lunes, 29 de marzo de 2010

Robert King Merton, funciones y disfunciones

"Algunos analistas funcionales han supuesto gratuitamente que todas las estructuras sociales existentes desempeñan funciones sociales indispensables. Esto es pura fe, misticismo si se quiere, y no el producto final de una investigción continuada y sistemática."
Robert King Merton

El sociólogo norteamericano Robert King Merton, aportó al análisis funcionalista una serie de elementos que nos son útiles para la evaluación de una acción social como la hemos definido en participaciones anteriores, en base a las propuestas de Max Weber y Talcott Parsons, es decir, como una acción racional y con sentido que responde a determinadas motivaciones como pueden ser las necesidades (individuales o colectivas) y/0 la acción de terceros.
Merton nos habla en primer lugar de un saldo líquido de consecuencias funcionales, o sea, el saldo resultante de evaluar una acción, de observar si ha sido funcional o disfuncional. Pues en una sociedad compleja y sofisticada como en la que vivimos actualmente, una acción puede traer consecuencias funcionales (positivas, benéficas), como disfuncionales (negativas), es decir, contrarias a los propósitos e intenciones del actor y que, consecuentemente, no contribuyen a la adaptación y el ajuste. Este último caso es le punto de partida para el estudio de la dinámica y el cambio social seareformista o revolucionario.
También puede suceder que siendo las consecuencias positivas, es decir, funcionales, para el actor (individual o colectivo), estás sean a la vez disfuncionales para terceros, para otros actores o grupos de ellos. Esto implica un nuevo tipo de análisis que considera no sólo al actor que lleva a cabo una acción, sino también a a quellos que por su situación y posición social, sufren las consecuencias de la acción en cualquier sentido.
Merton tambien desarrollo la idea de consecuencias manifiestas y latentes. Las primeras son las consecuencias, intencionales, esperadas y deseadas, en tanto que las segundas son inesperadas o, no declaradas, no intencionales u ocultas. Las primeras contribuyen, dice Merton, al ajuste o adaptación del sistema; las segundas pueden o no contribuir a dicho ajuste, pues de entrada no son reconocidas. Estudiar éstas últimas, dice Merton, es más fructifero, más prometedor para el trabajo sociológico. "En resumen, se sugiere que las aportaciones intelectuales distintivas del sociólogo, se encuentran primordialmente en el estudio de las consecuencias inesperadas (entre las que se encuentran las funciones latentes) de prácticas sociales, así como en el estudio de las consecuencias previstas (entre las que se encuentran las funciones manifiestas)." (Merton, 1995, p. 142). Al estudiar la acción social de un determinado actor, el investigaror debe atender tanto a las consecuencias funcionales y disfuncionales que su conducta provoca y además debe fijar la altención a las funciones deliberadas y manifiestas, como aquellas que permanecen ocultas o latentes y que pueden acabra siendo tanto o más importantes que las declaradas. Esto e especialmente importante en el análisis político, pero también aplicable a otros asuntos y temas de estudio. La experiencia nos enseña que en las sociedades complejas como las actuales, las acciones de los actores pueden tener consecuencias tanto positivas como negativas, esperadas como inesperadas, y el investigador debe dar cuenta de ellas en su trabajo, especialmente si de él derivará algún tipo de propuesta que pretenda alterar el estado de cosas vigente. Es importante hacer notar que un actor puede calcular previamente que su acción tendrá determinadas consecuencias positivas o negativas, como también puede tomar en cuenta la posibilidad de que existan consecuencias inesperadas tanto de orden positivo como negativo como resultantes de su conducta. Para que tal cosa sea posible, el invetigador, en principio, debe tener claras las intenciones y motivaciones que mueven al actor a seguir determinada línea de conducta. Sólo conociéndolas podrá hacer una evaluación adecuada de la, o las acciones tomadas por el actor, es decir, obtener el saldo líquido de consecuencias funcionales.
En este sentido, el análisis funcional se muestra especialmente valioso para evaluar la acción de las entidades y organizaciones públicas y de los actores individuales, y puede servir de base para hacer diagnósticos que permitan diseñar planes y programas de acción, tanto para actores individuales, como para empresas y organismos públicos.
La intención de éste blog es aportar elementos teórico metodológicos para una sociología propositiva respecto alos problemas sociales, económicos, políticos y culturales. Por ello hemos tratado de presentar los elementos que el funcionalismo puede aportar en ese sentido. No se pretende que el funcionalismo sea la única o la mejor opción, pero si reconocer que tal enfoque aporta elementos digos de consideración, si de lo que se trata es de pasar del mero conocimiento de la realidad a su transformación activa, premeditada e intencional. De alguna manera en la mente del sociólogo, debe haber una filosofía de la historia, o dicho de otra manera, un proyecto de sociedad hacia la cual tender. El análisis funcional no aporta esos ingredientes, pero deben estar ahí presentes, en la mente del investigador. En terminos funcionalistas, son un prerequisito funcional y moral del mismo.

4 comentarios:

  1. Gracias por la síntesis, Pedro. A manera de observación, tiene bastantes faltas de ortografía; errores de dedo al transcribir seguramente. Saludos!

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  2. Un ejemplo de funcionales y disfuncionales ?

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