domingo, 19 de mayo de 2013

Orden social y orden natural

No son pocos los autores quienes han contrapuesto el orden social al orden natural. para esos autores pareciera que el orden social, debido al desarrollo de la cultura se opone al orden natural. Y ha este último se le considera como inferior en algún sentido. La capacidad humana de crear cosas y artefactos pareciera colocar al ser humano por encima de la naturaleza y de sus procesos. Pero esto puede ser una imagen falsa, en la medida en que sin despreciar nuestras específicas cualidades como especie, seguimos siendo una especie animal. Para muchos esto resulta muy molesto e incómodo. ¿Cómo con tantas obras mateiales, artísticas, intelectuales podemos seguir consagrándonos una especie más dentro de la naturaleza? Pues las evidencias  nos indican más bien que seguimos una especia animal, sí necesitamos de la naturaleza, y ella de nosotros. Como cualquier otra especie necesitamos respirar, comer, ejercitarnos, eliminar aquello que no sirve a nuestro organismo. Igual que cualquier otra especie estamos sujetos a un ciclo de vida, aunque hay que reconocer que gracias a nuestro espíritu científico y creativo, hemos logrado alargar ese ciclo algunos años más. Igual que las otras especie animal somos capaces de ejercer la violencia, como sentir miedo e igual que ellas, nos enfermamos o podemos sufrir accidentes. Estamos más cerca de la naturaleza de lo que creemos y queremos. Cobrar conciencia de esa "animalidad" podría ayudarnos a vivir más armónicamente con el resto de la naturaleza, sin depredarla ni destruirla más allá d lo necesario. Pero mientras sigamos sintiéndonos por encima de ella, más allá de ella, las posibilidades de sobrevivencia de nosotros como especie y de muchas otras especies animales y vegetales, se reducirán drámaticamente.
En cuanto al orden social, si bien el resto de las especies tienen rígidos modelos de comportamiento social o individual, y los seres humanos hemos desarrollado a lo largo de nuestra historia diversos modelos de organización social,no hemos dejado de buscar esos modelos que nos permitan vivir más o menos armónica y pacíficamente. Y hasta donde sabemos, el número, o se se quiere posibilidades, de  crear nuevos modelos, es también reducida, no es tan amplio como pareciere ser. Fenómenos como la estratificación sea racial, étnica, socioeconómica, académica, es un buen ejemplo de intento de ordenación social; la asignación de papeles entre hombres y mujeres, también ha existido a lo largo de la historia humana.La dominación y liderazgo de unos y la sumisión de otros que se vuelven seguidores de los primeros, también es un hecho social incuestionable. Así que bien haríamos en volver la mirada a la naturaleza y observarla con una mirada crítica, pues en ella encontramos, de alguna manera mucho de la propia conducta humana. No se trata pues de dar la espalda a la cultura que afortunademente hemos desarrollado, pese a los sacrificios que implica en algunas veces, sino de reonocernos como seres vivos parte de la naturaleza, y darnos cuenta que en los cimientos de nuestra cultura está la naturaleza con toda sus riqueza y variedad.