sábado, 23 de julio de 2011

Acción y contexto IV

Habiendo ya desdoblado el contexto, en dos, lo interno y lo externo, como propusimos en la particpación aterior, adquirimos más herramientas para poder hacer una evaluación más exacta de la acción humana, sea individual o de carácter colectivo. Lo interno y lo externo influyen en la conducta humana simultáneamente; no es primero uno y después el otro, sino ambos al mismo tiempo. Y el investigador debe considerarlo así, según nuestra opinión. Recuerdese que Parsosn nos propone que toda acción es nodal, es decir se inscribe en los 5 contextos de la misma. Así en una acción cualquiera, sguiendo la jerarquía parsoniana, la cultura de la sociedad y la personal (y grupal) determinarán mucho de la manera de conducirse de un individuo o grupo; en el siguiente nivel la normatividad (leyes de la sociedad) así como las normas de comportamiento que impone la sociedad desde "afuera", en la forma de leyes y reglamentos, decretos, etc. se cominarán de alguna manera con las normas que una persona o coelctividad se dan a si misma para regir, guiar o limitar su conducta. En el tercer nivel encontramos las relaciones sociales que es necesario establecer con los otros seres humanos para poder lcanzar nuestros fines y metas, relaciones que se dan en el marco de una determinada estructura, más o menos sólida que preexiste a nuestra existencia propia y nos dice como establecer las relaciones con los demás, en función de los objetivos pereguidos y en función de nuestra posición y papel que ocupamos dentro de esa misma estructura social. La estructura social facilita y posibilita cierto tipo de relaciones sociales y limita y obstaculiza otras y con eso hay que sabe jugar. Desde la parte interna, es decir, personal debemos tener tanto un conocimiento de como funcionan las relaciones sociales en el exterior a nosotros mismos y una cierta aptitud y capacidad para llevar a cabo esas relaciones lo más satisfactoriamente posibles.
En el siguiente nivel, el psíquico, que es el que Parsons le concedía la función primordial de la toma de decisiones de toda índole, ya fueran personales o sociales (que incluyen lo económico, político, cultural, etc.) es el campo de las decisiones, pero también el de las motivaciones e intenciones individuales o coelctivas. Por un lado están aquí la personalidad, carácter y temperamento del individuo y por el otro la idiosincracia de la sociedad. Aquí en cajan perfectamente los conceptos de autorreferencia autopoiésis (autoconstrucción) a que se refeía Luhmann.
Finalmente en la base, encontramos lo biológico y lo ambiental. Lo biológico en relación a nuesto organismo como seres vivientes, el organismo neurofisiológico al que se refería Parsons, y; por otra parte, lo ambiental, es decir el medio ambiente natural o artificial que circunda a los individuos y colectividades. Es el campo o terreno en que los estudios de antropología física y la arqueología y la psicología ambiental son muy fructíferos.
Toda acción se da en todos estos niveles, sea económica, política, científica, tecnológica, afectiva o de cualquier otro tipo posible. La determinan y la condicionan en gran medida, limitando o ampliando las posibilidades de acción, sus alcances, su sentido. Aquí se da el problema de la contingencia luhmaniano también.
Este es el primer asunto, sobre el que en esta visión sistémica se pueden llevar a cabo estudios, investigaciones y evaluaciones prácticas y utiles. El siguiente nivel sera el de la acción nodal que trataremos en la siguiente participación.

Estudiar la
Un primer nivel de