viernes, 10 de febrero de 2012

Sociología y arquitectura: la ciudad y las edificaciones como imagen del hombre

El diseño y la construcción de espacios urbanos así como de espacios interiores es un tema interesante para la arqueología  y la sociología.  En los espacios abiertos exteriores, como en los espacios interiores privados, los arqueólogos y sociólogos pueden detectar pautas de diseño, contsrucción y constitución de espacios, que de alguna forma delatan las formas de vida social de una civilización determinada en un espacio sociohistórico igualmente determinado, en el tiempo y la geografía.  Las pautas de construcción de edificios, centros comerciales, casas habitación, escuelas, parques, avenidas o vías rápidas, no se dan al azar, ni son productos espontáneos sino, que obedecen a requerimientos de carácter filosófico, económico, geográficos y ambientales; es decir, a maneras de entender la vida, las relaciones humanas, los derechos de las personas. A concepciones de lo público o lo privado. También a las posibilidades económicas de la sociedad y sus miembros. A la geografía específica del lugar y a su clima. Así que los diseños y la  construcción de espacios interiores y externos tampoco es un asunto de moda, aunque ésta última también influya en alguna medida en las tendencias que predominan en una época determinada. Pero más que la moda, que puede varias de un momento a otro, hay pautas que permanecen digamos detrás de las tendencias en boga, y a las cuales la moda modifica limitada y parcialmente. Los estilos arquitectónicos de una edificio a otro pueden variar, pero habrá una serie de requisitos que independientemente de sus estilo´prevalecerán. Algunos de carácter técnico, pero otros, como ya decíamos anteriormente, relativos a las concepciones de la vida social citadina. Si por ejemplo en la época colonial, los edificios más altos debían ser las iglesias, dad dada la hegemonía del pensamiento religioso, hoy, dado el predominio de lo económico y lo técnico científico  toda ciudad que se pretenda moderna, tendrá uno o varios rascacielos, que serán por mucho los edificios más altos. Edificios que son no sólo orgullo de sus constructores y los habitantes de la ciudad, sino símbolos de progreso y modernidad de carácter laico que se fundamenta ya no en la religión sino en la ciencia y la tecnología. Sociológicamente hablando, estas edificaciones son por así decirlo, imagenes del hombre contemporáneo, su cultura, su ideología, sus valores y sus aspiraciones colectivas e individuales. Y, claro está su manera de vivir , de sus relaciones sociales y políticas, así como la dinámica económica.  La casa habitación se construye bajo esas mismas premisas. Y el parque, el bulevar o la plaza también.  Así pues el estudio de todas estas obras es una forma de estudiar la acción humana en un tiempo y espacio delimitados, sus motivaciones, sus necesidades, sus aspiraciones, su concepción de sí mismo como ser viviente individual y gregario. La ciudad y sus edificaciones son hechos sociales que el sociólogo y el arqueólogo de los contemporáneo deben estudiar concienzudamente para averiguar que clase de hombres y mujeres somos hoy.