domingo, 24 de marzo de 2013

Aceptación e institucionalización de la sociología

Lograr la aceptación de la sociología, como sabe científico institucionalizado no ha sido tarea fácil, ni en México, ni en muchos otros países del mundo, especialmente en aquellos llamados del tercer mundo, o aquellos que viven bajo regimenes altamente restrictivos de las libertades humanas de pensamiento, expresión y difusión. La institucionalización de la socilogía se ha topado con grandes obstáculos debido a su carácter reflexivo, crítico y cuestionador del orden establecido, como también a su notable limitación en terminos de imaginación creativa, que ha dervidado en la falta de propuestas viables para la solución de los problemas sociales. También como ya lo hemos señalado anteriormente, a la limitación a ciertas temáticas de orden más bien político y económico y de carácter macrosocial, que no han logrado conectar, valga el término, con la realidad cotidiana de millones de seres humanos y sus problemas existenciales, familiares, laborales y de toda índole.
La sociología pues, tiene que abandonar el cubículo y el salón de clases, para ir a la calle, a la plaza, al sindicato, al movimiento social, a las asociacions civiles, a la empresa, al gobierno, para captar y entender la realidad desde quienes la viven (gozan o sufren) cotidianamente. Las mediciones y los estudios estadísticos son muy importantes,pero no suficientes, hay que echar mano de los estudios e investigaciones cualitativas, que nos hablan de lo que la gente observa, piensa y siente de sus situación. No todo saber sociológico se agota y satsisface en los grandes procesos sociales, también es necesario mirar los procesos microsociales, las visiones subejtivas, las historias de vida, y con ellas los temas que son importantes para el individuo, los pequeños grupos y comunidades. Ahí estan muchos de los temas que pueden diversificar el campo de estudio, investigación sociológico, enriqueciéndolo, así como encontrando más espacios para la solución de problemas y ejercicio profesional. Sí, hay que salir del aula, con la teroría y los métodos a cuestas, en la mochila de los saberes, pero hay que salir y observar desprejuiciadamente lo que suecede afuera de los espacios académicos universitarios.  Sólo así se ganará la legitimidad y la institucionalidad que aun la sociología no ha logrado, especialmente en sociedades como la mexicana o sociedades de los países en vías de desarrollo.
El saber sociológico, sus armas teórico metodológicas y técnicas, su "imaginación" son indispensables para proponer alternativas de solución a los graves problemas que tiene la sociedad o fracciones de ella. El trabajo sociológico es, en ese sentido una muy emocionante aventura intelectual, emocional, afectiva, que puede derivar en fuertes y serios compromisos para con la sociedad o determinados grupos o asociaciones u organizaciones dentro de ella. Aun quedándose detrás de las barreras de la academia y el trabajo sociológico intelectual, con el fin de cotribuir al desarrollo científico, el sociólogo se enriquecerá a sí mismo como persona, como profesional e intelectual si con todo su bagage intelectual y moral, sale a la calle a observar con una mirada inquisitiva, analítica, crítica y desprejuiciada, a la vez que profundanente humana, sensible y amorosa.