viernes, 25 de septiembre de 2009

Sociologia económica, ¿dejar hacer y dejar pasar?

Decíamos anteriormente que la sociología económica tenía por objeto de estudio descubrir las formas en que una sociedad histórica concreta se las arregla para para satisfacer sus necesidades materiales y algunas de corte cultural. Para poder hacer debe considerar algunos factores, tales como, la sociedad en específico, su historia, sus condiciones materiales de existencia en una etapa historica determinada, los factores ambientales, así como el desarrollo cultural, científico y tecnológico. Adicionalmente deberá considerar la división de la sociedad, sus clases, estratos o estamentos e incluso su separación racial. Y en nuestra época, también, la relación de esa sociedad con respecto a otras, ¿es una potencia económica y militar predominante? ¿es una potencia media? ¿es un asociedad periférica y dependiente? De la respuesta a estas preguntas depende la determinación de si esa sociedad desarrollo su propio modelo y sistema económico o le fue impuesto desde el exterior. Para ell caso de los paises del llamado Tercer Mundo, también llamados en vías de desarrollo, tales preguntas y respuestas son especialmente relevantes, pues sólo a partir de la adecuada respuesta se pueden pensar y desarrollar propuestas alternativas viables. Uno de los principios que la sociología debe estudiar mediante la investigación de campo es el principio de "dejar de hacer y dejar pasar" que propusieron los Fisiócratas en Francia, y que después retomó Adam Smith y el pensamiento liberal en general. Hay un pugna intelectual al respecto del mismo no sólo entre los economistas, sino entre los economistas y los sociólogos. Para los primeros, los que siguen la línea de los clásicos y neoclásicos hasta llegar a los neoliberales, el principio se ha convertido en un credo de fe, en un verdad intocable e incuestionable, sin embargo otros economistas lo cuestionan duramente, sobre todo las izquierdas marxistas. Desde la sociología, se ha cuestionado también dicho principio, bajo el supuesto de que la libertad de mercado que resulta del mismo, lejos de producir equilibrio, y equidad en la distribución de bienes y servicios, produce la acumulación de riquezas en cada vez menos gentes, dado que no se dan en la vida real condiciones de competencia perfecta. Pero la discusión sobre que tiene la razón, no se puede quedar en las mesas redondas, los coloquios y congresos, ni en el aula universitaria Los sociólogos interesados en la cuestión económica deben diseñar y llevar a cabo investigaciones de campo que ayuden a comprobar los resultados prácticos de la aplicación de dicho principio en la vida económica real.
De igual manera dicho principio debiera también estudiarse en el campo de la comunicación social y los medios de comunicación, donde sus efectos y consecuencias son hoy tema de gran debate entre los especialistas. Otro campo de sumo interés respecto al principio es el de la ética y la moral en donde la pregunta es si todo finalmente se vale, porque la determinación de qué es lo que se permite y que lo que se prohíbe es una cuestión individual o cuando mucho de un pequeño grupo que determina por sí mismo y para sí mismo que es válido y que es reprobable y condenable. Este principio tiene una estrecha relación con el tema de la anomia (vacío de valores)que Emile Durkheim y después Robert K. Merton trabajaron en sus respectivas obras.
Otros dos campos donde el principio ha tenido aplicación y debiera ser estudiado por los sociólogos es el de la religión y el derecho.
La sociología debe desacralizar y cuestionar ese caro principio liberal para poderlo colocar en su verdadera dimensión y hacerlo manejable en terminos prácticos y útiles.

martes, 22 de septiembre de 2009

Sociología económica

En esta oacción quiero referime a la sociología económica, una de las ramas de la sociología menos trabajada en México y creo que en el tercer mundo también. La sociología económica, se remonta al pensamiento de los clásicos en economía y a los primeros sociólogos allá, en el siglo XIX. Entre ellos resaltan Herbert Spencer, Emile Durhheim, Max Weber y George Simmel, entre otros. Sin olvidar los importantes aportes realizados por Karl Marx.
Lo importante para esta rama de la sociología no es tanto los procesos económicos en sí mismos, la operación de los mercados de bienes y servicios o los financieros, la demografía, la población económicamente activa, el desempleo, y otras cuestiones por el estilo, de las que se ocupan precisamente los economistas profesionales. Lo importante, es como todas esas cosas se vinculan con otras áreas, campos o temas no económicos, como la política, la cultura, la educación o la salud por poner unos ejemplos. Dicho de manera más general, lo que importa a la sociología económica, es como una sociedad determinada, específica histórica, se las arregla para salisfacer sus necesidades materiales de sobrevivencia. Es decir, como esa sociedad se organiza y trabaja para la satisfacción de esas necesidades básicas materiales y otras más de índole cultural, poltico, etc., en un tiempo historicamente establecido y en lugar específico, de acuerdo a determinadas condiciones no sólo culturales (donde se incluye el desarrollo cintífico tecnológico), sino también de las fuerzas productivas), y del medio ambiente concreto (clima, hidrografía, vegetación, fauna, topografía). A partir de la perspectiva arriba señalada, el tema de la sociología económica resulta especialmente relevante. Estudiar para el caso mexicano en particular, o latinoamericano en el caso regional, o del tercer mundo en general, es especialmente importante, si de lo que se trata es de econtrar las vías o los caminos para encontrar una salida a un régimen capitalista con marcado tinte colonialista y con el conocido interés de extraer las riquezas locales de manera depredadora. Entender la manera en que se ha organizado y opera el sistema capitalista impuesto autoitariamente desde afuera por las élites oligarquicas locales y extranjeras, es una tarea a realizar. Comprender como se ha organizado el sistema capitalista (de manera imperfecta, sin encajar adecuadamente con el resto de las estructuras de la sociedad) en cada nación del subcontinente y del tercer mundo es vital para lograr su transformación y reducir sus nocivos efectos no sólo en el propio ámbito económico, sino en otros sectores de la vida social.
La perspectiva sociológica busca entonces, ir más allá de las teorías e hipótesis meramente conómicas y dar el salto para poder entender lo económico dentro del marco social más amplio y general. Sin duda lo económico es vital para la sobrevivencia de la sociedad, sus clases, grupos, organizaciones y personas, por ello es necesario, desde una perspectiva más amplia y general, y multidisciplinaria ver lo económico en relación a los otros componentes de la sociedad. Por ello hay que avanzar más allá de las explicaciones fundamentadas en modelos teórico y abstractos, pero sobre todo hay que brincar por encima de quienes en la actiud más obtusa, obscena y anticientífica pretenden meter la realidad en el modelo teórico y no como en realidad debe suceder, que es adaptar el modelo teórico abstracto a la realidad, ya que éste, se quiera o no admitir, es sólamente una simplificación en gran medida arbitraria.
La sociología económica puede pues brindar uan explicación más coherente y precisa (que la propia economía), de por qué los modelos económicos capitalistas han fracasado en procurar crecimiento y desarrollo económico, equidad y justicia distributiva, y para acabar más pronto, mejores niveles de vida y bienestar a la mayoría de la población en los países del terer mundo.
De entrada proponemos la hipótesis que los modelos económicos capitalistas, por su carácter colonial y explotador, y su afán exportador de las riquezas hacia los países desarrollados del llamado primer mundo, no han buscado el crecimiento ni el desarrollo ni el bienestar de los habitantes de los países en que se ha impuesto. Han sido modelos que no han encajado por su origen y metas, en las estrucuras sociales, culturales y políticas nativas, a la cuales han deformado y debilitado, por cierto, peligrosamente.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Los clásicos y el trabajo sociológico

Casí todos los sociólogos están de acuerdo en la centralidad de los clásicos pra la formación de los profesionales de la especialidad y para ejercer el oficio sociológico, y tienen razón. Ellos son constante fuente de inspiración y de ideas para llevar a cabo las labores intelectual, académica y práctica propias de la sociología. Leer y releer a los clásicos nunca es tiempo perdido, siempre y cuando se que se haga con el afán de extraer de ellos lo mejor de sus obras y se haga con espíritu crítico. Hoy, tanto Durkheim. como Weber o Marx siguen teniendo mucho que decirnos para poder hacer recapitulaciones coherentes del mundo actual, y poder comprenderlo en profundidad. Sinembargo la lectura de los tres grandes clásicos no es suficiente, el sociólogo ha de recurrir a sus contemporáneos también; a los que hoy se empeñan por aprehender la sociedad en sus enormes dimensiones y variantes. Ellos también tienen que decir mucho sobre el mundo y la epoca en que nos ha tocado vivir. Esto es especialmene importante en el tercer mundo, en los llamados paises en vías de desarrollo. Sin negar la importancia de la obra de los sociólogos que viven y trabajan en los países desarrollados, también es importante ver la mirada que los sociólogos de la región tienen de su propia realidad. De las inquietudes y cuestionamientos que surgen como producto de us investigaciones, estudios y reflexiones. Parte del necesario proceso de descolonización cultural que debemos llevar a cabo, es sin duda, el hacer una obra sociológica nativa, que desarrolle tanto teoría, como métodos y técnicas de investigación, y sea capaz de proponer acciones prácticas viables, para el mejoramiento de las condiciones de vida de los millones de habitantes del "Sur". Tengo al respecto la convicción que en el caso de América Latina el trabajo sociológico no ha de limitarse al cubiculo, el laboratorio, el taller o el aula; a la reflexión teórica y a la metasociología, sino que de ha de llevarse a la calle, la plaza, la oficina, la escuela, el hogar, el transporte, etc. es decir, a los espacios públicos de reunión y convivencia, y a los "no lugares" (Marc Augé) del anonimato y lo efímero. Y habrá que hacerlo con el fin práctico de generar conocimientos útiles al sociólogo y su ciencia, pero, aún más, a la sociedad en la que este vive. Este es, por cierto, el mejor reconocimiento y homenaje que se le puede hacer a los clásicos y a quienes después han continuado su obra intelectual creadora y propositiva.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Tres virtudes para ejercer el oficio sociológico

Tres son las grandes virtudes que en nuestros tiempos pueden permitir un ejercicio del oficio sociológico exitoso: sensibilidad, obervación y contacto directo con la realidad. la sensibilidad para captar lo que otros no alcanzan a ver y percibir en la vida social y para, a partir de esa percepción, problematizar y cuestionar lo visto. Observación, como aquella cualidad que permite ver con agudeza y detalle los hechos y fenómenos sociales y culturales, justo ahí, en donde otros no ven nada; finalmente contacto directo con la realidad. El sociólogo, con sus conocimientos teórico metodológicos debe salir a la calle, la plaza pública, el mercado y todo lugar (y "no lugar")donde se reune la gente para mirar en vivo y en directo el comporatamiento de individuos o grupos y colectividades. No basta con saber muchas teorías, no basta con pasar largas horas de trabajo en el despacho, el cúbiculo, en la sala de juntas o el salón de clases. La realidad siempre dinámica y cambiante está allá, afuera de la universidad o el centro de investigación, para ser estudiada y analizada, cuestionada. El sociólogo ha de alimentar sus teorías e hipótesis a partir del contacto con la realidad. Así como Sigmund Freud y Carl Rogers construyeron sus teorías a partir del trabajo clínico y terapéutico con sus pacientes, el sociólogo ha de construir las suyas propias a partir del contacto con la realidad, y para ello, como decíamos al principio, habrá de usar su sensibilidad, su mirada inquisitiva, su observación directa de lo que pasa en los espacios de trabajo, estudio, reunión, diversión, descanso, tránsito, etc. No se puede hacer sociología encerrados en el cubículo alejados de la realidad circundante; no se puede hacer sociología sin un respaldo teórico metodológico que propicie el desarrollo de la sensibilidad y ayude a la observación "in situ".

viernes, 11 de septiembre de 2009

El oficio sociológico encaramado en hombros de gigantes

El mundo esta cambiando rápidamente a una velocidad inconcebible, es lo que los científicos sociales han denominado el "aceleramiento de la historia", gracias a la cual, todo se ha vuelto mutable, pasajero y efímero. Esto es un reto muy serio a la sociología y a las demás ciencias sociales, a su teorías, métodos y técnicas de investigación. Es también un desafío a la imaginación y la creatividad del sociólogo, que además de ser científico, ha de ser también, de alguna manera, un artista original.
Son tiempos complicados, y por ello difíciles de sobrellevar, pero provocan sin duda a la inteligencia y a la imaginación del sociólogo y éste debe saber responder en la misma magnitud del reto que se le presenta, para poder recapitular y entender lo que está sucediendo. Sólo así puede, finalmente, dar alguna respuesta válida a las necesidades y angustias del hombre de estos tiempos.
Ser sociólogo y hacer sociología tiene hoy una realidad radicalente diferente de la que vivieron los primeros sociólogos fundadores, Comte, Durkheim. Spencer, Weber, Marx, etc. Pero es abrevando de us conocimientos y planteamientos, inspirandose en su trabajo, como podemos hoy, en gran medida, afrontar los retos del presente. Pero frente a su obra fundadora, que debemos mirar con respeto, tenemos una deuda de honor, que se pagará siendo no sólo agudos analistas y críticos de sus respectivas obras, sino imitando de ellos, su imaginación y originalidad su audacia, para ver el mundo con nuevos ojos, oidos y tacto sociológicos. Los tiempos presentes nos urgen a desapegarnos de las teorías clásicas y a avanzar hacia nuevos planteamientos explicativos pertinentes a los tiempos de hoy. No se trata de deshacernos de la herencia intelectual que nos dejaron los gigantes de la sociología, sino, como dice cierta frase que me encanta, nos trepemos en sus hombros para ver aun más lejos. La frase dice: "Si he llegado a ver más lejos ha sido encaramándome a hombros de gigantes" (Merton, 1990. p. 26) que se le atribuye a Newton, pero como lo demuestra Merton es mucho más antigua. Asì que encaramádos a hombros de gigantes como Comte, Durkheim, Weber, Marx, Spencer, Simmel, Parsons y el propio Merton, sólo por mencionar algunos, tratemos de ver más lejos, de entender más en profundidad, de proponer tanto en el ámbito académico como en la vida práctica real alternativas de solución viables, suceptibles de ser implementadas con buen grado de éxito en la sociedad. Tal es a mi parecer el resultado deseable y esperable del oficio sociológico, encaramado a hombros de gigantes.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Sociología y ética

Uno de los problemas más difícil de resolver en el campo de la sociología y las ciencias sociales, es, sin duda, aquél que se refiere a las opciones laborales entre las cuales se puede elegir, es decir, el problema de para quién trabajar. Es un problema ético y valoral, que solamente cada individuo puede resolver en el terreno práctico, y que depende de los valores morales de cada persona, de sus preferencias políticas, de sus compromisos, para consigo mismo y su sociedad. Y no menos importante, de las circunstrancias específicas del momento que plantean las condiciones económicas políticas y sociales. El quehacer del sociólogo no es neutro, implica la toma de posiciones, la aceptación de compromisos, la fidelidad a ciertas causas, así como el rchazo a ciertas posturas ideológicas, políticas, culturales, etc. De ahí que si bien no se puede pensar en una actividad neutral, digamos por encima, de la realidad social, a la hora de legir para quién trabajar, lo que creo que si es posible demandarle al sociólogo, es objetividad y consciencia plena sobre las implicaciones de elecciones laborales que haya hecho o vaya a hacer. Ciertamente, no es lo mismo trabajar para una gran empresa trasnacional que para una asociación civil; para el gobierno o para la iniciativa privada, para los patrones o para el sindicato. El sociólogo debe tener muy claras esas diferencias y los compromisos que cada una implica, pues su trabajo impactará la sociedad en alguna manera y en cierto grado; beneficiará a cierto sector, pero puede llegar a perjudica a otro. Por ello, soy de la creencia que la discusión en las universidades sobre las cuestiones éticas y valorales es uno de los aspectos centrales de la formación del sociólogo como profesionista. De hecho lo es en todas las profesiones, pero lo es especialmente importante en la sociología, como es el caso también en el caso de la psicoloía, la medicina, el psicoanálisis, en fin , de todas las ciencias y artes cuya actividad gira en torno del ser humano, considerado individual o socialmente. Aquí no podemos decir cuales son las elecciones correctas, pero sí podemos insistir en que el sociólogo haga sus eleciones de vida y laborales de la manera más madura posible, con un talante ético, con valores morales, con un compromiso para consigo mismo y con su sociedad, o más bien con el tipo de sociedad en que desea vivir o quiere construir.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Campo de acción del sociólogo

Tradicionalmente el egresado de la licenciatura en sociología ha encontrado trabajo en tres sectores: el academico, el gubernamental y en el social. En el primero de ellos su labor se enfoca en la docencia (nivel superior o educación media superior) y, en el mejor de los casos, en la investigación en universidades públicas; en el segundo el ejercicio profesional se ha dado como funcionario público y; en le tercer caso, el sociólogo se dedica a el asesoramiento y colaboración en asociaciones civiles y organizaciones no gubernamentales. Pocos o ningún social labora en el sector privado o ejerce como profesionista independiente. La forma en que se ha planteado la formación profesional del sociólogo ha influido determinante en que el campo de ejercicio profesional del sociólogo esté tan restringido, independientemente de otros factores adicionales, como los prejuicios respecto a la profesión, y el poco conocimiento que existe en la sociedad sobre lo que es la sociología como profesión. Esta situación es la que desafortunadamente priova en México y, creo, en la mayoría de los países de América Latina. En el mundo anglosajón la situación es diferente, la sociología tiene un campo de acción mucho más amplio y variado. Si bien no profundizaremos en este momento en las causas de tal fenómeno, si comentaremos que en países como Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, la sociología tiene un alto grado de aceptación en la sociedad. Además que los acmpos de acción que hemos señalado anteriormente, en los países de habla inglesa, los sociólogos trabajan también en el sector privado y en el ámbito de los negocios. En este último sector los sociólogos trabajan en el área de la mercadotecnia, estudiando las tendencias de consumo, detectando necesidades de carácter público, o midiendo los efectos producidos por la apertura de nuevos centros comerciales o su relocalización. De igualmanera miden la aceptación o rechazo de determinados productos. Otros sociólogos trabajan en ayudar y asesorar a los diseñadores de productos en cuanto al mejor diseño de los mismos y de futuros productos que sustituyan los existentes.
En el terreno legal, los sociólogos miden los efectos de la aplicación de dterminadas leyes y reglamentos en, por ejemplo un barrio o en una comunidad urbana o rural. En las cárceles ayudan a las autoridades a medir los efectos de la aplicación de programas de control de los internos, sus condiciones de vida en el interior de los penales y la prevención de conflictos.
Los sociólogos han incursionado también en el campo de la aseoramiento, consejería (counseling)y la terapia, tratando de entender las grandes tendencias de actitudes y comportamientos que se detectan en los pacientes más allá de los casos particulares individuales, detectando así las necesidades criticas de las comunidades. Muchos sociologos se dedican a la consejería y la terapia a personas o grupos.
El periodismo en publicaciopnes impresas, los medios electrónicos y las nuevas tecnologías de comunicación también es un área en que los sociólogos han incursionado exitosamente. El coocimiento y las herramientas metodológicas y técnicas de la sociología, son de gran ayuda para la investigación y el análisis periodístico, y para la explicación de los hechos noticiosos.
Las relciones públicas también ofrecen un espacio para el ejercicio de la sociología.
El mundo de la industria y las organizaciones empresariales también es un campo de aplicación de la sociología.
Los sociólogos colaboran estudiando a las empresas desde de la perspectiva organizacional, laboral y de comunicación interna, con el fin de organizar la empresa de la mejor manera posible y buscando la optimización de recursos y operación (sociología de la industria, empresa y las organizaciones).
Como se puede ver, el campo de acción del sociólogo en los países de habla inglesa es mucho más amplio que lo que podemos observar en países como México y muchos otros más. En estos momentos en que se inicia un resurgimiento de la profesión, después de un largo periódo de estancamiento que limitó severamente la oportunidades laborales, es momento de plantearse creativamente nuevas formas de ejercicio profesional hasta ahora no contempladas en el país y que pudan resultar benéficas para la sociedad en general, así como para el sociólogo en tanto profesionista. Como cualquier otra profesión, la sociología requiere de un buen nivel de reconocimiento y aceptación sociocultural. Y es el momento en que la sociología se reposicione en ese sentido. De ello depende que hay más y mejores oportunidades de trabajo y mejor remuneración a cambio de su trabajo. Ni que decir que también es necesario que el sociólogo continue a lo largo de su vida preparandose y actualizandose, así como profundizando en las áreas de su interés personal por lavía de los estudios de posgrado y de actualización, en la propia sociología o en campos afines como la historia, el derecho, la economía, la ciencia política, la antropología social, la filosofía, la biología humana y la psicología o psicoanálisis.