lunes, 8 de febrero de 2010

AMOR Y SOCIOLOGIA

No debe ser motivo de duda que el amor es un hecho social y, por lo tanto, un asunto de la incumbencia de la sociología. Sin embargo, es un tema, que por la dificultad de su abordaje, ha sido dejado de lado, con cualquier tipo de pretexto, desde la consideración del amor como un hecho irracional y por lo tanto, incapaz de ser estudiado por la ciencia, hasta la afirmación de los conductistas de que tal cosa, el amor, no existe, como no existe tampoco la libertad y muchas cosas más. Lo cierto es que el amor esta aquí, y gracias a él muchos actos son realizados no por cientos, sino por millones de personas. Sí, el amor ha inspirado y motivado la acción de los seres humanos en prácticamente todos los rubros posibles. Tanto en las acciones heróicas, como en los actos solidarios para con el prójimo, como en el campo educativo impulsando a pedagógos y maestros a buscar las mejors técnicas para enseñar a los niños, jovenes, adultos y hasta personas de la terecera edad. En el campo de la salud, el amor al ser humano, ha sido causa de buscar mejores medicamentos y tratamientos para sanar a los enfermos. Así podríamos eeguir recorriendo los diversos ámbitos de la acción humana. Lo cieerto entonces, es que el amor no se redue a demostraciones afectivas hacia los padres, los hijos, la pareja o los amigos, incluso hacia Dios io los santos. El amor, como su contraparte el odio, o el miedo, han sido los gandes motores de la acción tanto individual como colectiva. Siendo así, ¿no merece el amor más atención e interés por parte de los científicos sociales? ¿siendo causa o motivo de tantas acciones sociales no merece el amor ser estudiado e investigado con detenimiento desde una perspectiva sociológica? Con independencia a lo que ya han aportado los filosofos desde su "amor a la sabiduría", y los psicólogos y psicoanalistas, o los antropólogos, ciertamente tambien la sociología tiene algo que decir, y seguramente será muy importante y trascendente. Estudiar el amor en estos días en que precisamente tanto se lamenta su ausencia de la vida social, no nos parece algo irrelevante ni distractor de las cuestiones que hoy acaparan la atención pública, sino, muy por el contrario, un tema central y vital, para entender la experiencia humana, en toda su magnitud y complejidad.
Investigar el amor, no es pues una trivialidad, ni algo pueril o superficial, nos parece, por el contrario algo decisivo para el presente y el futuro de la especie humana y el mundo.
Los sociólogos como científicos no deben rehuir el tema, no hay justificación alguna para ello, es un tema sociológico relevante y de primera importancia.