miércoles, 7 de octubre de 2009

Importancia de los clásicos, Augusto Comte

En participaciones anteriores hemos señalado la importancia de los clásicos. Sin duda uno de ellos es Agusto Comte, fundador de la ciencia sociológica y a quién se atribuye el nombre de nuestra ciencia. Cuando Augusto Comté fundó la ciencia de la sociedad, Europa y particularmente Francia vivían un periódo de severas convulsiones, que ponían en duda la viablilidad de varias de las naciones del viejo continente, especialmente de Francia. Tal situación que captó con profundo sentido sociológico Comte, hizo que dedicara sus esfuerzos intelectuales y morales ha la fundación de la nueva ciencia de la sociedad y a que ésta tuviera como propósito fundamental re-establecer el orden en la sociedad. Pero Comte no pensaba en regresar al pasado como lo proponían los reyes y la nobleza de su tiempo, como tampoco tenía en mente la destrucción de la sociedad de su tiempo. Sabía que ni en uno ni en otro caso se hayaba la solución idónea para su país y para Europa. Por ello hizo una propuesta diferente, esta es, que ante el conservadurismo retrogrado de los reyes, principes y la nobleza, y ante la actitud exacerbada crítica de los radicales, que no tenía más fin que la destrucción del viejo régimen monarquco feudal, debía generarse una tercera posición positiva, es decir, científica. que propusiera un nuevo orden social, estable y duradero. Una nueva doctrina general de carácter constructivo capaz de responder a las necesidades acuales de su sociedad. Esta nueva doctrina debía dividirse en dos partes, el trabajo espiritual, que establecería un nuevo fin y la idea principal del plan a seguir; luego vendría el trabajo práctico temporal que determinaría la manera en que el poder habría de ser repartido y utilizado,y la manera en que las instituciones administrativas deberían funcionar de acuero al plan previamente establecido, ya que el "alma" es la parte más importante y difícil del trabajo de reconstrucción de la sociedad. Con eso Comte privilegiaba el trabajo teórico previo sobre la labor práctica. Comte sostenía que, "Ninguna innovación importante se ha introducido nunca en el orden social sin que los trabajos relativos asu concepción hayan precedido a aquellos cuyo objeto inmediato era su puesta en acción y le hayan servido de guía y apoyo al mismo tiempo." (Comte, Primeros Ensayos, F.C.E. 1981, P, 95) A lo qe agregaba que no podía hacerse nada sólido en la parte práctica sino ha quedado establecida la parte teórica sino por completo, si de una manera parcial adelantada. Augusto Comte nos propone un método para trabajar en beneficio d la sociedad, de su paz, de su organización y su progreso. Y creo que es algo que debería hoy ser retomado por los científicos sociales, por los sociólogos interesados en la reconstrucción de nuestra sociedad mexicana y latinoamericana. Frente a los ultraconservadores retrógrados (neoconservadores, conservdores y neoliberales) y los hipercríticos destructivos (posmodernos izquierdistas extremos intolerantes), hay que hacer una propuesta positiva (científica) y humanista que permita un cambio social hacia mejores niveles de vida, hacia una vida más plena, próspera y saludable; hacia el bienestar tanto matetial, como intelectual y espiritual del ser humano individual y colectivamente considerado.
Augusto Comte se dio cuenta de la dimensión de la problemática Europa de su tiempo y sus dificultades y propuso un elemento fundamental para la solución de sus conflictos, Comte dijo: "Pero es evidente que una crisis europea necesita un tratamiento europeo." (Comte, 1981, p. 103). En nuestro caso, se trata de una lección muy importante, los asuntos de nuestra América Latina deben recibir un tratamiento latinoamericano. Es decir, somos los latinoamericanos los primeros y principales llamados a pensar en esa opción propositiva y positiva que ayude a nuestras naciones en su conjunto a salir de la situación de subdesarrollo o tercer mundismo, de dependencia, de ese eterno "en vías de desarrollo". Nos corresponde proponer nuestro propio modelo o proyecto de reconstrucción social y no es asunto de México, Guatemala, Brasil o Chile, en lo particular, sino de toda nuestra América.
Comte hoy nos propone una metodología y, de alguna manera, una meta general a partir de las cuales empezar a trabajar por nuestros pueblos. No cabe duda, los clásicos, en este caso Augusto Comte, tienen hoy cosas importantes que decirnos y mal haríamos en no saber escuchalo.