martes, 31 de enero de 2012

Ingenieía social desde la perspectiva de la Gestalt

Por lo dicho en la participación anterior, se desprende que desde el punto de vista de una ingeniería social, la solución de problema sociales, utilizando las herramientas que nos proporciona la teoría de la gestalt, implica ver el proceso ingenieríl como un proceso enfocado al cierre o conclusión de la gestalt, es decir, la solución del problema planteado por una persona, grupo, comunidad o la sociedad en general. De tal manera que ese problema (ya resuelto) pase a ser fondo y no figura relevante. Eso prmitirá la solución de otras nuevas preoblemáticas que vayan surgiendo en el paso del tiempo y que demanden solución. Aquí hay que considerar que el o los ciclos de abrir y cerrar gestalts es un proceso continuo y permanente que se produce a lo largo de toda la vida de una comunidad , un grupo u organización. Mientras tal entidad exista, aparecerán o desaparecerán nuevos problemas y necesidades que habrá que solucionar en su momento. Lo que no puede o debe suceder, es que por cualquier motivo, dichas necesidades o problemas se prolonguen indebidamente sin solución a lo largo de largos periodos de tiempo, pues se convertirán en pesadas cargas para esa entidad colectiva, vale decir en patologías sociales que afectarán la salud de las colectividades u organizaciones. Como sostiene este enfoque, con los pies bien puestos en la tierra, de manera responsable, se deben tratar de solucionar los problemas en el aquí y el ahora, entendiéndolos de manera holística (totalizadora) y dinámica, o sea, como procesos en curso. Agreguemos  desde la perspectiva  parsoniana,que también hay que entender los problemas y necesidades de la misma forma que las  acciones sistémicas o nodales, que se dan simultáneaneamente en varios planos desde lo cultural hasta lo material. El ingeniero social debe ver los problemas y las vías de solución, tomando en cuenta todos sus aspectos componentes, así como todos los planos  en que el problema se manifiesta y en los que la solución(es) correspondiente debe proponerse para que sea realmente efectiva. El enfoque gestáltico es pues una herramienta teórico metodológica que  se puede utilizar muy productivamente por una ingeniería social con enfoque sistémico.     

El aporte de la teoría de la Gestalt a la sociología

La teoría de la Gestalt, desarrollada por psicólogos (Max Wertheirmer, W. Köhler, K. Koffka ) enfocada a la psicología social, los procesos percepción (Kurt Lewin) y la terapia (F: Perls), también aporta elementos interesantes para una aplicación sociológica. Especialmente en lo referente a la Gestalten, o sea los procesos de abrir y cerrar las getalts o ciclos. Esta teoría sostiene, a partir de los conceptos de forma y figura que cuando una necesidad, problema o asunto aparece o surge empieza el ciclo de gestalten, y aparece una forma o figura que resalta y acapara la atención, y cuando dicha necesidad o problema se resuelve se cierra o concluye una gestalt, pasando el problema o asunto a ser nuevamente parte del fondo. Es decir, el ciclo termina. Sociológicamente hablando, esas necesidades, problemas o asuntos, no tienen que ser necesariamente cuestiones de índole personal individual. También podemos incluir ahí los grandes problemas económicos, políticos, culturales y sociales, que van surgiendo en la sociedad en distintos momentos de su devenir. Por ejemplo, hace no mucho tiempo, la cuestión ecológica, el cuidado y preservación de la naturaleza no era un tema relevante, sin embargo es hoy un tema importante en la agenda política, económica y sociocultural de la sociedad. Ese tema se ha convertido en una figura relevante que, tanto a nivel local, nacional e internacional se busca resolver. Y la gestalten, no podrá cerrarse o concluirse hasta que el asunto quede resuelto. Un ejemplo más es el asunto que muy bien trató el antropólogo Guillermo Bonfil Batalla, cuando sostenía, que los colonizadores se habían ido pero que permanecía la mentalidad colonial.   puesto en términos de la gestalten, podríamos afirmar que esa afirmación de Bonfil Batalla era (es) una afirmación de que el ciclo colonial aun o ha terminado en México, y aun prevalecen actitudes y conductas entre los mexicamos, propias de los conquistadores y colonizadores, especialmente entre quienes pertenecen a las clases altas, y a la elevadas esferas de la clase política. Bonfil Batalla dice: "La descolonización de México fue incompleta: se obtuvo la independencia frente a España, pero no se eliminó la estructura colonial interna, porque los grupos que han detentado el poder desde 1821 nunca han renunciado al proyecto civilizatorio de occidente ni han superado la visión distorsionada del país que es consubstancial al punto de vista colonizador:" (Bonfil Batalla, 1990, p.11). Lo que significa que aun seguimos padeciendo de una visón colonial y una acción política, económica y sociocultural afín a esa visión. De ahí que se presenten muchas trabas para lograr la verdadera independencia, autonomía y soberanía nacionales. He aquí una gestalt que nos e ha logrado cerrar y que, por lo mismo, es fuente de problemas y dificultades para sacar adelante al país. Estos dos ejemplos nos enseñan la riqueza de la teoría de la gestalt para aplicarla a problemas sociales históricos desde un punto de vista sociológico y psicosocial. También nos señala un interesante punto de abordaje de ciertos problemas de la sociedad y, de los problema sistémicos. Nos parece especialmente relevante para el análisis dinámico de un sistema de la acción social como el que hemos venido estudiando y trabajando en este espacio. En ese sentido, habría que ver que lo sistemas también son suceptibles de un análisis gestáltico. Tanto en lo referente a su gestación como en su muerte, especialmente si consideramos el punto de vista de Malinowski que nos propone a la necesidad como punto de partida para la función de un elemento dentro del todo que es la sociedad. Las necesidades al acrecentarse y volverse más demandantes, se convierten en formas relevantes que hay que atender y resolver. En la medida en que no se resuelvan se vuelven focos de conflicto que impiden el cierre o conclusión del asunto, o sea, en gestalts incompletas.

Bonfil Batalla, Guillermo, MÉXICO PROFUNDO UNA CIVILIZACIÓN NEGADA. México,   CONACULTA/Grijalbo, 1990

viernes, 6 de enero de 2012

Una nueva forma de mirar la realidad

No cabe duda de que el mundo humano se vuelve día a día más complejo y, por lo mismo, más difícil de estudiar, investigar, analizar y comprender. Para el intelectual y el académico significa una tarea ardua, pesada y a veces extenuante tratar de explicarse y comprender el mundo de hoy. De ahí que se requiera con más frecuencia saltarse las fronteras de las distintas ciencias humanas para poder acedera un conocimiento descriptivo y explicativo de la realidad social y psicológica del ser humano. La  complejidad de la realidad impone un trabajo interdisciplinario y multidisciplinario, como impone un trabajo colectivo, es decir, de equipo, más que la investigación asilada de un sólo investigador. Varios científicos de distintas ciencias, parece ser la nueva norma que la realidad nos exige a quienes trabajamos en el campo de lo humano, sea considerándolo como individuo o en grupos o comunidades o a nivel de la sociedad en su conjunto. Esto es porque los problemas reales son transdiciplinarios, es decir están por encima y más allá de cada disciplina científica.  Y en realidad una análisis científico moderno implica ver el problema desde varias ópticas que permitan una mirada integral y de conjunto, para así entender dicho problema. Por lo tanto, la formación del científico que estudia al ser humano, debiera hoy dar un giro, de tal forma que le permitiera  ver al hombre y su problemática de manera más integral  y de conjunto. En este sentido debiera, como ya se hace en los Estados Unidos, formar a los estudiantes  no en términos de una disciplina específica, sino en términos de los problemas que afrontará en sus prácticas escolares y su ejercicio profesional. Hasta no hace mucho, la idea fue dividir la realidad en parcelas (la medicina es un caso notable al respecto, con su sobre especialización) científicas, lo actual debe ser unificar para ver en conjunto la realidad tal cual esta se da. Es un cambio de perspectiva, una nueva forma de mirar, que puede resultar más productiva y eficiente a la hora de entregar resultados. Así que no sólo proponemos la flexibilización de los programas de grado y posgrado en términos de los intereses particulares del alumno, sino también en función de la realidad compleja que el alumno, ya como profesionista enfrentará en su vida profesional. ay que enseñar a los alumnos y futuros egresados esta nueva forma de mirar la realidad de manera compleja, pues así es la realidad misma.

martes, 3 de enero de 2012

La actividad intelectual y los afectos desde una óptica sistémica

Como toda acción humana, el trabajo intelectual es una actividad motivada por nuestros afectos o desafectos. Ellos están en la base de nuestros actos, de sus sentido y dirección, así como de las metas y objetivos que pretendemos alcanzar. Muy lejos de lo que se piensa comúnmente, la actividad intelectual no es algo frío, objetivo, neutro, lejano a la sociedad, a sus miembros, a sus problemas y conflictos, así como a sus aspectos positivos. La actividad intelectual se fundamenta  en lo que sucede en el mundo, como también en la curiosidad, en la inquietud, en el custionamiento sobre esos hechos o fenómenos; en las preguntas que día tras día surgen del contacto mismo con la sociedad y el medio ambiente (artificial o natural) y su constante devenir. Pero también se basa en los afectos (o desafectos) que esa sociedad y ese mundo nos producen. De ahí entonces que la actividad intelectual no sea nunca neutra ni subjetiva, aunque trata de ser lo más objetiva posible. Sobre aquello que nos ha motivado emocional y sentimentalmente, tratamos de describirlo y después explicarnoslo de la mejor manera posible. Como intelectuales aspiramos a encontrar por lo menos razones que nos digan por qué las cosas son de una manera y no de otra. También queremos encontrar hechos o fenómenos, sucesos causales que nos expliquen con la mayor certeza posible el origen de tal evento y que nos pemitan hacernos nuevas preguntas sobre tal acontecimiento. Y entonces reiniciamos el trabajo intelectual una vez más, en búsqueda de nuevas respuestas y, por cierto, de nuevas preguntas que tratar de responder. Como diría el ciudadano de a pié, es el cuento de nunca acabar. Porque cuando el intelectual muere y ya no puede hacer más, surge otro que hereda las mismas preguntas y sigue adelante buscando respuestas y más cuestionamientos, partiendo de ese lazo común que une a unos y otros trabajadores del conocimiento, el amor por saber, la curiosidad por averiguar, a veces por el simple gusto de conocer, otras veces motivados por los problemas y dificultades que enfrentamos en la vida cotidiana.
Al trabajo intelectual, visto desde la óptica sistémica, nos mueve sí, la vocación, pero también simultáneamente la cultura, la normatividad, las relaciones sociales, la decisión personal, nuestro organismo y el medio ambiente que nos rodea. La actividad intelectual es de orden sistémico y va de lo cultural y social a lo individual y orgánico. Por lo que los aspectos afectivos y las motivaciones (subsistema psíquico) no le son  agenos. Aun más, esos aspectos son centrales, pues sin ellos seguramente  la actividad intelectual no se llevaría a cabo, nos aparece que detrás de toda gran idea, pensamiento, teorema o teoría, hay toda una carga afectiva que motivó su producción.