jueves, 21 de marzo de 2013

Problemas de la sociología mexicana

La profesión sociológica en México, y creo que en muchos países de América Latina, adolece de una de problemas muy serios que tienen que ver con la concepción misma que se tiene de la ciencia sociológica, de su funcionalidad para la sociedad, de sus áreas o campo de trabajo. En el primer caso, se le concibe como una profesión "peligrosa" para la sociedad. Se ha desarrollado la creencia de que la sociología está vinculada a grupos revolucionarios o reformadores, especialmente de izquierda. No se sabe quienes son sus "padres" intelectuales y mucho menos los propósitos con que esta ciencia surgió a mediados del siglo XIX. Consecuentemente, no se le encuentra una funcionalidad, es decir, una utilidad para la sociedad, mucho menos para el ejercicio profesional independiente o para la incorporación de sus egresados en las empresas privadas. Su ámbito de acción queda reducido a la burocracia gubernamental, la docencia y la investigación en preparatorias y universidades públicas o las ONG¿s.  Y las temáticas en que se ha centrado el ejercicio profesional han estado muy limitadas a la política, la educación, la cultura, los jóvenes, movimientos sociales, partidos políticos, las cuestiones de género, que si bien son temas importantes, no son los únicos a los que los sociólogos pueden dedicarse profesionalmente. Hay muchas temáticas que se han descuidado o, de plano, ignorado, y formas de ejercicio profesional que no se han explotado, como es el caso de las problemática racial, los estudios sobre la tercera edad, la sociología médica y del turismo, la sociología de las organizaciones, la familia, etc. Tampoco se ha incidido en el campo de la justicia o la criminología, el estudios de la familia, de los grupos de referencia y pertenencia y los lideres de opinión. Los procesos de entropía (desintegración social), la conductas desviantes tanto en su aspecto negativo como positivo. La sociología de la ciencia y la tecnología con fundamento en la realidad social históricamente determinada. En términos de ejercicio profesional, las asesorías, consultorías y conserjerías están prácticamente ignorados, son campos fértiles en el que el sociólogo puede y debe sembrar.
Como hace mucho lo hice en este mismo espacio, hay que buscar nuevas formas creativas e imaginativas de ejercicio profesional para cubrir más amplia y completamente el campo de lo social, que no es ni se restringe a lo político, económico o cultural, No todos los fenómenos son económicos o políticos (vinculados al ejercicio del poder), esos son temas que si bien son relevantes para el sociólogo, no son los únicos, y tal vez ni siquiera los más relevantes, si se considera a la sociedad como un fenómeno complejo y multifacético, en la que no todo es reductible al mercado o el ejercicio del poder.
En este sentido, la sociología anglosajona (Estados Unidos, Gran Bretaña, Australia, Canadá) se ha mostrado como especialmente dinámica y con una gran amplitud de miras, capaz de observar los más variados eventos, hechos y fenómenos en los que intervienen de alguna manera los seres humanos. De igual forma la sociología francesa ha sido también muy original es sus temáticas de interés. No así en el caso mexicano donde, ante una realidad tan cambiante y tan convulsionada, hace mucha falta la mirada sociológica, es decir, el análisis crítico y reflexivo de la realidad, así como  también la  aplicación de la cretividad y la capacidad de innovar con propuestas originales. El sociólogo puede aportar ideas, conclusiones, soluciones, que otros no han sido capaces de ver, precisamente por carecer de una formación sociológica. El hecho de ser una ciencia multiparadigmática le da a la sociólogo la posibilidad de estudiar los hechos sociales de muy diversos ángulos teórico metodológicos tal es su ventaja. Una más es esa capacidad de ir de lo macro a lo microsocial, de conectar los grandes procesos sociales con las vidas de los individuos o las pequeñas agrupaciones.