martes, 15 de marzo de 2011

Reducción de complejidad

Una idea especialmente importante, aportada por Luhmann es el de reducción de complejidad. La reducción e complejidad se da principalmente en la relación entre sistema y entorno, así como en la comunicación entre elementos del sistema mismo. Un sistema es, desde el punto de vista de Luhmann "complejidad organizada", pero por complejo que sea un sistema, nunca lo es tanto como el entorno, es decir, lo externo al sistema mismo. De ahí que en la relación entre sistema y entorno tenga que haber, de alguna manera, una reducción de complejidad que permita crear modelos descriptivos del entorno. Para llevar esa tarea, dice Luhmann hay que recurrir a una selectividad que elija unos elementos y descarte otros. Es imposible que se de una correspondencia uno a uno entre el sistema y su entorno, pues ello supondría la desaparición del sistema mismo. Pero si puede haber un entendimiento parcial, en el cual se distinguen aquellos elementos que si tienen correspondencia con elementos del entorno. Ello ayuda a determinar las fronteras entre sistema y entorno. Luhmannn sostiene que la organización interna de cada sistema se debe a esa relacionalidad selectiva al que nos referimos hace sólo un momento.
Luhmann también establece que el problema de la relación sistema entorno, desde el punto de vista de la reducción de complejidad, es un asunto de grado, que ayuda a la interpretación de los límites entre uno y otro, y que ayuda a la estabilización de las fronteras. Dado que los sistemas son autorreferenciales y autopoiéticos, son ellos quienes hacen la reducción de complejidad una estrategia. Junto con su construcción interna, la determinación de los límites del sistema es la tarea más importante del sistema. Es una tarea por cierto constante, dinámica. Hay que estar constantemente ajustando los límites, tanto como hay que adaptarse a la propia complejidad. Tienen que llevara acabo esas tareas porque, "Tienen que afrontar improbabilidades e insuficiencias internas y desarrollar disposiciones construídas expresamente para reducir conductas divergentes; sólo así es posible la existencia de estructuras dominantes. Los sistemas complejos, por lo tanto, están constreñidos a la autoadaptación en un doble sentido: la adaptación propia y la adaptación a la propia compeljidad." (Luhmann, 1991, p.53) Llevada a buen término, la reducción de complejidad reduce la contingencia (lo variable, lo inesperado).
Llevado al nivel de las relaciones humanas, al caso de la comunicación entre dos personas, éstas se ven en la necesidad de un constante trabajo de reducción de complejidad de lo que dice el alterego, para poder entenderlo y, poder responder adecuadamente, siempre desde una perspectiva autorreferencial. El otro de igual manera realizará la misma tarea. Es pues una tarea de autoadaptación y de adaptación al otro. Visto así, quien se dedique a trabajos en los que las relaciones humanas son vitales, como el caso de negociaciones, terapias, enseñanza, la consultoría, debe ser capaz de entender el proceso de reducción de complejidad (reducir las cosas a un nivel en que sea posible el entendimiento), para adaptarse y responder adecuadamente.
Y aquí resalta la cuestión de las insuficiencias internas que pueden obstruir una respuesta adecuada, por incapacidad, ineptitud, etc. y la capacidad de desarrollar disposiciones pertinentes, lo que supone creatividad y capacidad de reacción en el momento, para, como decía Luhmann reducir la probabilidad de conductas divergentes, que dañen el proceso de comunicación que se estén llevando a cabo. Esto también es importante a nivel de relaciones comerciales o internacionales, entre diferentes naciones.

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