miércoles, 6 de febrero de 2013

Tipo ideal aplicado al estudio de ideologías, filosofías y religiones

Todos en algun momento nos hemos decepcionado de una persona o grupo de ellas, cuando vemos que sus actitdes y comportamientos difieren en relación a la religión, filosofía o ideología que dicen sostener y a la que declaran se han adherido solemnemente. No es para menos.  Aun quienes nos simpatizaban y veíamos a ellos como ejemplos a seguir nos hacen pasar un mal rato, al ver esa diferencia entre lo que dicen y lo que hacen. Cuna más cuando decubrimos a los arrivistas y oportunistas que sólo se adhieren a una causa, proyecto, asociación, partido o religión con el fin de obtener una ganancia. con dlor hemos descubierto que hay una notable diferencia, un abismo entre la pureza de los ideales, principios y valores escritos en una declarción de principios, y quienes imperfectamente dicen encarnarlos. Una y otra vez este fenómeno se ha repetido a lo largo de la historia humana, en prácticamente todas las sociedades, organizaciones, grupos, iglesias, etc.
Para el sociólogo, esas diferencias son una gran oportunidad para aplicar el método del tipo ideal desarrollado por Ferdinand Tönies y más claramente por Max Weber, con el fin de comprender precisamente esa diferencia existente entre una serie de filosofías, ideologías o religiones en sus estado puro, meramente teórico y lo que realmente sucede con ellas en la realidad. Max Weber decía que, "Se obtiene un tipo ideal ... al acentuar unilateralmente uno o varios puntos de vista y encadenar una multitud de fenómenos aislados, difusos y discretos que se encuentran en gran o pequeño número y que se ordenan según lso precedentes puntos de vista elegidos unilateralmente para formar un cuadro de pensamiento homogéneo." (Weber cit. por Freund, 1986, p. 56). El investigador crea el tipo ideal con una serie de elementos que el considera pertinentes con el fin de estudiar la realidad.
Cuando se crea el citado tipo ideal no se hace sino con el fin de orientar la investigación, quedarse con lo importante y "eliminar lo despreciable" (Freund, 1986, p. 57) de tal manera que se de rigor conceptual al trabajo. También se trata de singularizar los fenómenos de la realidad. Webwee aplicó este método al estudio del capitalismo, como una manifestación singular de la vida económica, pero esto podría aplicarse al socialismo, la religión católica, las ciudades modernas, etc.
Weber distinguía dos formas de construir el tipo ideal, ya fuera mediante ala identificación de una serie de rasgos comúnes que darían por resultado un "tipo medio" o; mediante la, "...estilización que evidencie los elementos característicos distintivos o 'típicos" (Freund, 1986, p58). Ya construído el tipo ideal, se procede a comparar ese tipo ideal con la realidad existente. cabe decir que el tipo ideal presenta, "...un 'dibujo' racional, es decir, la estructura lógica independientemente  de las fluctuaciones de lo real. En resúmen, consiste en en una representación ideal y consecuente de una totalidad histórica singular, obtenida por racionalización utópica y acentuación unilateral de los rasgos característicos y originales, con el fin de dar significación coherente y rigurosa a lo que aparece como confuso y caótico en nuestra experiencia puramente existencial." (Freund, 1986, p. 59). Aplicado al asunto de las ideologías, filosofías, principios religiosos, el tipo ideal weberiano nos permite darnos cuenta que su significación no corresponde forzosamente a la idea que las personas, especialmente los militantes, se hacen de ella. Podemos obervar uan ideología poítica, una religión o una filosofía como un tipo ideal y estudiar la idea que de ella se hacen sus seguidores. Podemos, nos dice Julien Freund formar el tipo ideal  de una filosofía, "... sobre la base de los valores con los que sus promotores relaccionan la realidad social..." (Freund, 1986, p. 60).  Igual cosa podríamos hacer con una religión, ideología e incluso teoría científica. Para evitar caer en un grave error, hay que adverir que el tipo ideal no debe confundirse ni darle el status de un modelo axiológico a seguir, ni como norma práctica  a seguir; es sólo un modelo teórico que sirve como punto de comparación con la realidad. Creo que mucho nos ayudaría a comprender esa diversidad de interpretaciones, esas diferencias de sentido, el aplicar la metodología del tipo ideal de Weber en estos momentos en que conceptos como libertad y democracia se han vuelto tan vagos y difusos, cosa que también pasa con el cristianismo como relgión o el liberalismo como filosofía.

Freund, Julien. SOCIOLOGIA DE MAX WEBER. Barcelona, Ediciones Península, 1986.