martes, 29 de noviembre de 2011

El sociólogo y la sensibilidad

Umn esquema racional y abstracto como el que hemos venido manejando requiere paradójicamente de una gran sensiblidad de parte del sociólogo. Si  bin requiere de rigor científico en su aplicación, no es menos cierto que la sensibilidad es importante para distinguir y para observar detalladamente, y ver problemas justo donde otros no ven nada. No es tarea fácil, pero si indispensable. La sensibilidad del sociólogo se aplica no sólo a la elección del tema de investigación (que lo conmueve), sino que está vigente a lo largo de todo el proceso de recopilación de datos, de su ordenación, de su estudio y análisis, así como en la elaboración de resultados y conclusiones. Y esto debe ser así, porque a fin de cuentas, lo que se está estudiando es al ser humano, su vida, los eventos en los que participa, las relaciones sociales que establece, los hechos y fenómenos que, a veces fuera de su control, lo influyen y determinan no siempre de la mejor manera ni tampoco para su bien. De ahí entonces, que el sociólogo sea capaz de ver más allá de eventos con frialdad y lejanía, para ver el drama humano en que se ve envuelta la persona o un grupo de ellas. Todo ello sin peder devista que su trabajo como profesional de las ciencias sociales tiene límites que no debe brincar so pena de perder objetividad científica y apego a la verdad. Si se salta las trancas, como se dice popularmente, puede que no ayude a quienes sufren algún problema grave  y puede también que su trabajo científico se demerite, perdiendo su carácter científico y, por lo tanto, volviéndose inservible para quienes debieran beneficiarse de sus estudios. Por el tipo de asuntos y temas que trata el sociólogo, puede ser que la tentación a ir más allá del ámbito científico sea muy grande, casí irrefrenable, pero si cae en la misma, entonces la información valiosa que podría aportar se perdería irremediablemente. En todo caso, el sociólogo debe elegir entre el compromiso científico o el político. Ciencia y política no se llevan muy bien, pues la primera se compromete con la verdad cualquiera que esta sea, en tanto que la política se relaciona con la adquisición del poder y su mantenimiento, con la negociación, con el trato y los acuerdos, que muchas veces significan sacrificar la verdad (negándola, ocultándola, tergiversándola) en aras de un interés grupal o partidista. Así que el tema  de la sensibilidad del sociólogo debe ser tratado con mucho cuidado pues es un asunto muy delicado y frágil, que cada sociólogo(a) debe resolver en lo íntimo de sí mismo. Asumir un compromiso con la ciencia o con determinada causa social o política, son elecciones prácticas de vida que cada profesional debe ir haciendo a  lo largo de su carrera profesional y sobre las cuales debe hacerse plenamente responsable, espcialmente cuando aparecen frente a nosotros las consecuencias de nuestras elecciones. La sesnsiblilidad puede se entonces un arma de dos filos, nos ayuda a captar con más profundidad la realidad o una problemática, pero también puede hacer que nos dejemos llevar irracionalmente por emociones y sentimientos que nos hagan perder toda objetividad.    

domingo, 13 de noviembre de 2011

Subsistema biológico, lo natural y lo artificial

Talcott Parsons hubico en el subsistema biológico al organismo neurofisiológico y las cuestiones relacionadas con la eonomía dado que ésta es la ciencia social encargada de estudiar, analizar y proponer alternativas para usar los recursos materiales escasos de la mejor manera posible. Ya en una participación anterior proponíamos la separación de lo económico (financiero) del subsistema biológico, pues lo economico se relacoiona  con lo material tiene sus propios procesos independientes de las condiciones materiales que se rigen por pautas biológicas propias. Al organismo neurofosiológico, sumabamos lo ambiental tal como se concibe actualmente desde una perspectiva ecológica. Ahora debiéramos separar lo biológico ambiental del mundo de los objetos artificiales, es decir, el medio ambiente natural del cual somos parte integrante del medio ambiente artificial material  humanizado, es decir, la naturaleza transformada por el hombre y para el propio hombre, o dicho en otras palabras, el mundo de los objetos y las cosas, de los bienes muebles e inmuebles, de la infraestructura, de las herramientas e instrumentos creados  por el propio para la satisfacción de las necesidades humanas de todo tipo. Así el sistema biológico debiera ser concebido de manera mucho más amplia abarcando esos dos aspectos del mundo material, lo meramente biológico que existe y vive con independencia ala mano humana y, por el otro lado, el mundo transformado ya por el hombre que es el ámbito de las cosas artificiales. Y es menester decir que ambos mundos, el natural y el artificial están en estrecha relación a través de los procesos productivos industriales y artesanales, mediante los cuales lo natural se transforma en lo artificial. De hecho adelantamos la hipótesis de que cada vez que se construye algo, se resta a la naturaleza y se suma a la artificialidad, lo cual podemos ver con la tala de bosques y selvas, con la expansión de las zonas urbanas que abarcan cada vez más territorios y le quitan terreno a la naturaleza intocada por el ser humano. Proceso que se ha acelerado y profundizado de manera drámaticamente los últimos 200 años aproximadamente y que merece de un estudio sitémico para hacernos una idea de sus consecuencias positivas y negativas para el propio ser humano, a corto y largo plazo. Y aquí nos enfrentamos al nada fácil problema de encontrar el punto de equilibrio entre la conservación de la natutaleza y su transformación para la satisfacción de las necesidades humanas (individuales y colectivas), ya que de seguir las pautas de depredación y producción industrial de lo artificial corremos el riesgo de poner en peligro la sobrevivencia de miles de especies animales y vegetales así como la propiamente humana.
Entonces, para fines analíticos proponemos e introducimos esta división que tentativamente mantenemos dentro del subsistema biológico.