sábado, 21 de abril de 2012

El origen social de las ideas, la ciencia y la tecnología

Estamos acostumbrados  por influencia del pensamiento judeocristiano y algunos de los grandes filosófos griegos, en un origen uúnico de la creación, del mundo, de los hombres. Cuestión que también se aplica al campo de las ideas. En este último caso, hay un fuerte eurocentrismo, que da por sentado que las grandes ideas y pensamientos en todas las áreas del saber, fueron producto de la inteligencia del hombre europeo. Se trata más que de una verdad comprobada, de un acto de egolatría y soberbia de la cultura occidental, en el mejor de los casos una hipótesis por verificar. La verdad es que si consideramos que los hombres, como epecie, tienen las mismas características en Africa, que en América, o en Asia o Europa; si pensamos que tiene los mismos procesos mentales,(intelectuales) la misma inteligencia, es muy difícil sostener la hipótesis de un origen único para las ideas o las grandes teorías que tratan de explicarnos lo que somos los seres humanso y lo que es el mundo. En distintas épocas, diveros pueblos han tomado el liderazgo, por así decirlo, y han aportado valiosos conocimientos e información, que se ha vuelto patrimonio de la humanidad en su conjunto. Sabemos que por motivo de catástrofes naturales, guerras, invasiones, conquistas, muchos de esos conocimientos se ha  perdido y en muchos casos no se han podido recuperar, pero sabemos también que las capacidades intelectuales humanas pueden llevar a los hombres a re-descubrir esos conocimientos perdidos. Y eso,puede suceder en cualquier parte del planeta, donde la condiciones políticas, económicas y socioculturales lo permitan. Aun en sociedades tan poco inclinadas al trabajo científico, como es el caso mexicano, que perfiere comprar ya todo elaborado y listo para usarse, no han dejado de hacerse dscubrimietos científicos y dearrollos tecnológicos importantes e interesantes. Esto es, insistimos, debido a que compartimos con los hombres de las demás naciones y pueblos las mismas características mentales, las mismas capacidades analíticas y creativas.  Lo que significa que los límites a la creación de conocimientos parecen estar en las condiciones ambientales (históricas, políticas, económicas, culturales) que propician o dificultan dicha creación y difusión. Cuando las condiciones ambientales están dadas, la ciencia y la tecnología, como el arte, florecen con mayor o menor facilidad. Si por el contrario las condiciones son en sentido inverso entonces la creatividad se ve ahogada por el conservadurismo, el miedo infundado, y otros factores que inhiben su desarrollo. En México ha costado mucho trabajo pasar de esa mentalidad de colonizados,de creer que lo bueno sólo puede venir de parte de los güeritos occidentales, sean alemanes, franceses, italianos o norteamericanos,  a una de apertura y reconocimiento de que aquí existen los hombres y mujeres capaces para llevar a cabo desarrollos científicos y tecnológicos, así como humanísticos y artísticos.
Se ha tenido que ir cambiando muy lentamente la mentalidad de la sociedad para hacerla más abierta y dispuesta a reconocer su propia valía y capacidad para generar ideas propias valiosas y útiles no sólo para nosotros mismos y la humanidad entera. La Universidad Nacional y el Instituto Politécnico Nacional son sin duda la punta de lanza de este cambio que se ha venido dando en los últimos tiempos, pero que todavía es insuficente para los requerimientos de la nación. Parte de ese cambio supone necesariamente abandonar esa mentalidad colonial y ese enfoque eurocéntrico y asumir un modelo de sustitución de importación de ideas, ciencia y tecnología, para desarrollarla dentro de nuestras fronteras, en nuestras universidades e institutos de enseñanza superior, en las grandes empresas mexicanas y hasta en los talleres y laboratorios del inventor solitario. En nuestra sociedad se pueden crear e inventar las mismas cosas que se estén creando en Estados Unidos, en Japón, o cualquier otra parte del planeta si se deja de lado esa idea de que lo extranjero es mejor siempre a lo nacional o de que para lo único que servimos es para maquilar. Nada nos hace menos humanos que los demás pueblos de la tierra y por lo tanto nada nos hace menos capaces. Una buena idea, una buena teoría, un desarrollo científico y tecnológico puede surgir en calquier parte del planeta, donde haya seres humanos bien dispuestos a observar, reflexionar, teorizar experiementar y filosofar. No hay razón, entonces, para pensar que tal o cual pueblo o civilización es superior a las demás y que sólo ellos pueden crear conocimientos. El predominio cultural, científico  tecnológico y filosófico de una sociedad o cultura será siempre temporal y por tanto pasajero. Otras nuevas potencias surgirán con el tiempo, y sus hombres harán nuevos descubrimientos y redescubrimientos, así como ha sucedido a lo largo de toda la historia humana.