha sido dejado de lado, con cualquier tipo de pretexto, desde la consideración del amor como un hecho irracional y por lo tanto, incapaz de ser estudiado por la ciencia, hasta la afirmación de los conductistas de que tal cosa, el amor, no existe, como no existe tampoco la libertad y muchas cosas más. Lo cierto es que el amor esta aquí, y gracias a él muchos actos son realizados no por cientos, sino por millones de personas. Sí, el amor ha inspirado y motivado la acción de los seres humanos en prácticamente todos los rubros posibles. Tanto en las acciones heróicas, como en los actos solidarios para con el prójimo, como en el campo educativo impulsando a pedagógos y maestros a buscar las mejors técnicas para enseñar a los niños, jovenes, adultos y hasta personas de la terecera edad. En el campo de la salud, el amor al ser humano, ha sido causa de buscar mejores medicamentos y tratamientos para sanar a los enfermos. Así podríamos eeguir recorriendo los diversos ámbitos de la acción humana. Lo cieerto entonces, es que el amor no se redue a demostraciones afectivas hacia los padres, los hijos, la pareja o los amigos, incluso hacia Dios io los santos. El amor, como su contraparte el odio, o el miedo, han sido los gandes motores de la acción tanto individual como colectiva. Siendo así, ¿no merece el amor más atención e interés por parte de los científicos sociales? ¿siendo causa o motivo de tantas acciones sociales no merece el amor ser estudiado e investigado con detenimiento desde una perspectiva sociológica? Con independencia a lo que ya han aportado los filosofos desde su "amor a la sabiduría", y los psicólogos y psicoanalistas, o los antropólogos, ciertamente tambien la sociología tiene algo que decir, y seguramente será muy importante y trascendente. Estudiar el amor en estos días en que precisamente tanto se lamenta su ausencia de la vida social, no nos parece algo irrelevante ni distractor de las cuestiones que hoy acaparan la atención pública, sino, muy por el contrario, un tema central y vital, para entender la experiencia humana, en toda su magnitud y complejidad.
Investigar el amor, no es pues una trivialidad, ni algo pueril o superficial, nos parece, por el contrario algo decisivo para el presente y el futuro de la especie humana y el mundo.
Los sociólogos como científicos no deben rehuir el tema, no hay justificación alguna para ello, es un tema sociológico relevante y de primera importancia.

jueves, 28 de enero de 2010

Acción social, el factor afectivo

Dedicado a Patricia Neijel, por su deseo, voluntad y afán de amar


En la entrega anterior hablamos de la definición de acción que hizo Max Weber y que depués retomó Talcott Parsons para su esquema sistémico, como punto de partida del mismo. En la definición de Weber de la acción social como una acción racional referida a un tercero, Weber omitió el factor afectivo que podría existir en esa referencia al otro. Y Parsons hizo lo mismo en su propio esquema conceptual. Lo cual no debe extrañarnos, ya que la sociedad occidental, de la época del Renacimiento hasta nuestros días, ha dado excesiva importancia a la razón y la lógica y cada vez menos valor a la cuestión libidinosa (afectiva), por considerarla irracional y difícil de estudiar desde un punto de vista científico, que en lo social ha querido seguir las pautas de las llamadas ciencias duras. Sin embargo fue Freud quien sacó a la luz la importancia de lo afectivo en su critica a los trabajos de Le Bon y Mac Dougall sobre la psicología de las masas. Freud acertadamente afirmo que, "...en la esencia del alma colectiva existen también relaciones amorosas (o para emplear una expresión neutra, lazos afectivos)." (Freud, Obras Completas, tomo VII, p. 2577). Más adelante afirmó que, "...la experiencia ha demostrado que aun en los casos de simple colaboración se establecen regularmente entre los camaradas relaciones libidinosas, que van más allá de las ventajas puramente prácticas extraídas por cada uno en la colaboración." (Freud, Obras Completas, Tomo VII, P. 2584). Si lo dicho por Freud es cierto, y así lo creemos, un análisis sociológico y psicosocial de la acción social no puede dejar de considerar como un elemento indispensable a tomar en cuenta lo afectivo, ya sea en su polo positivo, el amor, o en el negativo el odio. Es ese factor afectivo el que, cómo decía Viktor Frankl hizo que agunos hombres, "actuaran como cerdos mientras que otros se comportaban como santos." (Frankl, 1987, p. 128). Es decir, el amor como el odio, el perdón como el resentimiento y la negativa a perdonar, tienen un efecro directo e inmediato en la acción social referida a terceros. Por ello, insistimos, el análisis sociológico no puede dejar de considerara tal factor en sus investigaciones sobre la aciión social y sobre las esructuras e instituciones igualmente sociales. La perspectiva parsoniana se vería así altamente enriquecida y actualizada. Baste recordar cuantas veces en la historia humana los factores sentimentales y afectivos han sido el detonante para llevar a cabo, racionalmente acciones constructivas y destructivas en función a otros seres humanos (terceros). O también para despertar el interés para estudiar algún aspecto de la realidad social en el caso de la sociología y las demás ciencias humanas.
"El amor constituye la única manera de aprehender a otro ser humano en lo más profundo de su personalidad. Nadie puede ser totalmente conocedor de la esencia de otro ser humano si no le ama" dijo Viktor Frankl (Frankl, 1987, p. 110) y esta es una verdad aplicable a las ciencias sociales y su quehacer cotidiano, s no se puede aprehender a la persona sin amarla, lo mismo se pude decir de la sociedad, ¿cómo tratar de soluccionar los problemas de una comunidad o colectividad sino se le ama, si no hay un sentimiento de identificación con la misma? o aún de manera más básica y elemental ¿para qué conocer algo que si bien no se le odie y desprecie, si nos produce indiferencia? Así pues el factor afectivo está en el centro mismo de la acción social, de sus sentido e intencionalidad, de su referencia a un tercero (él o los otros).