sábado, 3 de marzo de 2012

De la Sociologia a la Biopsicosociología

En el estudio de lo social, del comportamiento social, no debe evitar estudiarse las bases biologicas del compirtamiento humano, sea individual o colectivo. En sociología se ha obviado los datos que preopocionan la biología y las neurociencias sobre la conducta humana y ha sido un grave error que ha conducido a posiciones contradictorias pero sobre todo erroneas al respecto. Los avances en biología humana y neurociencias están permitiendo obtener información significativa sobre el por qué de la conducta humana y tarde o temprano permitiran acabar con muchas ideas equivocadas que hoy se mantienen en pie. Digamos que la aspiración sería llegar a una biopsicosociología que nos permitiera tener una base certera para estudiar e investigar comportamientos como la agresión, la violencia, el sexo (heterosexualidad, homosexualidad, bisexualidad), el dominio, la sumisión, la crueldad o la bondad, el egoísmo o la solidaridad, entre otros muchos. Pues si bien muchos comportamientos son imitados, copiados y otros aprendidos, esto es posible porque hay una base biológica, las características del organismo neurofisiológico, que hacen posibles  la imitación, la copia, el aprendizaje. Después de la cual existe la mediación de los factores ambientales (naturales y artificiales) y la cultura, para facilitar u obstaculizar esas conductas básicas señaladas anteriormente.
El estudio de los grandes movimientos sociales, de las manifestaciones, de los mítines es imposible sin considerar el carácter gregario que es propio de la especie humana. Y ese gregarismo no es un desarrollo meramente cultural surgido del proceso civilizatorio, sino que es, fundamentalmente, una característica genética humana. Igual cosa se puede decir de las formas de atracción entre el hombre y la mujer en el cortejo. La base biológica proporciona una serie de elementos, de señales, que permiten tanto la aproximación, la evaluación de la evolución de la situación, como su eventual ruptura o continuidad y profundización, por parte de cada uno de los involucrados en el cortejo. Así podríamos citar muchos ejemplos más en el mismo sentido, pero lo importante aquí es resaltar que cualquier análisis de la conducta individual o colectiva debe considerar la base biológica sobre la que se construyen dichos comportamientos por más matizados que estén por la cultura. Digamos que la cultura no existe con independencia a la base biológica humana que la sustenta. Lo que pasa es que la cultura ha adquirido tal grado de desarrollo y sofisticación que parece haberse independizado de lo biológico, cuando es precisamente esto último lo que ha permitido  la creación de la cultura.  Si la biología humana no hubiese tenido las características pertinentes adecuadas la sociedad y la cultura no existirían. Desde la perspectiva sistémica que hemos venido trabajando en este blog, podemos decir que Parsons tuvo razón al proponer en su esquema sistémica la existencia de un subsistema biológico que sirve de base a lo psíquico, social y cultural; así como tuvo razón en proponer un análisis de la acción (individual y colectiva) integral considerando la acción operando en los cuatro subsistemas propuestos, que por cierto nosotros hemos modificado  en nuestro análisis crítico.
(Ver artículos anteriores en este mismo blog)