martes, 30 de octubre de 2012

Imaginación y creatividad en socilogía

Antes de la creación de la sociología como ciencia de lo social, se pensaba ya la socieedad pero desde otras categorías de pensamiento no cientíificas, filosóficas e históricas. Por tal razón los primeros sociólogos tuvieron muchas dificultades para enfocarse en el estudio de lo social desde una postura positiva, es decir, científica. El haber llevado ese cambio en la manera de abordar lo social permitió la fundación y el desarrollo de la ciencia sociológica. Hubo entonces que inventar  categorias, conceptos, teorías, así como métodos y técnicas de investigación que acercaran al sociólogo a su objeto de estudio: la sociedad. Esos primeros presociólogos y sociólogos nos dejaron un gran porte y también una gran enseñanza. Fueron muy imaginativos y creativos. Ese gran aporte es la ciencia de lo social, cada vez más compleja y diversificada, más sofisticada y capaz, aunque parezca estar siempre en una crisis irremediable y al borde del precipicio. La gran enseñanza es la necesidad de ser frente a la realidad, muy originales, imaginativos y creativos. No se trata de  refundar la sociología desde cero, como si no hubiese ya un bagage histórico en el cual sustentar esta ciencia. Sino de aprovechando ese conocimiento acumulado y ante las realidades emergentes y cambiantes, siempre dinámicas, imaginar y crear las categorías teóricas metodológicas, los conceptos, las teorías capaces de ayudarnos a describir, comprender y explicar, la realidad presente. Así hay que ler y releer a los clásicos una y otra vez, pero con espíritu crítico, inquisitivo, tratando de extraer toda la riqueza de su pensamiento ys us planeamientos. Y a partir de ellos, para nuestra época, nuestra situación, nuestros problemas tratar de eser igualmente imaginativos y creativos. Poco o nada se gana de importar teorías y puntos de vista creados en otras situaciones si no se hace, como ya decíamos, de manera crítica e inquisitiva. Las explicaciones y las soluciones que a partir de ellas se pueden dar, pueden estar del todo equivocadas y acabar creando más problemas  de los que ya existen, si pasamos por alto la especificidad de una situación concreta. No se trata pues de copiar e imitar nada más porque sí, se trata de retomar ese espíritu, valga la expresión, de los fundadores de la sociología y los grandes pensadores que esta ciencia ha porducido a lo largo de su historia.
Para el caso de América Latina en general, de México específicamente, y muchos otros países del llamado mundo en vías de desarrollo, países emergentes o del tercer mundo, e especialmente importante hacer un gran esfuerzo por entender la realidad política, económica y socioculttural desde esa propia realidad. Pensar, imaginar, crear, prroponer, son las grandes tareas intelectuales a las que el sociólogo está obligado; sin menoscabo del trabajo de campo, de la investigación "in situ", con la comunidad, el grupo, la colonia, el barrio, etc. Teoría y acción son inseparables y a ellos hay que agregar una buena dósis de creatividad, que ha sido deafortunadamente una asignatura pendiente para los sociólogos del tercer mundo.Las grandes teorías y paradigmas teórico metodológicos, sólo pueden ser puntos de partida, fuenetes de inspiración, incluso guía, pero no hay porque permanecer encerrados, aprisionadas en ellas, la realidad con su dinámica, impone un trabajo imaginativo y creativo al que no se puede  ni se debe renunciar.  

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