domingo, 29 de noviembre de 2009

El Sistema de la Acción Social, la propuesta de Parsons

Siguiendo con la obra del sociólogo norteamericano Talcott Parsons, él nos plantea que toda acción ya sea individual o colectiva puede verse en una doble dimensión, esto es, como una acción que se inscribe en cuatro contextos, a saber, cultural, social, psíquico y biológico, y como una acción que se lleva a cabo en los cuatro subsistemas de la acción social, cuyos nombres son los mismos: cultural, social, personalidad (psíquico) y biológico. Parsosn toma la idea de la acción social de Max Weber, el gran sociólogo alemán. Éste último sostiene que la acción es racional y con arreglo a fines, es decir es una acción con intención, con determinados objetivos a alcanzar.
Pues bien, la acción social, dice Parsons, se lleva a cabo en el contexto de una cultura determinada, en base a una cierta normatividad, con cierta intención, como ya decíamos, y con las limitaciones y posibilidades que impone un organismo vivo. Y dicha acción se lleva a cabo, dice él, reafirmando ciertas pautas culturales, valores; poniendo en práctica ciertas normas y modelos de conducta, con cierta intención del actor y movilizando su organismo.
Considerar la acción en estos términos significa entonces que podemos analizarla a partir de los cuatro contextos y subsistemas y determinar cuando la acción no ha sido exitosa, en donde ha fallado, para en su caso, entender las causas de ese fallo y dónde se efectuó éste; posteriormente se pueden hacer los ajustes y correecciones pertinentes en cualquiera de los subsiemaas de la acción.
Como se podrá observar, ya sea que se trate de una conducta individual o grupal, se puede analizar dicha acción de manera integral y sistémica. y así entender que no se puede caer en el reduccionismo de la monocausalidad, para evaluar por qué una acción ha sido efectiva o ha fallado. Se tiene que partir de la idea sistémica de la interdependencia de los subsistemas entre sí, y del hecho de que una afectación en una subsistema incide de alguna manera y en algún grado a los demás. Para que el análisis pueda ser realizado hay que partir de definir al actor, la intención que lo mueve a actuar (imperativo funcional, es decir, necesidad) y la acción que se ha llevado a cabo.Cuando la acción no ha tenido éxito y no ha logrado por tanto, su objetivo, se puede dar el paso de llevar a cabo un trabajo de ingeniería social con el fin de corregir o cambiar aquellos elementos que no han funcionado adecuadamente y han impedido el logro de la meta propuesta inicilmente. Se pueden analizar desde esta perpectiva, políticas sociales o económicas, programas de gobierno, proyectos empresariales, planes personales.

martes, 24 de noviembre de 2009

Talcott Parsons

Talcott Parsons es sin duda uno de los sociólogos más importantes del siglo xx y el más destacado representante de la tradición analítica. A Parsons debemos la elaboración de un esquema analítico llamado el Sistema de la Acción Social, en el que el autor pretende dar cuenta de manera general abstracta de las necesidades básicas que toda sociedad u organización debe cumplir para funcionar adecuadamente, así como de los subsistemas de la acción mediante los cuales esas necesidades (impertaivos funcionales) deben ser satisfechas. El esquema parsoniano parte de dos principios fundamentales: el todo es más que la suma de las partes, y las partes que conforman un sistema están estrechamente relacionadas entre sí, de tal manera que lo que pase en un subsistema afecta de alguna manera y en cierta medida al todo al que pertenece.
El esquema propuesto por Parsons permite así, llevar a cabo un análisis de la sociedad y descubrir aquellas areas (subsistemas) que al no funcionar adecuadamente, contribuyen negativamente a la inestabilidad social y entonces, mediante una "ingeniería social" hacer los cambios adecuados para la re-estabilización del conjunto del sistema social. Robert King Merton, alumno de Parsons, agregaría que cuando una institución social no cumple con su función esta podría ser modificada, reformada o incluso sustituída por otra, lo que implicaría ya un cambio que podríamos denominar como revolucionario. En términos de Parsons eso significaría que al fallar gravemente uno o varios de lo subsistemas sociales, bien podría darse un cambio revolucionario y no una mera reforma re-estabilizadora. Asunto especialmente importante para la sobrevivencia de uan sociedad determinada. Por ello retomar la obra de Talcott Parsons puede ser especialmente importante para utilizarla para llevar a cabo ese trabajo práctico de investigación, que pudiera dar lugar a una evaluación de las áreas que está siendo disfuncionales y que requieren la aplicación de medidas correctivas o su transformación radical. Por cierto que retomar su trabajo y revisarlo, permitiría también avanzar en seguir desarrollando su sugestivo enfoque sobre la sociedad moderna, desde una visión sistémica (estructural funcionalista), adecuandolo a los tiempos actuales y a realidades concretas y específicas. Como toda obra humana, especialmente cuando se da en el ámbito académico e intelectual, la obra de Parsons es suceptible de ser modificada y perfeccionada y así debe suceder.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Durkheim: la reconstrucción moral de la sociedad

Separar la ciencia sociológica de la filosofía y la psicología, desechar sistemáticamente las prenociones o prejuicios, utilizar la estadística como técnica de investigación, señalar que los hechos sociales son cosas, es decir objetos externos al investigador; proponer a la sociología como una ciencia no sólamente capaz de investigar la realidad sino también de aportar al beneficio de la sociedad, siguiendo en eso las enseñanzas de Augusto Comté, nos parecen los aportes más ignificativos que Emile Durkheim hizo a la sociología, y por los cuales se le considera uno de sus padres y fundadores. Aportes que hacen que su pensamiento, como el de otros clásicos, siga aun vigente, sin demerito alguno por los aportes de los sociólogos que continuaron sus obras (como Marcel Mauss tan poco estudiado en México) y los que hoy se esfuerzan por investigar y explicar la sociedad actual con un espíritu renovado, siempre curioso e inquieto, que no se detiene ante ningún obstáculo y que ve en la enorme pluralidad multifacética de la realidad una fuente inagotable de ideas, preguntas, hipótesis, suposiciones y temas. Pero tal vez lo más rescatable hoy en México y para México, de lo obra de Durkheim , sea, como lo propuso él para la Francia de su tiempo, la reconstrucción moral de la sociedad; una moral cívica que, como dice Oscar Uribe Villegas en el prólogo a "El Suicidio" de emile Durkheim, esté más allá de demagogias y mojigaterias, y, "cale hasta lo más hondo de nuestro ser social." (Durkheim, 1983, p. 44)

lunes, 9 de noviembre de 2009

Aportes de la sociología a la realidad actual

México me preocupa, y me preocupa también los aportes que desde las ciencias sociales, y en particular la sociología podemos hacer para salir de la crisis y encaminar a nuestra nación en el camino del progreso, del desarrollo, del crecimiento, es decir de una sociedad más igualitaria, equitativa, justa, pacífica y sana. Y no es asunto nada fácil. Las distintas posiciones ideológicas, sobre todo cuando son esxtremas, dificultan mucho el trabajo. Pero no hay que renuciar a ello.
La libertad y la democracia con las que contamos, aun de manera muy inmadura y básica, son un buen par de puntos de partida para la difícil tarea por realizar. Hay que trabajar en el "espíritu" de ambos elementos, o sea, haciendo buen uso de la libertad y de la democracia; buen uso significa en el primer caso, actuar responsablemente y solidariamente, en el segundo, oyendo, mirando, escuchando, buscando coincidencias y acuerdos. Y todo ello con miras a construir una mejor sociedad de la que tenemos hasta el momento. Augusto Comte decía que primero había que tener planteada una meta antes de avanzar; esa meta debe ser México y el bienestar de todos y cada uno de los que vivimos en él, sin importar género, edad, raza, el lugar de residencia o la actividad socioeconómica a que nos dediquemos. Afortunadamente la sociología ha acumulado muchos conocimientos, métodos y técnicas, que le posibilitan hacer una serie propuestas en el sentido que queremos, un país mejor donde al más pobre y humilde no le falte nada propio de una vida digna. No hay que olvidar que con ese fin se creó la sociología y ahora es un momento histórico para poner en práctica esos saberes, métodos y técnicas en favor de la nación, junto con las demás ciencias del hombre, como la ciencia política, la psicología, la antropología, el derecho o la economía. De no hacerlo, se corre el riesgo de hacer de la sociología un conocimiento enciclopédico pero inútil, y la verdad se adicha, los tiempos no están para eso. No es momento de seguir desperdiciando esos saberes cuando pueden ser tan útiles a la República. Hay que aportar ya lo que la sociología tiene que decir sobre lo que realmente somos como sociedad y cultura, denunciar las fallas, errores, limitaciones, con espíritu crítico constructivo y propositivo; pero también hay que dar cuenta de lo bueno que se ha hecho, de lo que sirve y debe ser mantenido y respetado para bien de todos.

jueves, 5 de noviembre de 2009

La Libido, sociedad y cultura

Uno de los campos de estudio más interesantes de la sociología es el que corresponde a la psicología social, campo en que se traslapan la sociología y la psicología. Como se sabe se trata de un terreno común a ambas ciencias en lo que importa, como tema de studio en investigación, es la relación entre individuo y sociedad y la influencia que ejercen uno hacia la otra y viceversa.
En este campo hay un sinnúmero de aportaciones tanto de psicólogos como por los sociólogos y, de manera relevante de los psicoanalistas. Corresponde a estos últimos, de manera especial a Sigmund Freud haber desdtacado el elemento libidinoso que se establece en la relación entre individuos y entre el individuo y el grupo, la colectividad y la sociedad en su conjunto. El elemento libidinoso, o dicho de manera más sencilla y menos polémica, afectivo, es especialmente importante en la constitución de relaciones, asociaciones, colectividades, grupos, organizaciones y la sociedad. En la medida en que ese elemento crece y desarrolla, fenómenos como la solidaridad, la reciprocidad, la tolerancia y la comprensión se hacen posibles. Los sentimientos de unión y cohesión y la tendencia a su realización efectiva también tienden a concretizarse en hechos manifiestos. Por todo ello es de especial importancia que se estudie e investigue ese elemento libidinoso en terminos prácticos, en casos experimentales reales.
Cuando en un país, como el nuestro (México), se dan los fenòmenos de corrupción, insensibilidad frente a los graves problemas sociales, la intolerancia, y los crimenes de todo tipo sin el menor remordimiento, habría que plantearse como un problema real qué está pasando con la cuestión libidinosa. "En el desarrollo de la humanidad, como en el del individuo, es el amor lo que ha revelado ser el principal factor de civilización, y quizá el único, determinado el paso del egoísmo al altruismo." (Freud, Obras Completas, Tomo VII, i974, p. 2584). Por o tanto, proponemos la necesidad de estudiar ese aspecto libidinoso en nuestra cultura. Si como Freud sostenía en "El Malestar de la Cultura" ésta tiende un carácter más bien restrictivo, limitante y hasta represivo, no puede ser sino el amor el factor compensatorio a los sacrificios y renuncias que han de hacerse en favor de una más o menos pacífica y estable convivencia social. Por todo ello reiteramos la necesidad de etudiar seriamente este factor libidinoso señalado por Sigmund Freud.