lunes, 9 de noviembre de 2009

Aportes de la sociología a la realidad actual

México me preocupa, y me preocupa también los aportes que desde las ciencias sociales, y en particular la sociología podemos hacer para salir de la crisis y encaminar a nuestra nación en el camino del progreso, del desarrollo, del crecimiento, es decir de una sociedad más igualitaria, equitativa, justa, pacífica y sana. Y no es asunto nada fácil. Las distintas posiciones ideológicas, sobre todo cuando son esxtremas, dificultan mucho el trabajo. Pero no hay que renuciar a ello.
La libertad y la democracia con las que contamos, aun de manera muy inmadura y básica, son un buen par de puntos de partida para la difícil tarea por realizar. Hay que trabajar en el "espíritu" de ambos elementos, o sea, haciendo buen uso de la libertad y de la democracia; buen uso significa en el primer caso, actuar responsablemente y solidariamente, en el segundo, oyendo, mirando, escuchando, buscando coincidencias y acuerdos. Y todo ello con miras a construir una mejor sociedad de la que tenemos hasta el momento. Augusto Comte decía que primero había que tener planteada una meta antes de avanzar; esa meta debe ser México y el bienestar de todos y cada uno de los que vivimos en él, sin importar género, edad, raza, el lugar de residencia o la actividad socioeconómica a que nos dediquemos. Afortunadamente la sociología ha acumulado muchos conocimientos, métodos y técnicas, que le posibilitan hacer una serie propuestas en el sentido que queremos, un país mejor donde al más pobre y humilde no le falte nada propio de una vida digna. No hay que olvidar que con ese fin se creó la sociología y ahora es un momento histórico para poner en práctica esos saberes, métodos y técnicas en favor de la nación, junto con las demás ciencias del hombre, como la ciencia política, la psicología, la antropología, el derecho o la economía. De no hacerlo, se corre el riesgo de hacer de la sociología un conocimiento enciclopédico pero inútil, y la verdad se adicha, los tiempos no están para eso. No es momento de seguir desperdiciando esos saberes cuando pueden ser tan útiles a la República. Hay que aportar ya lo que la sociología tiene que decir sobre lo que realmente somos como sociedad y cultura, denunciar las fallas, errores, limitaciones, con espíritu crítico constructivo y propositivo; pero también hay que dar cuenta de lo bueno que se ha hecho, de lo que sirve y debe ser mantenido y respetado para bien de todos.