martes, 15 de marzo de 2011

Recapitulación I

Y ya que hemos hablado de reducción de complejidad, y ciertamente las teorías de Parsons y Luhmann son bastante complejas en sus planeamientos, intentare hacer una primera recapitulación resaltando los elementos más importantes para entender la perspectiva que a partir de ambos autores, estoy tratando de construir, con el fin de que tenga alguna utilidad práctica en el campo de la sociología y la que he denominado ingeniería social.
Entendemos por sistema a un conjunto de elementos interdependientes de tal manera que si uno o varios, son afectados en algún sentido, el sistema se verá afectado de laguna manenra. Un sistema tiene como una de sus finalidades básicas su sobrevivencia a lo largo del tiempo.
Un sistema se puede estar conformado en mayor o menor medida por subsistemas, que pueden ser considerados como sistemas en sí mismos. Parsons menciona los subsistemas biológico, psíquico, social y cultural, como componentes del sistema de la acción social. El elemento más básico e indivisble del sistema es para Parsons el individuo, en tanto que para Luhmann la comunicación. A mi parecer el elemento básico es el individuo así como el proceso básico es la comunicación, en todas sus formas y posibilidades.
Se puede hablar de sistemas desde prácticamente todas las especialidades científicas, desde la biología, la física o la química hasta la psicología o la sociología.
Para los fines de este trabajo, los sistemas que me interesan son los dos últimos, especialmente el social. A éste último atribuyo la siguientes características: es un sistema complejo, es autorreferente, es autopoiético (se autoconstruye), tiende a su conservación, vive en constante relación con el entorno (otros sistemas), y es abierto. Un sistema social o psíquico, dada su complejidad no es el todo armónico, dentro de él y respecto al entorno existe el conflicto. Relacionarse e intercambiar con el entorno y mantener más o menos en armonía sus elementos internos es una de sus tareas fundamentales para sobrevivir. Y agreguemos aquí que para sobrevivir, los sistemas, a partir de la auto-observación pueden decidir tanto simplificarse como volverse más complejos.
Siguiendo a Parsons sostengo que los sistema sociales y psíquicos son sistemas dinámicos de acción y esa acción cualquiera que sea su sentido y meta, es nodal, es decir implica la participación simultánea de lo subsistemas y elementos que lo componen. Así, como decía Parsons, la acción se lleva a cabo simultáneamente en el sistema biológico, psíquico, social y cultural. Y si alguno falla, toda la acción falla en conjunto (principio de interdependencia). La acción es, pues, un elemento indispensable para la evaluación de los sistemas, se trate de un individuo o una colectividad organizada. Un elemento que puede dificultar la acción y hasta hacerla fracasar es la contingencia, en el sentido que Luhmann le da, es decir de aquello que está fuera de control del sistema y que depende de las circunstancias. Entre sistema y entorno, y entre elementos del propio sistema la contingencia tiene un papel relevante que puede hacer "ruido", a la comunicación y las interrelaciones y a la cohesión del sistema mismo. La contingencia tiene mucho que ver con la entropía.
Así que en el estudio de los sistemas, especialmente los de acción social y psíquicos hay dos temas especialmente importantes: el de las metas que persigue el sistema, el de sus estratégias y procedimientos por un lado y, por el otro, el tema de la sobrevivencia del sistema en sí mismo, que es otro asunto analíticamente aparte y que se relaciona con el concepto de neguentropía. Ambos merecen mucha atención del investigador. Uno es pues el problema de los metas y fines perseguidos y de los medios y procedimientos para alcanzar dichos temas, y otro direrente es el del mantenimiento del sistema en buenas condiciones para operar y trascender en el tiempo y espacio. Ambos temas se relacionan estrechamente, pero son diferentes. Tres conceptos son muy importantes, autorreferencia, autopoiésis, auto-observación, un cuarto es el de autoconservación o automantenimiento.

Reducción de complejidad

Una idea especialmente importante, aportada por Luhmann es el de reducción de complejidad. La reducción e complejidad se da principalmente en la relación entre sistema y entorno, así como en la comunicación entre elementos del sistema mismo. Un sistema es, desde el punto de vista de Luhmann "complejidad organizada", pero por complejo que sea un sistema, nunca lo es tanto como el entorno, es decir, lo externo al sistema mismo. De ahí que en la relación entre sistema y entorno tenga que haber, de alguna manera, una reducción de complejidad que permita crear modelos descriptivos del entorno. Para llevar esa tarea, dice Luhmann hay que recurrir a una selectividad que elija unos elementos y descarte otros. Es imposible que se de una correspondencia uno a uno entre el sistema y su entorno, pues ello supondría la desaparición del sistema mismo. Pero si puede haber un entendimiento parcial, en el cual se distinguen aquellos elementos que si tienen correspondencia con elementos del entorno. Ello ayuda a determinar las fronteras entre sistema y entorno. Luhmannn sostiene que la organización interna de cada sistema se debe a esa relacionalidad selectiva al que nos referimos hace sólo un momento.
Luhmann también establece que el problema de la relación sistema entorno, desde el punto de vista de la reducción de complejidad, es un asunto de grado, que ayuda a la interpretación de los límites entre uno y otro, y que ayuda a la estabilización de las fronteras. Dado que los sistemas son autorreferenciales y autopoiéticos, son ellos quienes hacen la reducción de complejidad una estrategia. Junto con su construcción interna, la determinación de los límites del sistema es la tarea más importante del sistema. Es una tarea por cierto constante, dinámica. Hay que estar constantemente ajustando los límites, tanto como hay que adaptarse a la propia complejidad. Tienen que llevara acabo esas tareas porque, "Tienen que afrontar improbabilidades e insuficiencias internas y desarrollar disposiciones construídas expresamente para reducir conductas divergentes; sólo así es posible la existencia de estructuras dominantes. Los sistemas complejos, por lo tanto, están constreñidos a la autoadaptación en un doble sentido: la adaptación propia y la adaptación a la propia compeljidad." (Luhmann, 1991, p.53) Llevada a buen término, la reducción de complejidad reduce la contingencia (lo variable, lo inesperado).
Llevado al nivel de las relaciones humanas, al caso de la comunicación entre dos personas, éstas se ven en la necesidad de un constante trabajo de reducción de complejidad de lo que dice el alterego, para poder entenderlo y, poder responder adecuadamente, siempre desde una perspectiva autorreferencial. El otro de igual manera realizará la misma tarea. Es pues una tarea de autoadaptación y de adaptación al otro. Visto así, quien se dedique a trabajos en los que las relaciones humanas son vitales, como el caso de negociaciones, terapias, enseñanza, la consultoría, debe ser capaz de entender el proceso de reducción de complejidad (reducir las cosas a un nivel en que sea posible el entendimiento), para adaptarse y responder adecuadamente.
Y aquí resalta la cuestión de las insuficiencias internas que pueden obstruir una respuesta adecuada, por incapacidad, ineptitud, etc. y la capacidad de desarrollar disposiciones pertinentes, lo que supone creatividad y capacidad de reacción en el momento, para, como decía Luhmann reducir la probabilidad de conductas divergentes, que dañen el proceso de comunicación que se estén llevando a cabo. Esto también es importante a nivel de relaciones comerciales o internacionales, entre diferentes naciones.