lunes, 26 de noviembre de 2012

La acción es el sistema

Si en otras perspectivas analíticas el sistema se identificaba con la cultura (Malinowski) o con los elementos de la sociedad (Merton), o con la comunicación (Luhmann), desde nuestro punto de vista, el sistema es la acción nodal tal como la hemos venido desarrollando en este blog, a partir del pensamiento de Talcott Parsons. La acción individual o colectiva es el sistema y ésta actúa sobre su entorno (mundo circundante). No es pues el sistema, ni el individuo, ni una clectividad, ni la sociedad entera,ni la cultura o la comunicación, lo que constituye al sistema, sino la acción dirigida e intencional a ciertos fines, metas o propósitos. Es ella la que  pone en juego una serie de elementos que se coordinan y hacen posible que la acción se lleve a cabo. Elementos que denominamos subsistemas de la acción, tales como la cultura, la sociedad, la normatividad, la intencinalidad (lo psíquico), lo corporal (organismo físico neurológico) a los que nos hemos referido anteriormente. Todos ellos se cooordinan, se organizan, actúan simultáneamente, en prosecución de un fin determinado, que se lleva a cabo en un contexto que denominamos entorno.
Por ello, desde esta perspectiva, lo importante para el análisis sociológico es la acción nodal y sus efectos sobre el entorno. En este estudio hay que contemplar tanto as motivaciones que inducen a la acción (o la inacción premeditada), la acción misma, sus fines y propósitos, así como los efectos funcionales que produce, sí logra o no con las metas y expectativas generadas. Igualmente es importante estudiar al azar, es decir los elementos contingentes externos a la acción sistémica, que facilitan o no el logro de su(s) propósito(s) original(es), o la desvían de ellos.
En toda acción hay dos tipos de problemas o dificultades que impiden que una acción determinada alcance sus metas, los de orígen interno que son los de falta de coordinación entre subsistemas o las insuficencias de alguno o varios de ellos o; los debido a a eventos contingentes externos al sistema difíciles o imposibles de preveer o predecir. El análisis sistémico funcional de la acción debe estudiar ambos de acuerdo a cada caso, ya que en la realidad, puede darse una combinación de ambos, insuficiencias y/o descoordinación interna y contingencias externas.