martes, 18 de diciembre de 2012

Microsociología, dos perspectivas teórico metodológicas

La mayoría de las teorías sociológicas se han enfocado a los procesos macrosociales así como la mayoría de los enfoques metodológicos y técnicos se han avocado a la cuantificación de los datos. Pocas teorías y métodos se han enfocado a lo que podríamos designar como microsociología y que se relaciona con los individuos, las personas y sus percepciones e interpretaciones del mundo en el que viven. Se ha preferido hsitóricamente tratar de dar cuenta de los grandes procesos sociales dejando de la lado a la persona, tema  que se ha dejado principalmente para la psicología y el psicoanálisis. Aun menos han sido los enfoques que han tratado de encontrar la relación entre lo macro y lo microsocial. Tema por demás relevante si se quieren entender tanto la construcción y reproducción de las grandes estructuras sociales, como si se quiere ver como los individuos, en su vida cotidiana, perciben, entienden e interpretan sus propias vidas en el marco general de esas grandes estructuras y como finalmente comprenden esas mismas estructuras que  se imponen y condicionan sus vidas. Así que no deja de ser necesario poner atención a como los individuos captan su mundo y sus propias vidas dentro de él. Hacer esto no significa hacer psicología, porque las finalidades de esta ciencia son otras, más relacionadas con la salud mental de las personas y la superación de sus problemáticas particulares. A la sociología corresponde tratar de captar el mundo tal como la perona lo percibe, lo interpreta, lo comprende y hasta reflexiona sobre él. Pues de tal comprensión devendrá su manera de actuar en el entorno que lo rodea así como las interacciones que se den dentro de ese contexto. En sociología, el interaccionismo simbólico, la etnometodología, la sociología formal buscan por diversos caminos sacar a la luz el punto de vista del sujeto, bajo el supuesto de que la "unica realidad social 'real' es la realidad desde dentro." (Schwartz y Jacobs, 1984, p. 25) El interaccionismo simbólico  propone que para poder entender los fenómenos sociales, es necesario que el sociólogo descubra la 'definición de la situación' del actor, o sea, su percepción e interpretación de la realidad y la manera en que esa definición se relaciona con su comportamiento. Es decir, necesita obtener el conocimiento de 'miembro' que el actor tiene de su grupo social y del entorno que les rodea.  Tarea que debe dar por resultado tanto recuperar el mundo (interior) del individuo como reconstruir la realidad (desde dentro).  Esto permitirá responder a las preguntas de como los actores miembros ven el mundo y utilizan esa información para explicar sus acciones y la interacción con otros miembros.
Por otra parte, la sociología formal, estudia la vida cotidiana desde otra perspectiva, entienden a la vida cotidiana, "la situación en la cual cada uno de nosotros se encuentra en el lapso comprendido entre el momento en que se recupera la conciencia por la mañana y el tiempo que transcurre antes de ir a dormir." (Schwartz y Jacobs, 1984, p. 233). Entonces la vida cotidiana es una serie de circunstancias  a las que se enfrentan todas las personas en la existencia diaria. Y en lo que se fija la sociología formal es en lo que la gente hace, en las habilidades que pone en juego, para enfrentar esas circunstancias, dicho en otras palabras, en lo que sabe hacer para enfrentar el mundo cotidianamente.
"Es casi como si se considerara que la vida diaria es un lugar de trabajo y que cada adulto es un trabajador cuya actividad consiste en, durante sus horas de vigilia, deir las cosas ordinarias,pensar los pensamientos ordinarios, ingerir el almuerzo ordinario, seguir la ruta ordinaria del mercado a la casa y ver los programas ordinarios de televisión." (Schwartz y Jacobs, 1984, p. 234) Aquí la sociología formal se pregunta sobre cuáles son las destrezas necesarias para llevar una vida ordinaria y que pasa cuando se carece de los conocimientos, habilidades y destrezas para llevara cabo las tareas ordinarias.
Es pues el estudio de lo que muchos considerarían trivialidades, hechos tan cotidianos y rutinarios que parecieran no merecer ni la menor atención y que, sin embargo, acaban siendo vitales para la vida de un individuo en sociedad.
Entender como ve el mundo un individuo y comprender como ese mismo individuo se las arregla para despachar el día, son dos perspectivas microsciológicas cualitativas para entender como lo social, por decirlo de alguna manera, vive en el individuo.

lunes, 26 de noviembre de 2012

La acción es el sistema

Si en otras perspectivas analíticas el sistema se identificaba con la cultura (Malinowski) o con los elementos de la sociedad (Merton), o con la comunicación (Luhmann), desde nuestro punto de vista, el sistema es la acción nodal tal como la hemos venido desarrollando en este blog, a partir del pensamiento de Talcott Parsons. La acción individual o colectiva es el sistema y ésta actúa sobre su entorno (mundo circundante). No es pues el sistema, ni el individuo, ni una clectividad, ni la sociedad entera,ni la cultura o la comunicación, lo que constituye al sistema, sino la acción dirigida e intencional a ciertos fines, metas o propósitos. Es ella la que  pone en juego una serie de elementos que se coordinan y hacen posible que la acción se lleve a cabo. Elementos que denominamos subsistemas de la acción, tales como la cultura, la sociedad, la normatividad, la intencinalidad (lo psíquico), lo corporal (organismo físico neurológico) a los que nos hemos referido anteriormente. Todos ellos se cooordinan, se organizan, actúan simultáneamente, en prosecución de un fin determinado, que se lleva a cabo en un contexto que denominamos entorno.
Por ello, desde esta perspectiva, lo importante para el análisis sociológico es la acción nodal y sus efectos sobre el entorno. En este estudio hay que contemplar tanto as motivaciones que inducen a la acción (o la inacción premeditada), la acción misma, sus fines y propósitos, así como los efectos funcionales que produce, sí logra o no con las metas y expectativas generadas. Igualmente es importante estudiar al azar, es decir los elementos contingentes externos a la acción sistémica, que facilitan o no el logro de su(s) propósito(s) original(es), o la desvían de ellos.
En toda acción hay dos tipos de problemas o dificultades que impiden que una acción determinada alcance sus metas, los de orígen interno que son los de falta de coordinación entre subsistemas o las insuficencias de alguno o varios de ellos o; los debido a a eventos contingentes externos al sistema difíciles o imposibles de preveer o predecir. El análisis sistémico funcional de la acción debe estudiar ambos de acuerdo a cada caso, ya que en la realidad, puede darse una combinación de ambos, insuficiencias y/o descoordinación interna y contingencias externas.

martes, 13 de noviembre de 2012

La sociología, ciencia multiparadigmática

Cabe hacer una aclaración, aunque hemos dedicado una gran parte de este espacio a la sociología sistémico funcionalista, tratando de aportar algunos nuevos elementos que a nuestro juicio no habían sido puestos en la mesa o no habían sido discutido y que había que tratar. No es ni ha sido la intención pretender que la sociología se reduce a este tipo de análisis ni de propuesta. La realidad social es tan compleja y pluridimensional que estamos en un punto en que es insostenible pretender que un sólo enfoque teórico metodológico lo puede abarcar todo, lo puede entender y explirar todo. Muy por el contrario, la acelerada dinámica de lo social, obliga a la sociología no sólo a una constante reformulación de sus paradigmas, sino a la búsqueda de nuevas teorías, postulados, categorías de pensamiento que permitan tener acceso a los fenómenos y hecho sociales contemporáneos, comprenderlos, explicarlos y, en última instancia, proponer alternativas  de solución, cuando esos hechos o fenómenos o situaciones sean conflictivas y problemáticas. la realidad es muy rica en eventos que cuestionan al sociólogo día tras día, de eso no cae duda. Lo mejor y lo peor de la condición humana están visibles a la mirada de quien quiera ver y se detenga a observar con detenimiento y desprejuiciadamente. Sí bien es imposible la neutralidad absoluta en el sociólogo, pues al fin de cuentas no es sino un ser humano más, si puede ser posible un buen grado de objetividad para observar, cuestionar, investigar y llegar a conclusiones. Y a partir de ello generar nuevas teorías y nuevos enfoques metodológicos y técnicos. En mucho dependerá el qué observemos para elegir la teoría, conceptos, ideas, etc. que nos puedan ayudar al conocimiento, descripción y explicación de es pedazo de la realidad que se nos presenta. De ahí entonces, que más que acudir al expediente de señalar la crisis de la sociología,porque no ha podido crear una propuesta teórica universal de aceptación generalizada, habrá que acudir en defensa de la sociología como ciencia multiparadigmática, con diferentes teorías, métodos, técnicas de conocimiento e investigación. Y habrá que pensar en el sociólogo como una agente capaz de utilizar esa diferentes teorías según el problema que se le presente, pariendo del principio de que debe haber congruencia entre el objeto o cosa a estudiar y los métodos, técnicas y herramientas para hacerlo. Lo que en cualquier caso no debe faltar es sin duda imaginación y creatividad, como tampoco honestidad intelectual a la hora de ejercer la ciencia sociológica.  
No nos encasillemos, no nos pongamos etiquetas, no nos encerremos en cotos teórico metodológicos, para poder abrir la mente a la riqueza de la experiencia humana social que está justamente a las puertas de nuestra casa o cubículo de trabajo.

martes, 30 de octubre de 2012

No todo elemento es funcional respecto al todo

Aunque Bronislaw Malinowki sostuvo que todo elemento es funcional respecto al todo, queriendo decir con ello que tdo elemento, de alguna manera, ayuda a que determinada cultura permanezca, Robert King Merton, desde la perspectiva sociológica demsotró que puede haber elementos dentro de una cultura que sean disfuncionales respecto al todo; es decir, que sean funcionales para ciertos aspectos de la cultura, como disfuncionales para otros. De hecho, Merton afirmo con ello lo que se llamó funcionalismo relación igualmente socialtivo. Si vemos el asunto desde la perspectiva de actores sociales (individuos o grupos), resulta que lo que puede ser funcional para una persona, ua colectividad o clase social puede ser disfuncional para otra. Por ejemplo, las medidas neoliberales en materia laboral pueden ser funcionales para los intereses de las élites u oligarquías, pero totalmente disfuncionales para los trabajadores asalariados.  De igual manera el mercado puede ser muy funcional para las grandes empresas comerciales, pero puede ser disfuncional para los pequeños y medianos productores o comercializadores. Al revés, la economía centralizada puede resultar muy benéfica (funcional) para la burocracia del Estado, pero dañina para el ejercicio de las libertades económicas de los agentes privados. Si bien Malinowski parecía tener razón, Merton hizo notar que el análisis del primero se había limitado a pequeñas sociedades arcáicas y que una cosa muy diferente sucedía en las modernas sociedades complejas y altamente diversificadas. Las modernas sociedades han demostrado que es inostenible la idea de la funcionalidad radical propuesta por Malinowski, aunque hay que reconocer que fue un excelente punto de partida para el funcionalismo posterior a él. Lo que hoy el sociólogo, analista de la sociedad y la cultura, se debe plantear es precisamente la conclusión a que llegó Merton y que se denominó, funcionalismo relativo. En el análisis funcional el investigador debe plantearse dos momentos de su trabajo; el primer relativo al actor social que lleva a cabo una acción, de acuerdo a determinadas motivaciones e intencionales y ver si el resultado es funcional respecto a esas motivaciones, intenciones o fines perseguidos y, en un segundo momento ver como su acción ha afectado a otros positiva o negativamente (si les es funcional o disfuncional) esa acción a ellos. Son dos momentos que no hay que confundir, que deben estar claramente diferenciados, para evitar confusiones. por ejemplo la idea de que las élites económicas de la sociedad acaparen riquezas para que estas posteriormente se derramen hacia abajo beneficiando a las mayorías de la población,  nunca ha sucedido en la realidad, sólo ha sido un discurso legitimador del afán desmedido de lucro y acaparamiento de la riqueza. Un discurso muy funcional para las oligarquías (burguesía diría Carlos Marx), pero muy disfuncional patra la mayoría de la gente que sigue esperando a que esas riquezas acumuladas y acaparadas, caigan hacia abajo y los beneficien.
el acapamiento ha sido muy funcional para unos cuantos, pero disfuncional para la mayoría. Por lo tanto, no es de extrañar el descontento y la rebeldía de aquellos que sienten que no se les ha dado lo que les corresponde. Si siguieramos una hipótesis de cortemaexista, podríamos decir que lo que ha sido funcional en el corto y mediano plazo podría no serlo a largo  plazo si las condiciones se vuelven cada vez más inequitativas e injustas y acaban produiendo una rebelión social. Aun para los ricos, su afán incontrolado de lucro y acaparamiento,podría resultar fatalmente disfuncional. Sirva esto como ejemplo de que también la determinación de lo que es o no funcional se da en un marco histórico deteminado y en circunstancias o situaciones específicas. En el ejemplo propuesto, el afán de lucro puede no ser, y de hecho no lo es, funcional para todos en la sociedad sino sólo para ciertos grupos. Cuando el afán de lucro conduce a la conducta anómica de la innovación, esté afan se vuelve disfuncional ya que promueve a la delincuencia, desde el ratero de carteras hasta el delincuente de cuello blanco. El análisis funcional o sistémico funcional, no es atemporal y no puede hacerse en términos meramente teóricos y abstractos, sino de cara a la sociedad concreta localizable en el tiempo y el espacio.
Su valor depende en gran medida de que se investigue dentro la realidad  social y sobre ella misma. El estudio y la observación de campo son fundamentales y por lo tanto, no pueden dejarse de lado.

Poesía y sociología

Para Alma Suárez y el Biombo Poético

Nada pareciera más lejano al trabajo científico sociológico que la poesía. Sin embargo esa distancia que separa la poesía de la sociología, no es más que una ficción La poesía mucho puede aportar a la sociología, pues ella expresa no sólos las preocupaciones y dolores del poeta frente al mundo que le ha tocado vivir, sino que es también un medio de expresión, a través del cual los silenciados, los mudos, los reprimidos expresan su sentir. Pero aún más, la poesía nos habla sobre las esperanzas, los sueños, las ilusiones del ser humano frente a una realidad que la cuestiona y le inquiere. Cuando oímos al poeta, no sólo escuchamos la voz del que habla y ha escrito, sino también la de los hombres y mujeres que encuentran en la poesía y en los propios poetas el canal y el medio, para decir lo que muchas veces debe ser gritado, exigir lo que no sólo debe ser pedido, para proponer lo que muchos no se atreven siquiera en pensar.
Por eso, el sociólogo debe oír al poeta, debe escucharlo con atención, y debe descubrir debajo del ropaje propio del discurso poético, la mirada inquisitiva y crítica del poeta y la de aquellos a  los que poeta  representa consciente o inconscientemente. Igualmente debe escuchar lo que el poeta propone, con lo que sueña y en lo que pone sus esperanzas, porque el sociólogo, no pude ni debe ser ajeno a cualquier propuesta que el poeta  expone tendiente a mejorar la sociedad y la existencia humana. La sensibilidad artística del poeta, como la del novelista o el cuentista, como la del dibujante, el fotógrafo o el escultor, les permite captar cosas y elementos de la vida social y personal que desde el discurso científico no es posible muchas veces captar tan fácilmente, por la necesidad del sociólogo de aferrarse a los métodos y técnicas de investigación, a la lógica y a la razón, que si bien son las armas teórico metodológicas del sociólogo, no son las únicas formas de conocer. Hay que reconocer que la sensibilidad del poeta lo capacita para ser impresionable frente a la realidad que lo circunda, a captarla de una manera que el sociólogo no puede hacerlo sino a costa de salirse de su campo de acción y las limitaciones que éste impone. De ahí la importancia del diálogo entre el poeta y el sociólogo, entre la poesía y la sociología, entre el arte y la ciencia, ya sea mediante el diálogo directo, personal y grupal, o por mediación de la palabra escrita y hablada del poeta y la poetiza. En la poesía, la oda, el verso o la trova  está también el filón del conocimiento de lo social, de lo humano; esta la realidad poetizada, a la que el sociólogo debe ser sensible.  Al dialogar el poeta y el sociólogo, el sociólogo debe ser capaz de traducir lo poético a lo científico, como problemas de investigación, como elementos de crítica social, como imaginaciones de un mundo mejor; el poeta por su parte debe ser capaz de volver accesibles al público sensible, muchos de los descubrimientos del sociólogo. Así ambas partes se enriquecen y la sociedad gana.

Imaginación y creatividad en socilogía

Antes de la creación de la sociología como ciencia de lo social, se pensaba ya la socieedad pero desde otras categorías de pensamiento no cientíificas, filosóficas e históricas. Por tal razón los primeros sociólogos tuvieron muchas dificultades para enfocarse en el estudio de lo social desde una postura positiva, es decir, científica. El haber llevado ese cambio en la manera de abordar lo social permitió la fundación y el desarrollo de la ciencia sociológica. Hubo entonces que inventar  categorias, conceptos, teorías, así como métodos y técnicas de investigación que acercaran al sociólogo a su objeto de estudio: la sociedad. Esos primeros presociólogos y sociólogos nos dejaron un gran porte y también una gran enseñanza. Fueron muy imaginativos y creativos. Ese gran aporte es la ciencia de lo social, cada vez más compleja y diversificada, más sofisticada y capaz, aunque parezca estar siempre en una crisis irremediable y al borde del precipicio. La gran enseñanza es la necesidad de ser frente a la realidad, muy originales, imaginativos y creativos. No se trata de  refundar la sociología desde cero, como si no hubiese ya un bagage histórico en el cual sustentar esta ciencia. Sino de aprovechando ese conocimiento acumulado y ante las realidades emergentes y cambiantes, siempre dinámicas, imaginar y crear las categorías teóricas metodológicas, los conceptos, las teorías capaces de ayudarnos a describir, comprender y explicar, la realidad presente. Así hay que ler y releer a los clásicos una y otra vez, pero con espíritu crítico, inquisitivo, tratando de extraer toda la riqueza de su pensamiento ys us planeamientos. Y a partir de ellos, para nuestra época, nuestra situación, nuestros problemas tratar de eser igualmente imaginativos y creativos. Poco o nada se gana de importar teorías y puntos de vista creados en otras situaciones si no se hace, como ya decíamos, de manera crítica e inquisitiva. Las explicaciones y las soluciones que a partir de ellas se pueden dar, pueden estar del todo equivocadas y acabar creando más problemas  de los que ya existen, si pasamos por alto la especificidad de una situación concreta. No se trata pues de copiar e imitar nada más porque sí, se trata de retomar ese espíritu, valga la expresión, de los fundadores de la sociología y los grandes pensadores que esta ciencia ha porducido a lo largo de su historia.
Para el caso de América Latina en general, de México específicamente, y muchos otros países del llamado mundo en vías de desarrollo, países emergentes o del tercer mundo, e especialmente importante hacer un gran esfuerzo por entender la realidad política, económica y socioculttural desde esa propia realidad. Pensar, imaginar, crear, prroponer, son las grandes tareas intelectuales a las que el sociólogo está obligado; sin menoscabo del trabajo de campo, de la investigación "in situ", con la comunidad, el grupo, la colonia, el barrio, etc. Teoría y acción son inseparables y a ellos hay que agregar una buena dósis de creatividad, que ha sido deafortunadamente una asignatura pendiente para los sociólogos del tercer mundo.Las grandes teorías y paradigmas teórico metodológicos, sólo pueden ser puntos de partida, fuenetes de inspiración, incluso guía, pero no hay porque permanecer encerrados, aprisionadas en ellas, la realidad con su dinámica, impone un trabajo imaginativo y creativo al que no se puede  ni se debe renunciar.  

viernes, 19 de octubre de 2012

Distinción entre análisis funcional y genético

Emile Durkheim, en sus reglas acerca de la explicación de los hechos sociales, menciona que muchos sociólogos creen haber explicado los fenómenos sociales tan pronto como aclaran la función que estos cumplen y el papel que representan en la sociedad. Al actuar de esta manera los sociólogos no distinguen entre dos cuestiones diferentes, por un lado la utilidad de un hecho o fenómeno y, por el otro la  del origen o génesis de esos mismos hechos (lo que es aplicable a las instituciones sociales también).  Esto último tendría que ver más bien con un análisis sociológico genético, que de cuenta como un hecho, fenómeno o institución ha sido creada. Puede suceder que con el paso del tiempo y el cambio de condiciones políticas, económicas o socioculturales, un fenómeno tenga una nueva utilidad un nuevo uso, que no es para el que se creó originalmente, esto es especialmente notorio en las instituciones sociales, muchas de las cuales o han cambiado radicalmente de función o ésta ha desaparecido por completo. Cundo hablamos de ritos o costumbres "huecas" o "vacías" que carecen de contenido y son sólo formas externas que se cumplen mecánicamente de manera reiterada, nos encontramos en un caso típico de lo que aquí señalamos. "...un hecho puede existir sin tener ninguna utilidad, sea porque jamás sirvió a ningún fin vital, o porque después de haber sido útil, ha perdido toda autoridad, y continua existiendo exclusivamente a causa del hábito ... Y hay casos en que una práctica o una institución social cambia de función, sin que implique que su naturaleza varia." (Durkheim, 1979, p. 108). Finalmente también es posible que una institución puede servir a distintos fines. Esto es cierto en las modernas y complejas sociedades contemporáneas.
Dado pues que una institución, hecho o fenómeno puede cambiar de función, puede ejercer varias funciones, o puede permanecer sin una función que cumplir, el análisis funcional debe distinguirse del análisis genético que atiende al origen de dicha institución. Lo que es todo un problema aparte. La preguntas son: ¿Qué es lo que hace que una institución o fenómeno surja? ¿Cómo es que una institución o hecho aparece? ¿Qué elementos hacen posible la aparición de un fenómeno, hecho o institución social? ¿Cuáles son las condiciones que hacen posible, dificultan o imposibilitan el surgimiento de tal  o cual institución?
De ahí entonces que el análisis funcional (o funcionalista) no es sino una forma más de análisis sociológico de entre otros muchos más. La sociología no se puede reducir al análisis sistémico funcionalista, como a ninguno otro. Dependerá de la clase de problemas a abordar, el tipo de análisis pertinente, así como la clase de metodologías y técnicas adecuadas para el abordaje de dicho problema de investigación.

Bibliografía: Durkheim, Emile. "La reglas del método sociológico" Buenos Aires, Ed. La Pléyade, 1979 

jueves, 11 de octubre de 2012

Psicología y Sociología

Emile Durkheim sostenía que lo social sólo se podía explicar por lo social, no por otros factores como los psicológicos. Si bien reconocemos mucho de verdad en esa afirmación del gran sociólogo francés, la experiencia nos ha demostrado que si bien hay hechos y fenómenos sociales que no permiten una explicación psicológica, y psicológicos que no permiten una exégesis sociológica, pues se trata de procesos mentales internos del individuo; también hay fenómenos que son inentendibles sin relacionar lo psicológico con lo sociológico. Hay hechos en que se demuestra claramente la influencia de un individuo sobre una colectividad, grupo o sociedad, a partir de sus creencias, convicciones, pasiones, aspiraciones; es el caso del liderazgo por ejemplo, sobre todo cuando este es, como decía Max Weber, carismático. Hay muchos casos en la historia de la humanidad, donde las pasiones de un hombre o mujer dieron lugar a conflictos y guerras, como en otros casos, a procesos de pacificación y de armonía social. El caso de Buda, Gandhi, Jesucristo, son buenos ejemplos de ello. Max Weber se refiere al líder carismático como aquel en que el líder tiene una serie de "dones específicos del cuerpo y el espíritu estimados como sobrenaturales (en el sentido de no ser accesibles a todos)." (Weber, 1984, p. 848). En este caso, nos encontramos claramente en la situación en la que lo psicológico y lo sociológico se encuentran y se apoyan mutuamente para la explicación de un acontecimiento o acción social.
A la inversa, lo social también puede influir determinantemente el ánimo del individuo. Y en ese caso, las expoliaciones meramente psicológicas o psicoanalíticas de poco servirán. Ante una depresión producto, por ejemplo, del desempleo (paro como dicen en España), se tendrá que recurrir a una interpretación de las condiciones sociales, económicas y políticas que influyen en que determinado tipo de personas sean despedidos o jubilados, aun cuando están sanos, con conocimientos y experiencia suficiente, para seguir trabajando productivamente.
Entonces hay que reconocer que en muchos hechos y fenómenos tanto individuales o colectivos (sociales), se debe recurrir tanto a los conocimientos que aporta la psicología como la sociología. Ambas ciencias ese complementan no se excluyen, ni se anulan la una a la otra.
En la línea de la complementariedad entre psicología y sociología han trabajado sociólogos como, Charles H. Cooley, William I. Thomas, Wilfredo Pareto y Max  Weber a quien hemos citado anteriormente y otros muchos más.

Bibliografía:

Durkheim, Emile. LAS REGLAS DEL MÉTODO SOCIOLÓGICO. Buenos Aires, Ed. La Pléyade, 1979.
Timasheff, Nicholas S. LA TEOR'IA SOCIOLÓGICA. México, Fondo de Cultura Económica, 1986.
Weber, Max. EOCONOMIA Y SOCIEDAD. México, Fondo de Cultura Económica, 1984.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Tres tensiones de la sociología

La sociología, desde sus inicios como ciencia social ha vivido una tensión permanente entre dos posiciones que se han considerado antagónicas, por un lado la academicista y por el otro la activista social. La primer ha propugnado por una sociología científica, académica, intelectual, apegada a métodos y técnicas de investigación y al desarrollo teórico de la sociología. Acaso ha querido conocer la realidad, pero sin intervenir sobre ella. Por el otro lado, se encuentran los activistas sociales que proponen una sociología comprometida con las causas populares, los pobres, la lucha política y social. Un tercer grupo de sociólogos ha asumido una posición mucho menos crítica que las dos anteriores y se ha inclinado por una sociología práctica, vinculada a los sectores empresariales, especialmente con la mecadotécnia y los estudios de opinión pública. Este tercer grupo es el de más reciente aparición. La dos primeras posiciones son las predominantes y entre ellas existe una fuerte división que aun no ha sido posible superar. Para los académicos, la sociología no debe dejarse contaminar de las causas populares y los intereses políticos para mantener su compromiso con la pureza y con la "verdad" cualquiera que esta sea. Para los segundos, no es posible hacer sociología sin que implique un compromiso con alguna causa o grupo determinado y la acción política. Para los últimos, lo importante no son ni el desarrollo teórico metodológico de la ciencia sociológica, ni los compromisos político sociales, neos aun el activísimo reformista o revolucionario. Su posición es más bien tecnocrática y su apoyo es al sistema, al orden establecido, al funcionamiento de la economía y de los mercados incluido el político. Son tres posiciones que encerradas en sí mismas, no han hecho el menor esfuerzo por establecer un puente de dialogo y comunicación. Tal incapacidad para dialogar ha estancado en gran medida las posibilidades de desarrollo de la ciencia sociológica y la aceptación de la misma en la sociedad. Hoy al sociólogo se le percibe en América Latina más bien como un crítico extremo y como un reformador o revolucionario; se le identifica mayoritariamente con el marxismo. Si bien hay quienes asumen el marxismo como ideología política y el reformismo o revolución como una tarea para transformar a fondo la sociedad, no  es el caso de todos los sociólogos ni mucho menos. Ello obedece sin duda a las condiciones económicas, políticas y sociales en que se ha desarrollado la sociología en Latinoamérica. No es el caso de los Estados Unidos o Gran Bretaña o Europa en general, donde  la sociología ha seguido otros derroteros. Lo importante es entonces, para nosotros, destacar la necesidad de crear puentes de comunicación entre las tres tendencias existentes actualmente, que permiten un diálogo fructífero pero sobre todo, consolidar la sociología como ciencia social en el continente.  Un reconocimiento que permita a la sociología hacer los aportes necesarios para mejorar las condiciones de vida de millones de seres humanos. Los problemas sociológicos no se limitan a lo económico y político, sino que abarcan un espectro mucho más amplio, que tiene que ver con lo urbano, lo rural, la educación, la salud, la cultura, la seguridad, etc. La sociología como ciencia mucho puede aportar en conocimientos sobre las realidades lacerantes e injustas que vivimos día con día, con su explicación y comprensión, así como su posible solución. Pero debe trabajarse en borrar, por así decirlo, de la sociedad la imagen estereotipada y deformada de lo que es la sociología como ciencia. Una ciencia sin la cual, el entendimiento de la realidad resulta pobre e incompleto. De ahí que la tarea a corto, mediano y largo plazo, es institucionalizar a la sociología como saber científico, así como recuperar su espíritu originario, aquel de Augusto Comte, Emile Durkheim, el Conde Saint Simon, y muchos más, que pensaban en una ciencia social capaz de ayudar a resolver los grandes problemas de la humanidad. para ello, la sociología ni ha de encerrarse sólo en el cubículo universitario, ni quedarse en las calles dedicada al mero activísimo político, tampoco puede reducírsele a investigaciones mercadológicas o estudios de opinión.   

lunes, 6 de agosto de 2012

Análisis sistémico funcional.

La finalidad del análisis sietémico funcional es reponder a las pregunas que nos cuestionan qué es funcional, para quién, en qué momento y en qué situación. Siguiendo a Parsosns (acción)y  Merton (análisis funcional), de lo ques e trata es de evaluar una acción racional e intencionada, individual o coelctiva, que persigue determinados objetivos o metas. por eso debe obtener a final del trabajo analítico el llamado "saldo líquido de consecuencias funcionales" (R.K. Merton) gracias al cual se obtiene un balance entre las consecuencias positivas (acordes con el objetivo planteado) u las negativas (que obstruyeron, limitaron o imposibilitaron el alcance de la meta o metas propuestas).  El siguinente paso es, a parir del saldo líquido obtenido, es si se dejan las cosas como están, si hay necesidad de cambiarlas (reformarlas) o si se requiere un cambio radical (revolucionario). así que el análisis funcional relativizado, según nos lo propone Merton, no tiene necesariamente un carácter conservador, como tampoco lo contrario.  Depende por ello, en gran medida del actor, de la acción ejecutada (o que se plantea llevar a cabo), así como de las intenciones u objetivos con que tal acción se lleva a cabo. Superado el problema de la funcionalidad de la parte o elemento, respecto al todo, lo que nos queda la identificación más completa posible del actor (individuo, colectividad o grupo) pues desde ese punto de vista se puede medir la funcionalidad o disfuncionalidad de tal o cual acción posible o ejecutada. En este sentido hay que considerar dos cosas, por una parte, que las intenciones pueden se múltiples (simultáneamente buscadas) así que hay que considerarlas todas en la media en  que sea posible su identificación  y distinción. Y por otra parte, en segundo lugar, hay que considerar que alguna ssintenciones pueden estar en el campo de lo inconsciente y, por lo tanto, no serán ni manifiestas ni evidentes para el analista (tampoco lo son para el autor mismo).
Por otro lado habrá que considerar que a la par de las consecuencias manifiestas esperadas, puedan a parcecer otras que son manifiestas o latentes inesperadas. En ambos casos podemos podemos encontrarlas de signo positivo o negativo en función de los fines perseguidos. Así que en esas condiciones podemos darnos cuenta que el análisis sistémico funcional aquí propuesto, puede ser un tarbajo bastante complicado y complejo, también sofisticado. Al no estar en el campo de lo cosnsciente, muchas motivaciones que nos mueven a la acción en un sentido determinado, el trabajo del por qué se hace tal o cual cosa (búsqueda de un objetivo) se dificulta en gran medida. Y esto no sólo sucede a nivel de individuos, sino que también sucede a nivel social, como lo propone Karl Jung al hablar del incosciente colectivo. En tal inconsciente encontraremos mucho de la irracionalidad que nos mueve muchas veces hacia fines no deseables. Jung aconseja no reprimir lo incosnciente, sino afrontarlo, pues es parte de nosotros mismos, como individuos, como colectividad, como sociedad.
Así que quien se dedique al análisis sistémico funcional deberá tener en el mejor de los casos las herramientas teórico metodológicas que le permitan tener acceso a el inconsciente (colectivo), o en un caso más sencillo, la colaboración de un experto. Aunque  no todo análisis requerirá por sus características de un estudio de lo incosnciente.
Para terminar, el analista no deberá de considerar un punto central d eeste enfoque que es el principio de que toda acción racional con arreglo a fines es nodal, es decir, se da en el marco del conjunto de los subsistemas de la acción, en todos y cada uno de ellos simultáneamente.

Bibliografía:
- Jung, Karl. "Lo Inconsciente". Buenos Aires, Ed. Losada, 6a. ed. 1976
- Meron, Robert K. "Teoría y Estructura Sociales" México, Fondo de Cultura Económica, 3a.ed. 1995
- Parsons, Talcott. "El sistema social" Madrrid, Alianza Ed. 2a. ed. 1984

lunes, 25 de junio de 2012

La importancia de ir a votar

El próximo domigo, finalmente se llevarán a cabo las elecciones para presidente de la República, legisladores y otros importantes puestos públicos. Esa será la encuenta verdera, cuyos resultados nos afectaran en algún sentido, para bien o para mal, para seguir con más de lo mismo o para optar por la difrencia; dar un paso adelante o hacia atrás. Los ciudadnos tenemos la palabra y debemos pronuciarnos sobre el tipo de gobierno y de país que queremos. Por lo tanto, no debemos dejarnos guiar por las encuentas que de alguna manera no sólamente quieren retratar la situación de los candidatos, sino que subrepticiamente apuntan a decirlos quién deberá ganar por aquello de la profecía que se cumple a sí misma. Como electores debemos actuar con plena libertad y conciencia de a quien estamos eligiendo y para qué lo estamos selecionando. Es decir que proyecto de nación está en juego.Las encuestas y la excesiva propaganda deben de quear atrás y lo que hay que considerar son los hechos y los dichos de los candidatos a lo largo de sus campañas y a lo largo de su trayectoria política, y como decíamos, votar con plena conciencia y libertad, como corresponde a un ciudadano.
En este sentido no debemos olvidar que ese voto que emitamos puede llevarnos a mpas democracia y libertad, pero también nos puede conducir al autoritarismo, a la antidemocracia, al totalitarismo. Hitler llegó al poder por medio de una elección democrática, esa es una leccción de la historia que no debemos olvidar en estos días. Y como todos sabemos esa lección tuvo funestos resultados. Volver a la democracia no fue fácil así que debemos ser muy cuidadosos de a quién elegimos, una refresión sería terrible para México, dada su precaria y critica situación interna y el contexto internacional.
No me corrsponde a mi decir por que candidato votar, pero si creo que debo invitra a mis amables lectores(as) mexicanos a ir a votar, pues la abstinencia no hace sino avalar un régimen sumido en la corrupción y la ineficiencia, anclado en un pasado al que ya no se puede volver, ni debiera intentarse regresar al mismo.
Pero además de participar en el proceso electoral del primero de julio, ahora en adelante debemos estar vigilando la actuación de los gobernantes. México ha pagado un altísimo costo por dejar a los políticos hacer lo que les da la gana, sin supervisión alguna. Costo que se ha traducido en pobreza, marginación, desempleo, bajos salarios, inseguridad pública, aumento de la delincuencia, mala educación y una profunda deseperanza para millones de compatriotas. Así el voto debe ir más allá de una simple elección, que delega la autorida y el poder a una persona por un periódo determinado de tiempo,  para convertirse en una elección condicionada a los buenos resultados, para que cuando el político no pueda o quiera cumpir con su deber sea removido de su cargo.
Vamos pues el domingo a votar por un México mejor, más justo, más incluyente, democrático, con más oportunidades reales de empleo, trabajo, formación de empresas, educación, salud, bienestar, más paz social y seguridad pública, es decir, con desarrollo    

El hombre real y la teoría social desde un punto de vista sistémico

Sabemos que el enfoque teórico metodológico que hemos venido sigiendo en este blog es muy abstracto, generla  y teórico y aparentemente alejado de la realidad humana concreta. Sin embargo este enfoque como cualquier otro, si pretende describir, analizar e interpretar la realidad social, y más aun proponer una meodología para diagnosticar problemas y proponer soluciones a los ismos, no puede evira referirse al hombre vivo de carne y de hueso, al hombre real, al hombre que vive en un tiempo y lugar determinado, en circunstancias y situaciones específicas, dentro e una comunidad, grupo,orgnización o sociedad. De nada serviría referirse a un constructo idealizado de hombre por perfecto que éste sea, ya que eso daría, sin duda, lugar a uchos erores y equívocos. Toda teoía del hombre, toda toería social tiene que basarse en el hombre real, concreto, que es parte integrante de una comunidad igualmente real y concreta.  Esse es su fundamento. Y por otra parte, debe basarse en la razón y la lógica, en un método que permita superar lo anecdótico, el sentido común y lo emocional y sentimental, si realmente aspira a hacer ciencia social. También ha de considerarse al hombre de manera integral, superando los enfoques positivistas, que han asumido posturas parciales que evitan ver al hombre de manera completa y compleja. No se puede seguir viendo al hombre como ser económico, o como ser político, etc. por la sencilla razón de que el hombre vivo, real,  no se puede dividir en partes. Cada ser humano es un todo en sí mismo, como individuo  y a la vez es un ser social que vive inmerso en sociedad no por un azar de la vida, sino porque su propia naturaleza lo hace vivir en sociedad. Sus metas pariculares sólo son alcanzables en sociedad y con la sociedad, es decir, con otros que de alguna manera con sus propias acciones o inacciones, facilitan u obstaculizan el logro de las metas y objetivos de otros seres humanos.  Se necesita de la colaboración de los demás.  De allí entonces, que no sea válido el estudio del hombre aislado del mundo en el que vive ni tampoco ver al ser humano solamente como un pieza del enorme engranaje de la sociedad, haciendo caso omiso de su individualidad, unicidad e irrepetibilidad. Cualquiera de los dos extremos es erróneo. Cuando tratamos de estudiar la conducta humana dsde un enfoque sistémico, desde un sistema de la acción social, debemos tener presente esa compleja dualidad del hombre, de totalidad en sí mismo y de ser social, que se da simultáneamente. Cuando tratamos de evaluar la manera en que una persona o colectividad trata de alcanzar determinadas metas tenemos que considerar tanto los aspectos individuales (personalidad, caraácter, motivaciones, salud física y mental, fuerza, etc), como los de carácter social (clase o estrato social, pertenecia a tal o grupo, condiciones culturales, políticas, económicas, relaciones sociales). Cuando tratamos de evaluar si las metas se lograron o no lacanzar tenemos también que hacer esa doble referencia a factores de índole personal y condiciones sociales.
Un enfoque sistémico permite vincular un enfoque teórico interprtativo de la acción social con la acción  de los hombres reales y concretos que viven en sociedades, en tiempos y lugares igualmente reales. Esa es la postura teórico metodológica que sostenemos en este espacio sociológico.

viernes, 15 de junio de 2012

Anáisis sistémico de la acción social y estructura de clases

Uno de los problemas del enfoque sistémico y el estructural funcionalista es uq no contemplan en su andamiaje una estrcura de clases sociales y cuando lo hacen, lo llevan a cabo de una manera que queda poco claro como se diferencían en sus interior las sociedades. Se evita el problema del conflicto y todo lo que éste conlleva. Y por eso mucho del análisi pierde valor y utilidad. Si se parte de un sistema de la acción social, y se sostiene que lo importante es la acción racional con arreglo a fines, individual o colectiva (organizaciones), entonces el asunto del conflicto se vuelve un tema crucial ineludible para el análsis sociológico. pero, ¿dónde queda la estructura de clases en el análisis sietémico? Evientemente es externa, es parte del entorno en el cual opera el sistema de la acción. Sin esa referencia a una estructura de clases, a un posicionamiento en ella, cualquier análisis resulta inructuoso. La acción social tiene como finalidad el logro de ciertos objetivos, alcanzar determinadas metas, y estas no se establecen en el vacío. La condiciones económicas, socioculturales (tradiciones hábitos, costumbres) y políticas por un lado, las motivaciones internas, los intereses particulares, las aspirciones personales por el otro, influyen en la conducta del actor. Y éstas pueden ser determinadas solamente con referencia a una etructura de clases, como a un pefil de la personalidad del actor, aunque vale decir, dicho perfil está en gran medida determinado.
En la medida en que la acción es hecha por actores (individuos colectividades) difereneciados unos de otros, la posiblilidad de conflicto esta siempre presente aunque no siempre se manifestará.
Al introducir el asunto de la estructura de clase sociales queda entonces abierta la puerta para el conflicto  y con ello se derumba la idea un tanto inocente de la pertinencia y armonía de todos los elementos que conforman un sistema y su colaboración en beneficio del todo. En una sociedad abierta, libre  y demcocrática es imposible que no existan conflicto, y mucha veces éste es el motor del progreso y del logro de mayores libertades para todos los miembros. No siempre el conflicto tiene un carácter negativo y una finalidad destructiva. Pero si es, sin duda, uan expresión de que los intereses, los objetivos y metas de individuos y colectividades son diferentes debido al diferente posicionamiento de unos y otras en la estructura de clases sociales. Igual cosa puede decirse de sus visiones e interpretaciones del mundo. No es concebible que un marginado, un obrero, una ama de casa, un pequeño empresario o un mimembro de las clae más elevadas de la sociedad piensen igual y quieran lo mismo. Pretender semejante cosa no ses sino vana ilusón o estéril fantasía.    

jueves, 7 de junio de 2012

La parte en el contexto del todo desde la perspectiva sistémica

Uno de los aspectos más problemáticos de la teoría de sistemas y el análisis estructural-funcional es que a la hora de aplicarlos, se olvida, uno de sus principios metodológicos básicos, que es la idea de que todos los elementos del sistema están interelacionados entre sí y que, por lo tanto, no pueden ni deben ser aislados del conjunto del que forman parte. Si bien todos los investigadores y académicos que estudian y desarrollan estso enfoques teorico-metodológicos, afirmarían que no se deben separar las partes para ser estudiadas aisladamente, a la hora de la práctica esto no sucede así. Se desune el todo y se confina el elemento a estudiar, lo que no logra otra cosa  sino que se pierda gran parte de la riqueza del análisis y con ello, un entendimiento más profundo y real del asunto estudiado. Aquí abogamos por un análisis en el que el subsistema o elemento a estudiar no se le aisle ni separe, porque en la realidad social, tal cosa no es posible. Es más las cosas adquieren su significado real más preciso cuando se les ve dentro del contexto más amplio, es decir, el sistema, o el conjunto de la estructura del propio sistema. Ningún elemento sociocultural relevante puede describirse adecuadamente sin hacer referencia  al conjunto de elementos con que se interrelaciona. Y esto es válido en casos de psicoterapia, donde la persona disfuncional tiene que verse en el contexto de la familia completa de la que forma parte integrante, o en casos como el estudio de un objeto material cuyo significado aparece al relacionarsele con una cultura, una época, una situación, una práctica o tradición. El significado de tomar té, es muy diferente en Japón, que en Inglaterra o México. Puede ser incluso el mismo té, pero el valor y significado sociocultural difiere radicalmente. Y esto es algo que el sociólogo no debe olvidar a la hora del trabajo de análisis y reflexión. Como hemos dicho anteriormente, muchos teóricos de sistemas o estructural funcionalistas, acaban llevando a la investigación prácticas más bien de corte positivista, que desvirtúan y degradan el valor del análisis sistémico que pretende ver la parte en el contexto más amplio del todo. Lo humano, lo social, no puede aislarse pues hacerlo induce a graves errores descriptivos e interpretativos.
Ahora bien, sostener que la parte debe ser estudiada en el marco de la totalidad, no significa sostener que dentro del sistema todo es armónico y que cada parte es funcional respecto a la totalidad. Dada la complejidad de los sistemas sociales modernos y su dinámica, la posibilidad del conflictos y cotradicciones es muy alta. La realidad nos enseña que los conflictos están a la orden del día y que parte del trabajo de análisis sistémico se debe enfocar precisamente a estudiar las causas y los motivos que en un momento dado causan conflicto y confrontación entre las partes. La tendencias entrópicas se intensifican entre más complejo y dinámico es el sistema. De hecho tal vez uno de los temas de mayor interés sociológico sea el estudio de los elementos que producen, a pesar de las tendencias entrópicas, el orden y la estabilidad, es decir averiguar las causas por las que una sociedad o un Estado.nación se mantiene más o menos unido y estable a pesar de la guerras civiles, revoluciones, disidencias, descontento, etc.  Lo que no significa asumir una posición conservadora en favor de dicho orden, que posiblemente por muchos motivos debiera ser cambiado, aunque eso ya es tema de la práctica política y al ética.

martes, 29 de mayo de 2012

Tareas del sociólogo contemporáneo

Uno de los problemas criticos de la sociología contemporánea es sin duda el análisis del tiempo presente. En estos principios de milenio, el famosos "aceleramiento del a historia" ha dado lugar a grandes y profundos cambios en prácticamente todos los aspectos de la vida social. Todo está en movimiento, cabiando, renovándose o deteriorandose aceleradamente y, debido a ello, las viejas certidumbres de  antes se han derrumbado. Las cosas están sucediendo tan rápido, que para las ciencias sociales, especialmente la sociología y la psicología social, supone un esfuerzo adicional para poder entender y comprender  lo que está sucediendo. También significa abandonar viejos paradigmas e ideas preconcebidas, pues si hay algo que caracterice este momento histórico, es que no parece haber más un sentido y unas metas predeterminadas. La incertidumbre ha sustituido a las "seguridades" y lo que, por ejemplo Marx, había interpretado como una secuencia histórica y lógica (dialéctica) hacia el socialismo y  posteriormente el comunismo, no es sino una posiblidad entre muchas más. El presente se piensa conflictivo y demasisado complejo para ser entendido a partir de las viejas teorías y el futuro se ve abierto a un sin número de posibilidades. Para muchos esto resulta aterrador y paralizante. Aun para profesionales de las ciencias sociales. Incluso se habla de la sociedad de riesgo y autores como Luhmann atribuyen una importancia grande a la contingencia.
Hasta hace no mucho tiempo, la sociología estaba más o menos tranquila estudiando las regularidades, las costumbres, tradiciones, usos comúnes, porque efectivamente, a través de su investigación y análisis era posible descubrir el entramado y la estructura sociales, pero hoy eso ya no nos sirve. Y los sociólogos deben mirar el mundo de manera diferente, encontrando en lo incidental y lo circunstancial las huellas del actual devenir de la sociedades, grupos y personas. Tarea nada fácil de llevara  cabo, y sin embargo indispensable para entender el aquí y el ahora. Trabajo que requiera de nuevos métodos, técnicas e instrumentos de investigación y análisis, pero sobre todo de una nueva perspectiva para observar la realidad.  O en su caso, requerirá de una transformación a fondo de las teorías ya existentes para adaptarlas a las nuevas circunstancias que la realidad nos presenta. Que es el caso respecto a la teoría sistémica y estructural funcional que hemos venido trabajando en este blog. ya no basta con el estudio de las regularidades y lo reiterativo, hay que entrarle a lo eventual, a la contingencia y al riesgo.  De igual manera hay que ir más allá de la separación entre lo macro y lo microsocial, porque este último muchas veces expresa a pequeña escala los grandes fenómenos macrosociales que hoy transforman al mundo de manera inimaginable.
Estudiar así la oficina, el taller, la familia, la escuela, permite darse cuenta como los grandes cambios y transformaciones, afectan incuestionablemente a esas pequeñas instituciones y organizaciones sociales, e incluso al individuo, causándole esa incertidumbre, ese desasosiego, ese malestar muchas veces difícil de definir y expresar racionalmente, y que aflora con formas agresivas y violentas. Así que l sociólogo debe poder transitar de lo macro a lo micro y a la inversa. En resúmen pues hay dos grandes tareas para el sociólogo contemporáneo: cambiar su maenera de observar el mundo para poder captar los grandes cambios actuales y, superar la brecha entre lo macro y lo micro como si fueran dos cosas independientes una de la otra, para poder ver las conexiones entre ambos.

lunes, 30 de abril de 2012

El Fluir de los hombres, las sociedades y la naturaleza

"Todo fuye" dijo Heráclito, y tenía razón. Todo fluye, cambia, se transforma, aunque esos acmbios nos resulten imperceptibles a la primer mirada. Este es un asunto muy importante e ineresante para el anlisis sociológico, tan acostumbrado a los estudios estáticos, a sacar fotos del momento, sin considerar lo que pasó previamente y lo que puede llegar a suceder con posterioridad. El sociólogo debe acostumbrarse a ver la vida como un proceso, como una constante transformación de los hombres y las cosas. Sólo así creemos se puede dar cuenta de lo qu sucede en un momento dado. Lo estático, digámosos así, sólo se puede explirar dentro del proceso, del devenir o fluir a que se refería acertadamente Heráclito. Desde otro ángulo, la esis de Heráclito es la mejor arma para hacerle entender a los conservadores y neoconservadores, que el presente no es ino un instante que es imposible mantener, como el gua, entre las manos. Y que aferrarse al pasado idílico no lleva a  ninguna parte, por la sencilla razón de que lo que piensan que puede ser mantenido, tampoco deja de cambiar en sí mismo. De ahí entonces que sus esfuerzos sean infructuosos y sí cagrados de pena, de sufrimiento, de dolor, pues se quiere conservar lo inconservable. La vida fluye más allá de la voluntad de los hombres, sencillamente está fluye pemanentemente, no se detiene, no se para, y a eso debemos acostumbrarnos. Que en esta época de la historia que nos ha tocado vivir esos cambios se hayan acelerado, no significa que en el pasado no dejó de pasar así, por lento que el cambio fuera. Si fuera posible parar el fluir de las personas, las sociedades y las cosas, ya se habría acabado la historia y el futuro se habría cancelado en forma definitiva, y ninguna de esas cosas ha pasado, y si me permiten reafirmarlo, ni dejará de pasar.
Volviendo al análisis sociológico, resulta entonces que el sociólogo debe mirar atento ese fluir de todo, para poder entender tanto lo humano como la vida misma en su conjunto, pues los cambios y transformaciones personales y sociales (económicos, políticos, culturales) se dan dentro del proceso de fluir de la vida misma, no le son agenos y menos aun externos.
Demasiado tiempo hemos visto el mundo desde la óptica humana, tal vez sea el momento de ver lo humano dentro de la naturaleza y sus procesos generales. Lo humano fluye en el conjunto del fluir de la naturaleza pues por más atificialidad que somos capaces de crear, no dejamos de ser parte integrante de la naturaleza misma. Quizá un cambio de perspectiva nos pemita ver con más claridad nuestro lugar en el mundo y la vida, así como tomar conciencia de nuestras responsabilidades como seres pensantes respecto a ella y, consecuentemente respecto a nosotros mismos como especia, como sociedades y culturas.

sábado, 21 de abril de 2012

El origen social de las ideas, la ciencia y la tecnología

Estamos acostumbrados  por influencia del pensamiento judeocristiano y algunos de los grandes filosófos griegos, en un origen uúnico de la creación, del mundo, de los hombres. Cuestión que también se aplica al campo de las ideas. En este último caso, hay un fuerte eurocentrismo, que da por sentado que las grandes ideas y pensamientos en todas las áreas del saber, fueron producto de la inteligencia del hombre europeo. Se trata más que de una verdad comprobada, de un acto de egolatría y soberbia de la cultura occidental, en el mejor de los casos una hipótesis por verificar. La verdad es que si consideramos que los hombres, como epecie, tienen las mismas características en Africa, que en América, o en Asia o Europa; si pensamos que tiene los mismos procesos mentales,(intelectuales) la misma inteligencia, es muy difícil sostener la hipótesis de un origen único para las ideas o las grandes teorías que tratan de explicarnos lo que somos los seres humanso y lo que es el mundo. En distintas épocas, diveros pueblos han tomado el liderazgo, por así decirlo, y han aportado valiosos conocimientos e información, que se ha vuelto patrimonio de la humanidad en su conjunto. Sabemos que por motivo de catástrofes naturales, guerras, invasiones, conquistas, muchos de esos conocimientos se ha  perdido y en muchos casos no se han podido recuperar, pero sabemos también que las capacidades intelectuales humanas pueden llevar a los hombres a re-descubrir esos conocimientos perdidos. Y eso,puede suceder en cualquier parte del planeta, donde la condiciones políticas, económicas y socioculturales lo permitan. Aun en sociedades tan poco inclinadas al trabajo científico, como es el caso mexicano, que perfiere comprar ya todo elaborado y listo para usarse, no han dejado de hacerse dscubrimietos científicos y dearrollos tecnológicos importantes e interesantes. Esto es, insistimos, debido a que compartimos con los hombres de las demás naciones y pueblos las mismas características mentales, las mismas capacidades analíticas y creativas.  Lo que significa que los límites a la creación de conocimientos parecen estar en las condiciones ambientales (históricas, políticas, económicas, culturales) que propician o dificultan dicha creación y difusión. Cuando las condiciones ambientales están dadas, la ciencia y la tecnología, como el arte, florecen con mayor o menor facilidad. Si por el contrario las condiciones son en sentido inverso entonces la creatividad se ve ahogada por el conservadurismo, el miedo infundado, y otros factores que inhiben su desarrollo. En México ha costado mucho trabajo pasar de esa mentalidad de colonizados,de creer que lo bueno sólo puede venir de parte de los güeritos occidentales, sean alemanes, franceses, italianos o norteamericanos,  a una de apertura y reconocimiento de que aquí existen los hombres y mujeres capaces para llevar a cabo desarrollos científicos y tecnológicos, así como humanísticos y artísticos.
Se ha tenido que ir cambiando muy lentamente la mentalidad de la sociedad para hacerla más abierta y dispuesta a reconocer su propia valía y capacidad para generar ideas propias valiosas y útiles no sólo para nosotros mismos y la humanidad entera. La Universidad Nacional y el Instituto Politécnico Nacional son sin duda la punta de lanza de este cambio que se ha venido dando en los últimos tiempos, pero que todavía es insuficente para los requerimientos de la nación. Parte de ese cambio supone necesariamente abandonar esa mentalidad colonial y ese enfoque eurocéntrico y asumir un modelo de sustitución de importación de ideas, ciencia y tecnología, para desarrollarla dentro de nuestras fronteras, en nuestras universidades e institutos de enseñanza superior, en las grandes empresas mexicanas y hasta en los talleres y laboratorios del inventor solitario. En nuestra sociedad se pueden crear e inventar las mismas cosas que se estén creando en Estados Unidos, en Japón, o cualquier otra parte del planeta si se deja de lado esa idea de que lo extranjero es mejor siempre a lo nacional o de que para lo único que servimos es para maquilar. Nada nos hace menos humanos que los demás pueblos de la tierra y por lo tanto nada nos hace menos capaces. Una buena idea, una buena teoría, un desarrollo científico y tecnológico puede surgir en calquier parte del planeta, donde haya seres humanos bien dispuestos a observar, reflexionar, teorizar experiementar y filosofar. No hay razón, entonces, para pensar que tal o cual pueblo o civilización es superior a las demás y que sólo ellos pueden crear conocimientos. El predominio cultural, científico  tecnológico y filosófico de una sociedad o cultura será siempre temporal y por tanto pasajero. Otras nuevas potencias surgirán con el tiempo, y sus hombres harán nuevos descubrimientos y redescubrimientos, así como ha sucedido a lo largo de toda la historia humana.

sábado, 14 de abril de 2012

Heráclito: "todo fluye", aporte al análisis sistémico funcional

Heráclito (540-480 a.C.) pensaba que uno de los rasgos más caracaterísticos y básicos de la naturaleza eran los cambios constantes. Heráclito sostuvo que todo está en movimiento y que, por lo tanto, nada dura eternamente. También sostuvo  la idea de que  el mundo está caracteriado por constantes contradicciones, con lo que hechó abajo toda idea de desarrollo lineal y armónico exento de conflictos. Aplicado al esquema funciional que hemos venido desarrollando en este blog, el pensamiento de Heráclito nos hace notar dos cosas muy importantes, que si se quiere realmente dar cuenta de si las cosas funcionan ya sea en función de un todo (Malinowski) o de un grupo particular, o un actor Merton), en lugar de hace cortes a manera de rebanadas de pastel, que nos permiten ver como las cosas en un momento determinado, lo que habría que hacer es ver el asunto concibiéndolo como un proceso, es decir como algo que se mueve a lo largo del tiempo, o como bien dijo Heráclito, como algo que fluye y que en ese fluir cambia y se transforma. Esto último, nos lleva, necesariamente, a darnos cuenta que entonces las necesidades que generan una acción específica y la acción misma también son cambiantes. No son lo mismo las necesidades de un niño, que las de un adolecente o una persona de la tercera edad; tampoco las son las de un grupo humano que vive en el clima cálido caribeño, a quienes viven en los extremo polares del planeta. y aun en un mismo día y persona, las necesidades que se tienen a cierta hora de la mañana, no son las mismas que las que se puedn tener por la noche. De ahí que es el estudio dinámico, procesual, el que más puede aportar a un análisis funcional. Igual que los hombres, las comunidades y sociedades cambian y sus necesidades varían, por lo que, consecuentemente, sus acciones resolutivas también deben ser diferentes.
Siguiendo al mismo Heráclito, también debemos reconocer que un enfoque funcional debe reconocer la contradicción como un elemento central del devenir de la biografía individual y la historia colectiva. Cambios internos y externos (contextuales y situacionales) así como la irracionalidad propia de la naturaleza humana, pueden conducirnos a la contradicción en actitudes y conductas. Es algo que observamos todos los días, en todas partes. La irracionalidad se debe volver parte de la ecuación del análisis sistémico funcional, tanto como la incertidumbre a que hacía referencia Luhmann. Pretender la racionalidad absoluta del ser humano no sólo es negar una paste sustancial de la naturaleza  humana, sino es negar un elemento fundamental para la investigación funcional individual o colectiva. Sin la consideración de la irracionalidad muchos problemas y acciones sociales resultan sencillamente inetendibles y muchas contradicciones irresolubles.
Finalmente Heráclto aporta una idea más importante para el enfoque analítico sistémico funcional, la idea de que totalidad no significa armonía completa entre los elementos que la conforman. Malinowski sostenía la funcionalidad (armónica) de cada elemento respecto al todo y, por Heráclito podemos darnos cuenta de que puede existir esa totalidad sin que haya arminía completa de las partes componentes entre sí y respecto al todo. Por lo que la aspiración a una armonía y coordinación total entre las partes no es sino un acto de buena fe, en el mejor de los casos. En todo caso si podamos conceder que la armonía y la coordinación pueden darse temporalmente en ese constante fluir de las cosas en mayor o menor medida, o dicho de otra manera, que las contradicciones pueden ser mayores o menores y que la aspiración debe ser mantenerlas bajo control de tal manera que no se agraven hasta el punto de poner en riesgo la existencia de la totlaidad. En este sentido, todo proceso de intervención psicosocial debe tender no a eliminar las contradicciones, sino a reducir su gravedad al gardo que permitan el libre flujo de la vida individual y colectiva, y la relación entre ambas. El conflicto bien entendido también puede ser fuente de crecimiento personal y social.

sábado, 3 de marzo de 2012

De la Sociologia a la Biopsicosociología

En el estudio de lo social, del comportamiento social, no debe evitar estudiarse las bases biologicas del compirtamiento humano, sea individual o colectivo. En sociología se ha obviado los datos que preopocionan la biología y las neurociencias sobre la conducta humana y ha sido un grave error que ha conducido a posiciones contradictorias pero sobre todo erroneas al respecto. Los avances en biología humana y neurociencias están permitiendo obtener información significativa sobre el por qué de la conducta humana y tarde o temprano permitiran acabar con muchas ideas equivocadas que hoy se mantienen en pie. Digamos que la aspiración sería llegar a una biopsicosociología que nos permitiera tener una base certera para estudiar e investigar comportamientos como la agresión, la violencia, el sexo (heterosexualidad, homosexualidad, bisexualidad), el dominio, la sumisión, la crueldad o la bondad, el egoísmo o la solidaridad, entre otros muchos. Pues si bien muchos comportamientos son imitados, copiados y otros aprendidos, esto es posible porque hay una base biológica, las características del organismo neurofisiológico, que hacen posibles  la imitación, la copia, el aprendizaje. Después de la cual existe la mediación de los factores ambientales (naturales y artificiales) y la cultura, para facilitar u obstaculizar esas conductas básicas señaladas anteriormente.
El estudio de los grandes movimientos sociales, de las manifestaciones, de los mítines es imposible sin considerar el carácter gregario que es propio de la especie humana. Y ese gregarismo no es un desarrollo meramente cultural surgido del proceso civilizatorio, sino que es, fundamentalmente, una característica genética humana. Igual cosa se puede decir de las formas de atracción entre el hombre y la mujer en el cortejo. La base biológica proporciona una serie de elementos, de señales, que permiten tanto la aproximación, la evaluación de la evolución de la situación, como su eventual ruptura o continuidad y profundización, por parte de cada uno de los involucrados en el cortejo. Así podríamos citar muchos ejemplos más en el mismo sentido, pero lo importante aquí es resaltar que cualquier análisis de la conducta individual o colectiva debe considerar la base biológica sobre la que se construyen dichos comportamientos por más matizados que estén por la cultura. Digamos que la cultura no existe con independencia a la base biológica humana que la sustenta. Lo que pasa es que la cultura ha adquirido tal grado de desarrollo y sofisticación que parece haberse independizado de lo biológico, cuando es precisamente esto último lo que ha permitido  la creación de la cultura.  Si la biología humana no hubiese tenido las características pertinentes adecuadas la sociedad y la cultura no existirían. Desde la perspectiva sistémica que hemos venido trabajando en este blog, podemos decir que Parsons tuvo razón al proponer en su esquema sistémica la existencia de un subsistema biológico que sirve de base a lo psíquico, social y cultural; así como tuvo razón en proponer un análisis de la acción (individual y colectiva) integral considerando la acción operando en los cuatro subsistemas propuestos, que por cierto nosotros hemos modificado  en nuestro análisis crítico.
(Ver artículos anteriores en este mismo blog)       

domingo, 26 de febrero de 2012

Enfoque sistémico, de lo abstracto a la práctico

El análisis estructural funcionalista o sistémico al que nos hemos venido refiriendo tiene un carácter muy abstracto en su elaboración, pero pretende ser bastante práctico en su aplicación. Su uso va más allá de la descripción de un hecho o fenómeno social, sino que tiene por finalidad poder evaluar holísticamente una acción social determinada y, como resultado de esa evaluación, como decía Robert King Merton obtener un saldo líquido de consecuencia funcionales. Saldo que, por una parte permitiría saber si una acción racional e intencional con arreglo a ciertos fines (metas u objetivos) tuvo éxito precisamente en función de las necesidades que dieron lugar a dicha acción y los objetivos perseguidos. Por esta razón, nos ha parecido que para cuestiones de intervención en problemáticas sociales, de procesos de ingeniería social (que ahora también se conoce como sociología clínica), desarrollo comunitario, programas de desarrollo municipal, estatal y federal, este enfoque es bastante útil. Lo que por cierto no implica que sostengamos que esta perspectiva teórico metodológica de intervención sea ejercida única y exclusivamente por tal o cual agente social (ONG's, asociaciones civiles, movimientos sociales etc.) o agente estatal. Lo que se busca es que pues, primordialmente aplicarse por aquellos grupos sociales, privados públicos para solucionar problemas colectivos que en nuestro país, América Latina o Africa son tan urgentes de resolver.  En todo caso el quién lo aplique, cómo lo aplique y para qué lo aplique, no es asunto que podamos resolver en este espacio, aunque si plantemos, desde una perspectiva ética, la necesidad de que su aplicación vaya dirigida hacia los sectores más pobres y vulnerables de la sociedad, como también planteamos que sean precisamente los grupos que sufren necesidades y carencias quienes apliquen este u otros modelos para tomar consciencia de su situación, de los recursos que tienen a la mano, de los elementos que les hacen falta, de las estrategias más efectivas a seguir de los tiempos que se tardarán en solucionar sus problemáticas. Trabajos todos ellos en que los científicos y tecnólogos sociales pueden apoyar con sus conocimientos, su asesoría o consejería. No se pretende aquí que el sociólogo, el trabajador social, el psicólogo o el funcionario dirijan y ejerzan liderazgo. De eso ya hay un cúmulo de muy malas experiencias que a final de cuentas han fracasado. Dice un dicho muy difundido que, " no hay que darle el pescado sino enseñar a pescar", pero la verdad es que hay que dar las dos cosas en distintos momentos, si el pescado significa mostrarle a la gente que puede vivir de una diferente, de mejor manera, y si darle el pescado también significa darle el nutrimento necesario para cobrar fuerzas (físicas, mentales  y morales) para  llevara cabo   el esfuerzo necesesario para generar sus propio desarrollo comunitario o grupal. Lo segundo es obvio, hay que capacitar y habilitar al grupo o comunidad para que se haga cargo de la resolución de sus problemas, acompañando y asesorando su esfuerzo tanto local como e lo referente al ámbito externo (trámites legales, etc.).
Hacer un trabajo práctico, en grupos y comunidades con fuertes carencias y necesidades no sólo es un acto humanitario, una defensa de la dignidad humana, sino también poner en práctica una actitud ética ante la vida, buscar que mejorando las condiciones de existencia, se logre también la libertad humana (individual y colectiva) y a partir de ello, también construir una sociedad más democrática, más fuerte y solidaria;  más abierta, crítica y propositiva.

viernes, 10 de febrero de 2012

Sociología y arquitectura: la ciudad y las edificaciones como imagen del hombre

El diseño y la construcción de espacios urbanos así como de espacios interiores es un tema interesante para la arqueología  y la sociología.  En los espacios abiertos exteriores, como en los espacios interiores privados, los arqueólogos y sociólogos pueden detectar pautas de diseño, contsrucción y constitución de espacios, que de alguna forma delatan las formas de vida social de una civilización determinada en un espacio sociohistórico igualmente determinado, en el tiempo y la geografía.  Las pautas de construcción de edificios, centros comerciales, casas habitación, escuelas, parques, avenidas o vías rápidas, no se dan al azar, ni son productos espontáneos sino, que obedecen a requerimientos de carácter filosófico, económico, geográficos y ambientales; es decir, a maneras de entender la vida, las relaciones humanas, los derechos de las personas. A concepciones de lo público o lo privado. También a las posibilidades económicas de la sociedad y sus miembros. A la geografía específica del lugar y a su clima. Así que los diseños y la  construcción de espacios interiores y externos tampoco es un asunto de moda, aunque ésta última también influya en alguna medida en las tendencias que predominan en una época determinada. Pero más que la moda, que puede varias de un momento a otro, hay pautas que permanecen digamos detrás de las tendencias en boga, y a las cuales la moda modifica limitada y parcialmente. Los estilos arquitectónicos de una edificio a otro pueden variar, pero habrá una serie de requisitos que independientemente de sus estilo´prevalecerán. Algunos de carácter técnico, pero otros, como ya decíamos anteriormente, relativos a las concepciones de la vida social citadina. Si por ejemplo en la época colonial, los edificios más altos debían ser las iglesias, dad dada la hegemonía del pensamiento religioso, hoy, dado el predominio de lo económico y lo técnico científico  toda ciudad que se pretenda moderna, tendrá uno o varios rascacielos, que serán por mucho los edificios más altos. Edificios que son no sólo orgullo de sus constructores y los habitantes de la ciudad, sino símbolos de progreso y modernidad de carácter laico que se fundamenta ya no en la religión sino en la ciencia y la tecnología. Sociológicamente hablando, estas edificaciones son por así decirlo, imagenes del hombre contemporáneo, su cultura, su ideología, sus valores y sus aspiraciones colectivas e individuales. Y, claro está su manera de vivir , de sus relaciones sociales y políticas, así como la dinámica económica.  La casa habitación se construye bajo esas mismas premisas. Y el parque, el bulevar o la plaza también.  Así pues el estudio de todas estas obras es una forma de estudiar la acción humana en un tiempo y espacio delimitados, sus motivaciones, sus necesidades, sus aspiraciones, su concepción de sí mismo como ser viviente individual y gregario. La ciudad y sus edificaciones son hechos sociales que el sociólogo y el arqueólogo de los contemporáneo deben estudiar concienzudamente para averiguar que clase de hombres y mujeres somos hoy.      

lunes, 6 de febrero de 2012

Filosofía y sociología

Filosofía y sociología no sólo están estrechamente relacionadas porque la segunda se haya creado a partir de la primera, sino porque aunque persiguen fines diferentes estos pueden ser complementarios. Especialmente cuando se trata de hacer una sociología aplicada, o si se quiere una ingeniería social.
La sociología alcanza sus limites en tanto ciencia social, dándonos información verídica sobre lo que la sociedad es en un momento y situación determinado pero el pensamiento filosófico nos lleva más allá planteándonos preguntas que el trabajo científico no puede aun responder. Pensar en las características sobre lo que la sociedad podría ser, no es algo a lo que la sociología pueda y deba responder. Sí la filosofía. ¿Cómo se formó la sociedad? ¿Cuál es el fin de la sociedad? ¿Cuál sería la sociedad ideal? son preguntas que la filosofía si puede aspirar a resolver, por cierto con el apoyo de la sociología, la ciencia política, la antropología, la historia o la psicología social. La filosofía puede reflexionar a partir de los datos que estas ciencias sociales nos ofrecen  pero debe ir más allá. La filosofía no se puede conformar con lo que las cosas son en la realidad, sino que bien se puede plantear como podrían ser  en una situación ideal. ¿Cómo debiera ser la sociedad para que cada hombre y mujer pudiera desarrollarse plenamente como seres humanos? es ya una pregunta filosófica. Como lo es también preguntarse qué tipo de hombres y mujeres, que tipo de grupos o comunidades, ha producido la sociedad actual.
En el trabajo de aplicar los conocimientos sociológicos para resolver problemas sociales, debiera ir implícita por lo menos, una reflexión filosófica. El plantearse tal o cual medida de solución, supone que atrás de la misma hay un proyecto, por básico y elemental que sea, de cómo nos imaginamos la sociedad y la convivencia social. la soluciones a los problemas sociales no se plantean en el vacío ni son meramente técnicas, implican una postura ante la vida y una filosofía social específica, aunque insistimos, no esté explicitada. Concebir una sociedad sin clases sociales, o una sociedad sin la explotación de unos hombres por los otros, o una sociedad rígida y autoritaria donde unos pocos mandan y los demás se callan y obedecen, implica una toma de postura respecto a lo que la sociedad y el hombre perteneciente a  ella deben ser. Y esa toma de postura implica una visión filosófica. Así que bien haría el sociólogo así como los demás científicos sociales, en tener también una visión filosófica que complementara y completara su labor científica. No menos importante es también tener una postura deontológica y ética que ayuden a aclarar por una parte, la responsabilidad y el compromiso en el ejercicio profesional de la sociología, así como una postura creativa y crítica sobre lo que la sociedad debe ser, pensando en el mejor modelo posible para la misma; es decir, una sociedad en la que los seres humanos podamos vivir de la manera más armónica y pacífica al tiempo en que cada miembro de la sociedad logra alcanzar sus propias metas personales. Encontrar la mejor manera en que se armonicen los intereses colectivos y personales es un problema filosófico que los científicos sociales no deben dejar de lado sobre todo cuando se llevan a cabo proyectos de intervención social.  

Figura y fondo en sociología

Continuando con los aportes de la teoría de la Gestalt a la sociología, encontramos los principios de figura y forndo. El principio gestáltico nos dice que cualquier campo perceptual se puede dividir en figura y fondo. La figura es lo que tiende a destacarse respecto al fondo por características como tamaño, color, posición, etc. esteprincipio puede tener dos aplicaciones en la investigación sociológica. Desde el punto de vista del investigador, nos ayuda a determinar los auntos que para éste resultan relevantes, a los que presta mayor atención, tanto en la definición del problema a investigar, como en el trabajo mismo de investigación, así como en el análisis de la infomación recopilada. A cierta información, se le dará prioridad sobre otra, de acuerdo a la definición inicial del problema. Complementariamente, la realidadsocial misma, dará en determinados momentos y situaciones prioridad y relevancia a ciertos temas por sobre otros. por ejemplo, en México, actualmente, el tema de la violencia ocupa un papel de figura sobre el fondo del resto de los elementos que conforman la realidad social de nuestros días. Y esa no sólo es periodística, es psicosocial en la medida en que influye en las actitudes y comportamientos de la población, como también se convierte en un tema de investigación por parte de los académicos e investigadores, y hasta da lugar a que, por ejemplo, muchos estudiantes universitarios se interesen por la criminología, cuando en otro momento se hubieran interesado por otra cosa seguramente muy diferente.  Grcias a la relevacia de ciertos asuntos en la sociedad, que se consideran muy importantes, se llama la atención de investigadores, estudiosos y docentes que incluyen el asunto con frecuencia en sus trabajos académicos (docencia e investigación y difusión).  la atención a dicho tema o asunto, no disminuye sino hasta que de alguna manera la gestalten queda resuelta, aunque puede haber casos, de hecho muchos, en que ciertas temáticas permanecen presentes en el ámbito cultural, político o económico sin resolución a corto plazo, como por ejemplo el racismo en los Estados Unidos que es tratado una y otra vez, en la academia, en los medios de comunicación o la política desde muy diversos ángulos.
Así pues, los conceptos de Forma y Figura pueden ser muy útiles al sociólogo, tanto para un trabajo instrospectivo de sus propias motivaciones e intereses académicos o trabajo político, así como para su lectura y observación de la realidad circundante.

viernes, 3 de febrero de 2012

Análisis dinámico y análisis estático

A lo largo de la historia de la sociología como ciencia social, una preocupación permanente y una discusión continua ha sido sobre que tipo de análisis ha de privilegiarse, el estático o el dinámico.
El primero se ha referido al estudio de un hecho social en un momento y lugar específicos, y el segundo se ha centrado en el estudio de un proceso sociohistórico determinados. Ambos son igualmente válidos. Depende más bien del tema,el enfoque teórico metodológico así como  el interés del o los investigadores el determinar que enfoque es el más adecuado para el caso específico en cuestión.
Históricamente se han privilegiado los estudios de tipo estático por sobre los dinámicos, pero ambos son igualmente importantes. De hecho puede haber temas de investigación que requieran en diferentes etapas del estudio de ambos tipos de análisis. Por ejemplo, un estudio de la situación actual de deterioro del país (México) puede quedar incompleto si no se tiene un estudio de los procesos sociales, económicos y políticos que dieron lugar a la situación presente que vivimos. Desde la perspectiva que hemos venido trabajando en este blog, que es un enfoque sistémico de la acción (sistema de la acción social), el análisis dinámico es especialmente pertinente para seguir las huellas del devenir de una determinada acción social desde su principio y hasta su fin (plantearse una meta u objetivo y alcanzarlo en mayor o menor medida o fracasar en el intento). Un enfoque dinámico permitirá observar a lo largo del proceso que acciones, que estrategias, que procedimientos funcionaron adecuadamente, y cuales no. El tener esta información permitiría eventualmente hacer las correcciones o cambios necesarios para que la final perseguida sea alcanzada.
Entonces, si se nos pregunta que tipo de análisis es mejor, no tenemos más respuesta que dar que, depende de qué se quiera estudiar y cómo se quiera abordar el asunto. No hay recetas definitivas ni soluciones de manual. Es la manera de planearse la investigación la que dirá cual es el camino correcto a seguir en términos teórico metodológicos. De ahí, dicho sea de paso, la gran importancia de plantearse de la manera más objetiva y racional posible el tema, y de definirlo lo más claramente posible. Puede que se investigue un asunto en un momento dado (estática), o se le de una visión procesual (dinámica) o ambas.  

martes, 31 de enero de 2012

Ingenieía social desde la perspectiva de la Gestalt

Por lo dicho en la participación anterior, se desprende que desde el punto de vista de una ingeniería social, la solución de problema sociales, utilizando las herramientas que nos proporciona la teoría de la gestalt, implica ver el proceso ingenieríl como un proceso enfocado al cierre o conclusión de la gestalt, es decir, la solución del problema planteado por una persona, grupo, comunidad o la sociedad en general. De tal manera que ese problema (ya resuelto) pase a ser fondo y no figura relevante. Eso prmitirá la solución de otras nuevas preoblemáticas que vayan surgiendo en el paso del tiempo y que demanden solución. Aquí hay que considerar que el o los ciclos de abrir y cerrar gestalts es un proceso continuo y permanente que se produce a lo largo de toda la vida de una comunidad , un grupo u organización. Mientras tal entidad exista, aparecerán o desaparecerán nuevos problemas y necesidades que habrá que solucionar en su momento. Lo que no puede o debe suceder, es que por cualquier motivo, dichas necesidades o problemas se prolonguen indebidamente sin solución a lo largo de largos periodos de tiempo, pues se convertirán en pesadas cargas para esa entidad colectiva, vale decir en patologías sociales que afectarán la salud de las colectividades u organizaciones. Como sostiene este enfoque, con los pies bien puestos en la tierra, de manera responsable, se deben tratar de solucionar los problemas en el aquí y el ahora, entendiéndolos de manera holística (totalizadora) y dinámica, o sea, como procesos en curso. Agreguemos  desde la perspectiva  parsoniana,que también hay que entender los problemas y necesidades de la misma forma que las  acciones sistémicas o nodales, que se dan simultáneaneamente en varios planos desde lo cultural hasta lo material. El ingeniero social debe ver los problemas y las vías de solución, tomando en cuenta todos sus aspectos componentes, así como todos los planos  en que el problema se manifiesta y en los que la solución(es) correspondiente debe proponerse para que sea realmente efectiva. El enfoque gestáltico es pues una herramienta teórico metodológica que  se puede utilizar muy productivamente por una ingeniería social con enfoque sistémico.     

El aporte de la teoría de la Gestalt a la sociología

La teoría de la Gestalt, desarrollada por psicólogos (Max Wertheirmer, W. Köhler, K. Koffka ) enfocada a la psicología social, los procesos percepción (Kurt Lewin) y la terapia (F: Perls), también aporta elementos interesantes para una aplicación sociológica. Especialmente en lo referente a la Gestalten, o sea los procesos de abrir y cerrar las getalts o ciclos. Esta teoría sostiene, a partir de los conceptos de forma y figura que cuando una necesidad, problema o asunto aparece o surge empieza el ciclo de gestalten, y aparece una forma o figura que resalta y acapara la atención, y cuando dicha necesidad o problema se resuelve se cierra o concluye una gestalt, pasando el problema o asunto a ser nuevamente parte del fondo. Es decir, el ciclo termina. Sociológicamente hablando, esas necesidades, problemas o asuntos, no tienen que ser necesariamente cuestiones de índole personal individual. También podemos incluir ahí los grandes problemas económicos, políticos, culturales y sociales, que van surgiendo en la sociedad en distintos momentos de su devenir. Por ejemplo, hace no mucho tiempo, la cuestión ecológica, el cuidado y preservación de la naturaleza no era un tema relevante, sin embargo es hoy un tema importante en la agenda política, económica y sociocultural de la sociedad. Ese tema se ha convertido en una figura relevante que, tanto a nivel local, nacional e internacional se busca resolver. Y la gestalten, no podrá cerrarse o concluirse hasta que el asunto quede resuelto. Un ejemplo más es el asunto que muy bien trató el antropólogo Guillermo Bonfil Batalla, cuando sostenía, que los colonizadores se habían ido pero que permanecía la mentalidad colonial.   puesto en términos de la gestalten, podríamos afirmar que esa afirmación de Bonfil Batalla era (es) una afirmación de que el ciclo colonial aun o ha terminado en México, y aun prevalecen actitudes y conductas entre los mexicamos, propias de los conquistadores y colonizadores, especialmente entre quienes pertenecen a las clases altas, y a la elevadas esferas de la clase política. Bonfil Batalla dice: "La descolonización de México fue incompleta: se obtuvo la independencia frente a España, pero no se eliminó la estructura colonial interna, porque los grupos que han detentado el poder desde 1821 nunca han renunciado al proyecto civilizatorio de occidente ni han superado la visión distorsionada del país que es consubstancial al punto de vista colonizador:" (Bonfil Batalla, 1990, p.11). Lo que significa que aun seguimos padeciendo de una visón colonial y una acción política, económica y sociocultural afín a esa visión. De ahí que se presenten muchas trabas para lograr la verdadera independencia, autonomía y soberanía nacionales. He aquí una gestalt que nos e ha logrado cerrar y que, por lo mismo, es fuente de problemas y dificultades para sacar adelante al país. Estos dos ejemplos nos enseñan la riqueza de la teoría de la gestalt para aplicarla a problemas sociales históricos desde un punto de vista sociológico y psicosocial. También nos señala un interesante punto de abordaje de ciertos problemas de la sociedad y, de los problema sistémicos. Nos parece especialmente relevante para el análisis dinámico de un sistema de la acción social como el que hemos venido estudiando y trabajando en este espacio. En ese sentido, habría que ver que lo sistemas también son suceptibles de un análisis gestáltico. Tanto en lo referente a su gestación como en su muerte, especialmente si consideramos el punto de vista de Malinowski que nos propone a la necesidad como punto de partida para la función de un elemento dentro del todo que es la sociedad. Las necesidades al acrecentarse y volverse más demandantes, se convierten en formas relevantes que hay que atender y resolver. En la medida en que no se resuelvan se vuelven focos de conflicto que impiden el cierre o conclusión del asunto, o sea, en gestalts incompletas.

Bonfil Batalla, Guillermo, MÉXICO PROFUNDO UNA CIVILIZACIÓN NEGADA. México,   CONACULTA/Grijalbo, 1990

viernes, 6 de enero de 2012

Una nueva forma de mirar la realidad

No cabe duda de que el mundo humano se vuelve día a día más complejo y, por lo mismo, más difícil de estudiar, investigar, analizar y comprender. Para el intelectual y el académico significa una tarea ardua, pesada y a veces extenuante tratar de explicarse y comprender el mundo de hoy. De ahí que se requiera con más frecuencia saltarse las fronteras de las distintas ciencias humanas para poder acedera un conocimiento descriptivo y explicativo de la realidad social y psicológica del ser humano. La  complejidad de la realidad impone un trabajo interdisciplinario y multidisciplinario, como impone un trabajo colectivo, es decir, de equipo, más que la investigación asilada de un sólo investigador. Varios científicos de distintas ciencias, parece ser la nueva norma que la realidad nos exige a quienes trabajamos en el campo de lo humano, sea considerándolo como individuo o en grupos o comunidades o a nivel de la sociedad en su conjunto. Esto es porque los problemas reales son transdiciplinarios, es decir están por encima y más allá de cada disciplina científica.  Y en realidad una análisis científico moderno implica ver el problema desde varias ópticas que permitan una mirada integral y de conjunto, para así entender dicho problema. Por lo tanto, la formación del científico que estudia al ser humano, debiera hoy dar un giro, de tal forma que le permitiera  ver al hombre y su problemática de manera más integral  y de conjunto. En este sentido debiera, como ya se hace en los Estados Unidos, formar a los estudiantes  no en términos de una disciplina específica, sino en términos de los problemas que afrontará en sus prácticas escolares y su ejercicio profesional. Hasta no hace mucho, la idea fue dividir la realidad en parcelas (la medicina es un caso notable al respecto, con su sobre especialización) científicas, lo actual debe ser unificar para ver en conjunto la realidad tal cual esta se da. Es un cambio de perspectiva, una nueva forma de mirar, que puede resultar más productiva y eficiente a la hora de entregar resultados. Así que no sólo proponemos la flexibilización de los programas de grado y posgrado en términos de los intereses particulares del alumno, sino también en función de la realidad compleja que el alumno, ya como profesionista enfrentará en su vida profesional. ay que enseñar a los alumnos y futuros egresados esta nueva forma de mirar la realidad de manera compleja, pues así es la realidad misma.

martes, 3 de enero de 2012

La actividad intelectual y los afectos desde una óptica sistémica

Como toda acción humana, el trabajo intelectual es una actividad motivada por nuestros afectos o desafectos. Ellos están en la base de nuestros actos, de sus sentido y dirección, así como de las metas y objetivos que pretendemos alcanzar. Muy lejos de lo que se piensa comúnmente, la actividad intelectual no es algo frío, objetivo, neutro, lejano a la sociedad, a sus miembros, a sus problemas y conflictos, así como a sus aspectos positivos. La actividad intelectual se fundamenta  en lo que sucede en el mundo, como también en la curiosidad, en la inquietud, en el custionamiento sobre esos hechos o fenómenos; en las preguntas que día tras día surgen del contacto mismo con la sociedad y el medio ambiente (artificial o natural) y su constante devenir. Pero también se basa en los afectos (o desafectos) que esa sociedad y ese mundo nos producen. De ahí entonces que la actividad intelectual no sea nunca neutra ni subjetiva, aunque trata de ser lo más objetiva posible. Sobre aquello que nos ha motivado emocional y sentimentalmente, tratamos de describirlo y después explicarnoslo de la mejor manera posible. Como intelectuales aspiramos a encontrar por lo menos razones que nos digan por qué las cosas son de una manera y no de otra. También queremos encontrar hechos o fenómenos, sucesos causales que nos expliquen con la mayor certeza posible el origen de tal evento y que nos pemitan hacernos nuevas preguntas sobre tal acontecimiento. Y entonces reiniciamos el trabajo intelectual una vez más, en búsqueda de nuevas respuestas y, por cierto, de nuevas preguntas que tratar de responder. Como diría el ciudadano de a pié, es el cuento de nunca acabar. Porque cuando el intelectual muere y ya no puede hacer más, surge otro que hereda las mismas preguntas y sigue adelante buscando respuestas y más cuestionamientos, partiendo de ese lazo común que une a unos y otros trabajadores del conocimiento, el amor por saber, la curiosidad por averiguar, a veces por el simple gusto de conocer, otras veces motivados por los problemas y dificultades que enfrentamos en la vida cotidiana.
Al trabajo intelectual, visto desde la óptica sistémica, nos mueve sí, la vocación, pero también simultáneamente la cultura, la normatividad, las relaciones sociales, la decisión personal, nuestro organismo y el medio ambiente que nos rodea. La actividad intelectual es de orden sistémico y va de lo cultural y social a lo individual y orgánico. Por lo que los aspectos afectivos y las motivaciones (subsistema psíquico) no le son  agenos. Aun más, esos aspectos son centrales, pues sin ellos seguramente  la actividad intelectual no se llevaría a cabo, nos aparece que detrás de toda gran idea, pensamiento, teorema o teoría, hay toda una carga afectiva que motivó su producción.