domingo, 10 de octubre de 2010

Inteligencia y sensibilidad en los sistemas sociales y psíquicos

De lo dicho en nuestra participación anterior, resulta que ya se trate de sistemas psíquicos o sociales, el sistema para operar necesita de inteligencia. Esta permite tanto la autorreferencia y la referencia a otros, como la autopoiesis entendida como autoconstrucción y autorganización. Establecer un rumbo para el sistema y saber que partes del mismo hay que reproducir y que nuevas partes han de ser integradas, no es un proceso al azar, sino un acto inteligente entendido como un acto consciente, racional e intencionado. Así, los sistemas son además de dinámicos, también inteligentes. Eso permite su sobrevivencia pues hay identidad y hay también diferenciación, dos procesos que en la relación con el entorno se construyen y reconstruyen continuamente. El sistema actúa desde quien es y desde las metas que por tal o cual se plantea alcanzar. También se requiere del sistema de sensibilidad para consigo mismo y el entorno. La asensibilidad perite captar los cambios internos y externos, para luego del análisis proponerse alternativas de acción. La sesibilidad actúa de manera equivalente en los sistemas psíquicos que en los sociales. Dos personas interactuando son sensibles a los cambios del otro manifestados en lo que se dice, en el cómo se dice, en los tonos y volúmen de la voz, en los gestos y las demás formas de comunicación no verbal. Y gracias a esa sensibilidad para captar el humor, el estado de ánimo, se puede plantear cambios actitudinales y conductuales inteligentes en función de la autorreferencia a sí mismo. Se puede preguntar si desea continuar con la interacción en los mismos términos o modificándolos, ó si desea terminarla temporal o permanentemente. Situaciones equivalentes a este ejemplo suceden en los sistemas sociales, políticos y económicos.
Lo importante es darse ahora cuenta que los sistemas no son producto de la casualidad, como tampoco lo son su reproducción y evolución. Inteligencia y sensibilidad son componentes indispensables para su existencia, sobrevivencia, adaptación y modificación.

Autopoiesis, autorreferencia y sentido.

Luhmann también desarrollo otro importante concepto complementario a la autorreferencia, nos refermimos a la autopoiesis, es decir, la autoconstrucción que lleva a cabo todo sistema. Autorreferencia y autopoiesis ayudan a la autoevolución del sistema. La autorreferencia nos señala que, " hay sistemas que tiene la capacidad de entablar relaciones consigo mismos y de diferenciar estas relaciones frente a las de su entorno." (Luhmann, 1991, p.36) En tanto que autopoiesis hace referencia a la autoconstrucción y la autorganización del sistema en sí mismo.
En los sistemas sociales y psíquicos, que para Luhmann son lo mismo (en la medida en que son sistemas), la autopoiesis se da en términos de la construcción de sentido. Y ese sentido, como sostiene Weber estaría dado por los fines a conseguir o alcanzar. Definidos estos, el sistema determinará cuales son las "unidades de sentido" (Luhmann, 1991, p. 56) que habría que reproducir siempre de nuevo y cuales no. Esta tarea se logra gracias a la autobservación. El sistema se mira a sí mismo, se vuelve observante y observado. "La autobservación es la introducción de la diferencia entre sistema y entorno en el sistema que se constituye a través de esta diferencia." (Luhmann, 1991, p. 58) Esta diferencia es a la vez, "momento operativo" de la autorganización ya que en la reproducción de determinados elementos, debe asegurarse que dicha reproducción sea como parte del sistema y no como externa a él.
Ahora bien, no se trata solamente de diferenciar el sistema del entorno, sino de establecer las formas de intercambio entre uno y otro. Vale decir que en la medida en que un sistema es consciente de sí mismo y de su sentido, no sólo se logra diferenciar más claramente del entorno, no sólo logra establecer relaciones con el entorno, sino que es capaz de tomar e incorporar del entorno aquellos elementos que le son necesarios parala formación y transformación de sus estructuras. Las estructuras, dice Luhmann, deben posibilitar la "capacidad de anexión" de esos nuevos elementos. No pueden ser rígidas ni cerradas, ni tan solidificadas que impidan la incorporación de nuevos elementos, así como eventualmente, la eliminación de aquellos que ya no son funcionales al sistema. La autopoiesis es un proceso dinámico que implica, por un lado, la autobservación y por el otro la mirada de la relación sistema-entorno. Ambos son componentes necesarios de la reproducción autopoietica. El otro elemento es el sentido. Cuando las estucturas y los procesos del sistema estan llenos de sentido, las diferencias sistema-entorno, pueden quedar más claras. "El sentido se sitúa en una combinación novedosa de cerradura y apertura hacia el entorno por parte de la constitución del sistema; ó; con otras palabras, en la combinación entre la diferencia sistema/entorno y la construcción autorreferencial del sistema." (Luhmann, 1991, p. 59) . Como se puede ver, el concepto de sentido, es un concepto clave para entender los sitemas, especialmente los psíquicos, los sociales, así como los políticos y económicos, en la medida en que sentido signifique razón de ser y finalidad, dirección y la manera de interpretar algo (el propio sitema ó su entorno).