martes, 30 de marzo de 2010

El análisis funcional

A partir de todo lo dicho en las participaciones anteriores, podemos codificar los pasos a seguir para llevara cabo un análisis funcional, desde las posturas teórico metodológicas de Talcott Parsons y Robert K. Merton. En primer lugar presentamos una consideraciones previas que hay que tomar en cuenta para llevar a cabo la investigación. Posteriormente presentamos los pasos a seguir para realizar el análisis propiamente dicho. Advertimos que el trabajo de sintesis de las propuestas de los dos autores considerados es propio, por lo que asumimos la responsabilidad respecto al mismo.

Consideraciones previas:
1) Toda acción es nodal, es decir, opera en los cuatro subsistemas de la acción
simultáneamente y se da en el contexto (marco de referencia), cuyos elementos son equivalentes a los subsistemas.
2) La acción considerada para su investigación es racional, con sentido y referida a terceros para ser considerada social.
3) El actor puede ser un individuo o colectividad.
4) Lo que se busca es obtener es el saldo líquido de consecuencias funcionales, partiendo del supuesto de que la acción social en el marco de una sociedad compleja puede traer consecuencias funcionales, disfuncionales o afuncionales. Las primeras traen consigo adaptación, ajuste, integración; la segundas inadaptación, desajuste y llaman a la reforma o cambio radical; finalmente, las terceras, resultan ajenas a la acción y las metas perseguidas, n afectan en ningún sentido.

El análisis funcional debe seguir los siguientes pasos:
a) Ientificar al actor, que puede ser una persona o una colectividad.
b) Identificar una necesidad que el actor trata de satisfacer.
c) Indentificar los procedimientos y métodos de que se sirve el actor para tratar de satisfacer su necesidad: procesos típicos e institucionalizados; mecanismos sustitutivos o compensatorios etc.
d) Identificación de los elementos psíquicos que intervienen en el proceso de satisfación de la necesidad: actitudes, motivaciones, intenciones, estratégia;
e) Describe le contexto social: sistema de roles/status y la estructura de estratificación (o clase sociales, estamentos, etc,
f) Identifica la estructura normativa que prevalece en la sociedad; tanto las normas escritas como las no escritas; las que están claramente codificadas como las que no, pero tienen el poder de imponerse sobre los individuos y grupos.
g) Identifica la cultura en que se inscribe la acción del actor, su grado de desarrollo, sus rasgos característicos, sus principios, valores, etc.
h) Determina los redursos materiales con que cuenta el actor para tratar de satisfacer sus necesidades.

Teniendo en cuenta esos elementos señalados, se lleva a cabo la investigación y el análisis, es decir, se trata de obtener el saldo líquido de consecuencias funcionales. Recuérdese que el actor es el punto de referencia y partida del estudio. Es respecto a él que se dice que la acción realizada es funcional o disfuncional, es decir, favorable o contraria a los intereses del actor. Si contribuye o no a su satisfacción. En este mismo sentido, es importante que el investigador averigüe si además de las consecuencias esperadas,positivas o negativas, hay consecuencias inesperadas igualmente favorables o desfavorables.

La idea del análisis es también averiguar en qué la acción del actor falló, en que subsistema hubo limitaciones o fallos u omisiones y la meta no se cumplió, conforma a lo planeado.
Sólo así el actor podrá, en caso necesario, establecer una acción correctiva o alternativa que le permita alcanzar la finalidad deseada.

Como se puede observar el análisis funcional puede ser epecialmente valioso si se trata de evaluar la ejecución de políticas publicas, programas sociales o proyectos empresariales y personales.

lunes, 29 de marzo de 2010

Robert King Merton, funciones y disfunciones

"Algunos analistas funcionales han supuesto gratuitamente que todas las estructuras sociales existentes desempeñan funciones sociales indispensables. Esto es pura fe, misticismo si se quiere, y no el producto final de una investigción continuada y sistemática."
Robert King Merton

El sociólogo norteamericano Robert King Merton, aportó al análisis funcionalista una serie de elementos que nos son útiles para la evaluación de una acción social como la hemos definido en participaciones anteriores, en base a las propuestas de Max Weber y Talcott Parsons, es decir, como una acción racional y con sentido que responde a determinadas motivaciones como pueden ser las necesidades (individuales o colectivas) y/0 la acción de terceros.
Merton nos habla en primer lugar de un saldo líquido de consecuencias funcionales, o sea, el saldo resultante de evaluar una acción, de observar si ha sido funcional o disfuncional. Pues en una sociedad compleja y sofisticada como en la que vivimos actualmente, una acción puede traer consecuencias funcionales (positivas, benéficas), como disfuncionales (negativas), es decir, contrarias a los propósitos e intenciones del actor y que, consecuentemente, no contribuyen a la adaptación y el ajuste. Este último caso es le punto de partida para el estudio de la dinámica y el cambio social seareformista o revolucionario.
También puede suceder que siendo las consecuencias positivas, es decir, funcionales, para el actor (individual o colectivo), estás sean a la vez disfuncionales para terceros, para otros actores o grupos de ellos. Esto implica un nuevo tipo de análisis que considera no sólo al actor que lleva a cabo una acción, sino también a a quellos que por su situación y posición social, sufren las consecuencias de la acción en cualquier sentido.
Merton tambien desarrollo la idea de consecuencias manifiestas y latentes. Las primeras son las consecuencias, intencionales, esperadas y deseadas, en tanto que las segundas son inesperadas o, no declaradas, no intencionales u ocultas. Las primeras contribuyen, dice Merton, al ajuste o adaptación del sistema; las segundas pueden o no contribuir a dicho ajuste, pues de entrada no son reconocidas. Estudiar éstas últimas, dice Merton, es más fructifero, más prometedor para el trabajo sociológico. "En resumen, se sugiere que las aportaciones intelectuales distintivas del sociólogo, se encuentran primordialmente en el estudio de las consecuencias inesperadas (entre las que se encuentran las funciones latentes) de prácticas sociales, así como en el estudio de las consecuencias previstas (entre las que se encuentran las funciones manifiestas)." (Merton, 1995, p. 142). Al estudiar la acción social de un determinado actor, el investigaror debe atender tanto a las consecuencias funcionales y disfuncionales que su conducta provoca y además debe fijar la altención a las funciones deliberadas y manifiestas, como aquellas que permanecen ocultas o latentes y que pueden acabra siendo tanto o más importantes que las declaradas. Esto e especialmente importante en el análisis político, pero también aplicable a otros asuntos y temas de estudio. La experiencia nos enseña que en las sociedades complejas como las actuales, las acciones de los actores pueden tener consecuencias tanto positivas como negativas, esperadas como inesperadas, y el investigador debe dar cuenta de ellas en su trabajo, especialmente si de él derivará algún tipo de propuesta que pretenda alterar el estado de cosas vigente. Es importante hacer notar que un actor puede calcular previamente que su acción tendrá determinadas consecuencias positivas o negativas, como también puede tomar en cuenta la posibilidad de que existan consecuencias inesperadas tanto de orden positivo como negativo como resultantes de su conducta. Para que tal cosa sea posible, el invetigador, en principio, debe tener claras las intenciones y motivaciones que mueven al actor a seguir determinada línea de conducta. Sólo conociéndolas podrá hacer una evaluación adecuada de la, o las acciones tomadas por el actor, es decir, obtener el saldo líquido de consecuencias funcionales.
En este sentido, el análisis funcional se muestra especialmente valioso para evaluar la acción de las entidades y organizaciones públicas y de los actores individuales, y puede servir de base para hacer diagnósticos que permitan diseñar planes y programas de acción, tanto para actores individuales, como para empresas y organismos públicos.
La intención de éste blog es aportar elementos teórico metodológicos para una sociología propositiva respecto alos problemas sociales, económicos, políticos y culturales. Por ello hemos tratado de presentar los elementos que el funcionalismo puede aportar en ese sentido. No se pretende que el funcionalismo sea la única o la mejor opción, pero si reconocer que tal enfoque aporta elementos digos de consideración, si de lo que se trata es de pasar del mero conocimiento de la realidad a su transformación activa, premeditada e intencional. De alguna manera en la mente del sociólogo, debe haber una filosofía de la historia, o dicho de otra manera, un proyecto de sociedad hacia la cual tender. El análisis funcional no aporta esos ingredientes, pero deben estar ahí presentes, en la mente del investigador. En terminos funcionalistas, son un prerequisito funcional y moral del mismo.

domingo, 21 de marzo de 2010

Imperativos funcionales y acción social

Talcott Parsons argumentó que toda acción social era nodal y se llevaba a cabo en el contexto de los cuatro subsistemas de la acción y se realizaba en los cuatro subsistemas simultáneamente. Por consiguiente, la acción debía cumplir con las cuatro funciones propias de cada subsistema de la acción. Estas son: Estabilidad Normativa correspondiente al subsistema cultural; Integración, en el subsistema social; Prosecución de Objetivos que es lo propio del subsistema personalidad y psíquico y; adaptación que corresponde al subsistema biológico.
a) Estabilidad normativa. Esta función del sisetma cultural tiene por finalidad asegurar que los valores y principios de la sociedad sean conocidos por los miembros de la sociedad; que los valores motiven a los actores a actuar de acuerdo a dichos valores y que, por tanto, al actuar, dichos valores y principios se reproduzcan y perpetúen. Para parsons la estabilidad normativa es tan importante que sostiene que aun en los procesos de cambio social, el cambio requiere de cierta estabilidad que adquiere la forma de orden en el cambio. Esta función, por lo tanto, es la direccion intelectual y moral de la sociedad.
b) Función Integración. Esta función consiste en asegurar la coordinación necesaria entre las unidades y partes del sistema de la acción, sobre todo en lo que corresponde a su contribución a la organización y al funcionamiento del conjunto del sistema social. Es en el subsistema social en donde se materializan de alguna manera los valores y principios del subsistema cultural en las relaciones sociales. También se concretizan dichos principios en normas jurídicas que regulan el comportamiento.
c) Prsosecución de objetivos. Corresponde a esta función la definición y obtención de objetivos para el sistema entero o para sus diferentes unidades constitutivas. Por eso parsons identificó esta función con la política a nivel social y la toma de decisiones a nivel del individuo. Podríamos sintetizar el asunto diciendo que es la función directiva que para poder ser ejercida requiere del marco cultural y la normatividad jurídica.
d) Finalmente, encontramos la función de adaptación que todo sistema debe satisfacer respecto a las exigencias situacionales externas. Aadaptación del sistema al entorno y adaptación también en el sentido de adecuación del entorno a los requerimientos del sistema. De ahí que Parsons considerara que del subsistema biológico se toman los recursos necesarios para poder cumplir con los objetivos trazados por el subsistema psíquico o personalidad.
Parsons llamó a estas cuatro funciones también imperativos funcionales, y sostuvo que toda acción social debe cumplir para ser exitosa con estas cuatro funciones o imperativos funcionales.
Ahora bien, si analizamos con cuidado lo hasta aquí dicho del planteamiento general de Parsons,
podemos darnos cuenta que en la base de su pensamiento subyace la preocupación por el orden en el sistema social. Y para Parsons este orden podía lograrse más bien mediante individuos capaces de autocontrolarse que por el ejercicio del poder. Por eso es tan importante que Parsosn haya jerarquizado los cuatro subsistemas y haya puesto en el nivel más alto a la cultura. Esta sería sin duda, el elemento más importante para lograr un orden sin necesidad de recurrir al poder enetendido como uso de la coerción y la fuerza. Mucho mejor individuos adecuadamente educados y socializados que cumplen con los valores y norma sociales por convencimiento propio.
Ls cuatro esenciales arriba presentadas deben ser desempeñadas para que la sociedad exista, se reproduzca y perpetúe. Consecuentemente, toda acción social independientemente de sus fines particulares debería colaborar a la sobrevivencia del sistema social en su conjunto. En eso su postura se acerca a la del antropólogo Bronislaw Malinowski que se reconoce como el representante más notable del funcionalismo absoluto. Malinowski sostenía que todo elemento de una cultura contribuía e alguna manera al todo, que todo elemento era funcional respecto al todo y por tanto indispensable. Parsons sostiene que toda acción social al cumplir con los prerequisitos funcionales es, también funcional respecto al sistema social en su conjunto. Si en Malinowski es la cultura y en Parsons es el sistema social, en ambos es común la idea de totalidad y de que las partes, unidades y elementos son funcionales, es decir, colaboran a la sobrevivencia y permanencia de ese todo. Al hacer entonces, una evaluación de cualquier acción social, el punto de partida del análisis es esa totalidad social o cultural que sirve como punto de referencia para declarar si algo es funcional o no funcional respecto a esa misma totalidad. Como veremos en nuestra siguiente colaboración, el sociólogo Robert King Merton alumno de Parsons y crítico del mismo y de Malinowski nos planea otra forma de ver las cosas, que nos parece más fructifera para evaluar una acción social determinada. Merton es reconocido como el representante del funcionalismo relativo.

lunes, 8 de marzo de 2010

La acción social, las motivaciones y la estructura social

En nuestra participación anterior, señalabamos al principio, que Talcott Parsons consideró la acción social como un proceso mental de carácter activo y no como una simple respuesta mental estereotipada a los estímulos externos que recibe el actor, tal como la plantea la teoría conductista. También señalabamos que la acción social incluía aspectos subjetivos, es decir personales, como objetivos, o sea, externos. Nos refereriremos a continuación a os primeros, a lo subjetivos. Talcott Parsons al desarrollar eeta parte de su esquema estructural funcionalista, acabó reconociendo que la acción social tenía como uno de sus ingredientes fundamentales la motivación, y que dicha motivación podía ser de carácter explicito y manifiesto, o de naturaleza inonsciente, en el sentido freudiano del término. Por tal motivo, cayó en la cuenta de que el análisis de la acción social y de sus motivaciones necesitaba del apoyo de la psicología, o para ser aun más específicos, del psicoanálisis. Parsons colocó entonces en un lugar central el tema de las motivaciones que conducen a la gente, a los actores, a actuar de determinados forma y sentido. Lo cual es un asunto crucial, a la hora de pasar de la simple descripción de la acción, a su debida interpretación. ¿Qué factores nos motivan a actuar en tal o cual sentido? ¿qué factores son manifiestos y cuales son latentes, ocultos a la simple obervación externa? son preguntas totalmente válidas a las que el esquema parsoniano trató de responder en su planteamiento teórico metodológico, reconociendo que lo individual se relaciona estrechamente con la estructura social. "En general, puede decirse que el análisis psicológico está dirigido a la explicación de actos, ideas y actitudes concretas de los individuos" (Parsons en Ruitenbeek, 1978, p. 89) dice Parsons, y esos actos e ideas se dan en el marco de la estructura social. A la sociología le interesa el estudio del, "...equilibrio de fuerzas motivacionales involucradas en el mantenimiento y en la alteración de la estructura de un sistema social." (Parsons en Ruitenbeek, 1978, p. 89). Parsons destaca que las motivaciones que mueven a los individuos tienen una importancia estratégica en la estructura del sistema social y a la inversa, que la estructura también influye en las motivaciones de los actores. Por eso el análisis de las motivaciones debe adaptarse a las necesidades técnicas del análisis sociológico en función de los problemas planetados en términos sociológicos. Parsons señala correctamente que el sociólogo debe hacer frente a los problemas motivacionales si quiere analizar en profundidad que es lo que mueve a los actores a la acción social y, agregaríamos nosotros, si quiere evaluar adecuadamente los resultados de la acción social llevada a cabo. Lo que pertinentemente, denominó Robert King Merton el saldo líquido de conseuencias funcionales, a sabiendas de que toda acción tiene aspectos tanto positivos como negativos, es decir, funcionales o disfuncionales.

sábado, 6 de marzo de 2010

La acción social

Parsons consideró la acción social como un proceso mental de carácter activo y creativo, no como simple respuesta mecánica y estereotipada como proponía la teoría conductista. Parsons consideraba que la acción incluía necesariamente aspectos subjetivos y objetivos. Los primeros se referían a las elecciones individuales de los actores, los segundos a las fuerzas y condiciones que tienden a limitar o condicionar las elecciones individuales.
La acción suponía tres elementos a considerar: voluntarismo, acto de unidad y la verstehen (análisis de la acción desde un punto de vista subjetivo, es decir, desde la perspectiva del actor).
El voluntarismo, hace referencia, según Parsons, a las elecciones que puede hacer el actor en las situaciones sociales en que se encuentra; el acto de unidad que a decir de Parsons incluía cuatro elementos; el actor mismo, un fin o meta a alcanzar, una situación determinada que incluye elementos que el actor puede o no controlar (medios y condiciones) y; un conjunto de normas y valores que le sirven al actor para alcanzar los fines perseguidos.
En el desarrollo de su esquema teórico, Talcott Parsons desarrollo 4 tipos de acción: la acción intelectual, que implica modelos cognocitivos de valor e intereses moticacionales; la acción expresiva que combina modelos evluativos e intereses catéticos; la acción moral que implica modelos morales o valorales, e interesess evaluativos y; la acción instrumental en el que se combinan metas futuras a alcanzar, modelos y medios de evaluación para alcanzar dichas metas.
Con los cuatro tipos de la acción, Parsons creo un modelo de tipos de acción fundamentado en la realación del ego (yo) y el alter ego (el otro), que no es sino el modelo de acción que originalmente nos había planteado Max Weber de laa cción racional con sentido referida a terceras personas.
Estas acciones, Parsons las relacionó con 5 elecciones dicotómicas posibles de la acción, que denominó pautas variables, que los actores pueden llevara acabo al enfrentar una situación determinada. Son elecciones universales que determinan la cción del actor frente a una situación dada. La primera de ellas es:
a) Afectividad-neutralidad afectiva, que se refiere a lo que sentimos frente a un fenómeno o hecho social, a la cantidad de emoción o afecto que invertimos o no invertimos en él. Es caso que se le presenta a un médico, terapeuta o maestro por ejemplo: ¿se debe o no involuctar afectivamente con el paciente o cliente,o debe mantenerse en una posición neutra y lejana respecto a este?
b) Especificidad-difusividad. En este caso el actor debe elegir entre orientarse al fenómeno social de manera total, considerandolo en conjunto,o por el contrario, su orientación es solamente hacia parte del fenómeno en cuestión. La pregunta es si, por ejemplo, un paciente debe aceptar el consejo de un sacerdote o ministro de culto para cualquier situación de su existencia o sólo para laas cuestiones de índole religiosa.
c) Universalismo-particularismo. Se refiere en este caso a si el actor debe categorizar un fenomeno o hecho social como algo de carácter general y universal o, por el contrario, de manera específica y particulalar. Es el caso cuando se dice, todos los hombres (o mujeres) son iguales; o por el contrario hacemos una distinción entre un hijo y otro, destacando su singularidad.
d) Adquisición-adscripción. Aquí se nos plantea el problema de atribuir a un hecho o fenómeno ciertas características que le son propias de origen o que fueron adquiridas con posterioridad.
Por ejemplo sería el caso de los talentos innatos y las habilidades y capacidades adquiridas en el proceso educativo.
e) Sí mismo-colectividad. Finalmente, la última dicotomía se refiere a si se elige seguir nuestro interés privado o el interés colectivo, entre ser egoístas o altruistas. ¿Elegimos un empleo por el salario y el prestigio que nos dará o por la posibilidad de servir a los demás que nos brinda?
Con el esquema de pautas variables, Parsons trató de dar un instrumento que pudiera ser utilizado en el subsistema personalidad para diferenciar hábitos de elección, para examinar las diferentes expectativas en el sistema de roles en el subsistema social o para distinguir las diferentes pautas normativas en el subsistema cultural, dato que nos ayudaría a determinar las características de una cultura específica.
La acción se inscribe en los cuatro susbsistemas entendidos como contextos y es molar en el sentido de que se realiza simultánea e integralmente en los cuatro subsistemas de la acción.
Cabe decir finalmente, que Parsons dejó paulatinamente este esquema de la acción voluntarista, delacto de unidad y del análisis individual, en sus trabajos posteriores a 1937, sin embargo su recuperaciónes importante si lo que se quiere es usar el esquema parsoniano con fines prácticos tanto de evaluación de la acción de los actores como en términos de planeación de la acción misma.