sábado, 13 de abril de 2013

Vocación de la sociología

El desarrollo de la ciencia sociológica depende de las condiciones históricas prevlecientes en un momento dado. Puede haber momentos en que las condiciones políticas, económicas y culturales sean propicias para el desarrollo del saber sociológico, como también puede haber épocas en que dicho desarrollo se obstaculice y dificulte. Sin duda, la sociología como saber científico ha encontrado sus mejores posiblidades de crecimiento y epansión en sociedades "abiertas" y democráticas, que no sólo han tolerado la sociología, sino que han alentado su desarrollo. Tal es el caso de la Gran Bretaña en últimos tiempos, y de los Estados Unidos hsitóricamente. Por el contrario, en sociedades poco democráticas o no democráticaticas, la sociología o se ha estancado o de plano ha sido perseguida hasta su desaparición, por considerarsele un saber peligroso, dado su carácter analítico, crítico y propositivo. la sociología se ve como enemiga del statu quo, y se le ataca de manera irracional, o se le ignora. El asunto se ha agrava cuando la sociología ha adquirido compromisos sociales con los grupos más golpeados de la sociedad y sale del cubículo y el aula, para trabajar al lado de los pobres y marginados; entonces se le considera subversiva y enemiga de la paz y el orden social. Quienes actuan en contra de la sociología desconocen que esta ciencia social nació con el compromiso de ayudar a transformar a la sociedad convulsionada; recuerdese a Augusto Comte y su filosofía positivista, queriendo reestablecer el orden y el progreso en la Francia de su tiempo, tal como lo había propuesto anteriormente su maestro el Conde SaintSimon con su fisiología social. Emile Durkheim, tampoco fue ageno a esa preocupación por mejorar la sociedad de su tiempo, mediante los resultados de la investigación científica y su aplicación a la propia sociedad. Así que la vocación reformadora y transformadora de la sociedad para hacerla mejor, ha acompañado a la sociología desde su nacimiento mismo en el siglo XIX. Esto por medio, ya decíamos, del estudio y la investigación y al experimentación, siguiendo el modelo de las ciencias "duras" como la física o la química o la biología. Nunca ha estado en la intención de la sociología el uso de la fuerza y la violencia como medios para el cambio social. Y si aquí entra a colación Karl Marx, cabe decir que el era filósofo economista y revolucionario no sociólogo (aunque hizo importantes aportaciones al saber sociológico). Sí Marx propuso la revolución comunista y la dictadura del proletarido, y la lucha violenta, pero lo hizo en su carácter de revolucionario comprometido con los trabajadores, lo que fue resultado de sus estudios filosóficos y económicos, tanto como de su afán de mejorar la vida de aquellos que vivían de la venta de su fuerza física al no tener otro bien que aportar al trabajo, en condiciones e vida infrahumanas.
Desde la sociología hay que promover el cambio social para mejorar las condicones de vida de las mayorías, de eso no cabe duda, pero hay que buscar los mecanismos que permitan que el cambio social sea lo menos violento posible sin demértito de la eficacia del cambio. No se trata de dañar a unos para beneficiar a otros, se trata de que todos salgan ganando y se creen condiciones de vida más justas, equitativas; de que haya bienestar y prosperidad generlaizados. Lo cual no es fácil, pero tampoco imposible.  Precisamente a la sociología, en tanto ciencia de lo social le corresponde la búsqueda de esas alternativas, vías, procedimientos y mecanismos, que permitan el cambio social sin necesidad de recurrir a la violencia irracional y la fuerza bruta para forzar las cosas. Contrario a lo que se imaginan en las sociedades dictatoriales o en los países en vías de desarrollo, valga la expresión, la sociología no tiene un afán destructivo per se, sino una vocación muy positiva, colaborar a construir una sociedad mejor.  La sociología debe esforzarse por institucionalizarse y desarrollarse en sociedades en donde no es vista aun con buenos ojos. Ahí está el gran reto.